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Miércoles, marzo de 02 2011 16: 38

Gestión de residuos hospitalarios

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La adecuación de las directrices actuales sobre la disposición de residuos hospitalarios, así como las mejoras en la seguridad e higiene interna, deben formar parte de un plan global de gestión de residuos hospitalarios que establezca los procedimientos a seguir. Esto debe hacerse mediante la adecuada coordinación de los servicios internos y externos, así como la definición de responsabilidades en cada una de las fases de gestión. El objetivo principal de este plan es proteger la salud del personal de atención médica, los pacientes, los visitantes y el público en general, tanto dentro como fuera del hospital.

Al mismo tiempo, no se debe descuidar la salud de las personas que entran en contacto con los residuos una vez que salen del centro médico, y también se deben minimizar los riesgos para las mismas.

Dicho plan debe promoverse y aplicarse de acuerdo con una estrategia global que siempre tenga en cuenta las realidades del lugar de trabajo, así como el conocimiento y la capacitación del personal involucrado.

Las etapas que se siguen en la ejecución de un plan de gestión de residuos son:

  • informar a la dirección del centro médico
  • designar a los responsables a nivel ejecutivo
  • creación de un comité de residuos hospitalarios formado por personal de los servicios generales, enfermería y servicios médicos y presidido por el gestor de residuos del centro médico.

 

El grupo debe incluir personal del departamento de servicios generales, personal del departamento de enfermería y personal del departamento médico. El gestor de residuos del centro médico debe coordinar el comité mediante:

  • elaboración de un informe sobre el desempeño actual de la gestión de residuos del centro
  • elaboración de un plan interno de gestión avanzada
  • creando un programa de formación para todo el personal del centro médico, con la colaboración del departamento de recursos humanos
  • puesta en marcha del plan, con seguimiento y control por parte del comité de gestión de residuos.

 

Clasificación de residuos hospitalarios

Hasta 1992, siguiendo el sistema clásico de gestión de residuos, la práctica era clasificar la mayoría de los residuos hospitalarios como peligrosos. Desde entonces, aplicando una técnica de gestión avanzada, sólo una muy pequeña proporción del gran volumen de estos residuos se considera peligroso.

La tendencia ha sido adoptar una técnica de gestión avanzada. Esta técnica clasifica los residuos a partir del supuesto de referencia de que solo un porcentaje muy pequeño del volumen de residuos generados es peligroso.

Los residuos siempre deben clasificarse en el punto donde se generan. De acuerdo con la la naturaleza de los desechos y sus fuente, se clasifican de la siguiente manera:

  • Grupo I: aquellos residuos asimilables a basura urbana
  • Grupo II: residuos hospitalarios no específicos
  • Grupo III: residuos hospitalarios específicos o residuos peligrosos
  • Grupo IV: desechos citostáticos (medicamentos antineoplásicos excedentes que no son aptos para uso terapéutico, así como los materiales de un solo uso que han estado en contacto con ellos, por ejemplo, agujas, jeringas, catéteres, guantes y dispositivos intravenosos).

 

De acuerdo a sus estado fisico, Los desechos se pueden clasificar de la siguiente manera:

  • sólidos: desechos que contienen menos del 10% de líquido
  • líquidos: desechos que contienen más del 10% de líquido

 

Los desechos gaseosos, como los CFC de congeladores y refrigeradores, normalmente no se capturan (ver el artículo “Gases anestésicos residuales”).

Por definición, los siguientes desechos no se consideran desechos sanitarios:

  • residuos radiactivos que, por su propia naturaleza, ya son gestionados de forma específica por el servicio de protección radiológica
  • cadáveres humanos y grandes partes anatómicas que son cremados o incinerados de acuerdo con las normas
  • aguas residuales.

 

Residuos del Grupo I

Se consideran residuos sólidos urbanos (RSU) todos los residuos generados dentro del centro médico que no estén directamente relacionados con las actividades sanitarias. Según las ordenanzas locales en Cataluña, España, como en la mayoría de comunidades, los municipios deben retirar estos residuos de forma selectiva, por lo que conviene facilitarles esta tarea. Se consideran residuos asimilables a urbanos según su punto de origen:

Residuos de cocina:

  • desperdicios de comida
  • desechos de sobras o artículos de un solo uso
  • contenedores

 

Residuos generados por personas atendidas en el hospital y personal no médico:

  • residuos de productos de limpieza
  • desechos dejados en las habitaciones (p. ej., periódicos, revistas y flores)
  • residuos de jardinería y reformas.

 

Residuos de actividades administrativas:

  • papel y cartón
  • plástica.

 

Otros desechos:

  • contenedores de vidrio
  • contenedores de plástico
  • cajas de embalaje y otros materiales de embalaje
  • artículos de un solo uso fechados.

 

Siempre que no estén incluidos en otros planes de retiro selectivo, los SUW se colocarán en bolsas de polietileno blanco que serán retiradas por el personal de limpieza.

Residuos del Grupo II

Los residuos del Grupo II incluyen todos aquellos residuos generados como subproducto de actividades médicas que no suponen un riesgo para la salud o el medio ambiente. Por razones de seguridad e higiene industrial el tipo de gestión interna recomendada para este grupo es diferente a la recomendada para los residuos del Grupo I. Según su origen, los residuos del Grupo II incluyen:

Residuos derivados de la actividad hospitalaria, tales como:

  • materiales manchados de sangre
  • gasas y materiales utilizados en el tratamiento de pacientes no infecciosos
  • equipo medico usado
  • colchones
  • animales muertos o partes de los mismos, procedentes de establos de cría o laboratorios de experimentación, siempre que no hayan sido inoculados con agentes infecciosos.

 

Los residuos del grupo II se depositarán en bolsas de polietileno amarillas que serán retiradas por el personal de limpieza.

Residuos del Grupo III

En el grupo III se incluyen los residuos hospitalarios que, por su naturaleza o por su lugar de origen, pueden suponer un riesgo para la salud o el medio ambiente si no se observan determinadas precauciones especiales en su manipulación y retirada.

Los residuos del grupo III se pueden clasificar de la siguiente manera:

Instrumentos afilados y puntiagudos:

  • agujas
  • escalpelos

 

Residuos infecciosos. Los residuos del grupo III (incluidos los de un solo uso) generados por el diagnóstico y tratamiento de pacientes que padecen alguna de las enfermedades infecciosas se enumeran en la tabla 1.

Tabla 1. Enfermedades infecciosas y desechos del Grupo III

Infecciones

Residuos contaminados con

Fiebres hemorrágicas virales
Fiebre del Congo-Crimea
La fiebre de Lassa
Virus de Marburg
Ébola
Fiebre de Junín
fiebre machupo
arbovirus
Absettarow
Ханзалова
hipr
kumlinge
Enfermedad del bosque de Kiasanur
fiebre de omsk
primavera-verano rusa
encefalitis

todos los desechos

Brucelosis

Pus

Difteria

Difteria faríngea: secreciones respiratorias
Difteria cutánea: secreciones de la piel
Lesiones

Cholera

Taburetes

Encefalitis de Creutzfelt-Jakob

Taburetes

Borm

Secreciones de lesiones de la piel.

Tularemia

tularemia pulmonar: secreciones respiratorias
tularemia cutánea: pus

Ántrax

Ántrax cutáneo: pus
Ántrax respiratorio: secreciones respiratorias

Plaga

Peste bubónica: pus
Peste neumónica: secreciones respiratorias

Rabia

Secreciones respiratorias

Q fiebre

Secreciones respiratorias

Tuberculosis activa

Secreciones respiratorias

 

Residuos de laboratorio:

  • material contaminado con desechos biológicos
  • residuos del trabajo con animales inoculados con sustancias biopeligrosas.

 

Los residuos del tipo Grupo III se depositarán en contenedores de polietileno de un solo uso, rígidos, codificados por colores y cerrados herméticamente (en Cataluña se exigen contenedores negros). Los contenedores deben estar claramente etiquetados como "Desechos hospitalarios peligrosos" y mantenerse en la habitación hasta que los recoja el personal de limpieza. Los residuos del grupo III nunca deben compactarse.

Para facilitar su extracción y reducir al mínimo los riesgos, los envases no deben llenarse a tope para que puedan cerrarse con facilidad. Los desechos nunca deben manipularse una vez que se colocan en estos contenedores rígidos. Está prohibido disponer de residuos biopeligrosos vertiéndolos en el sistema de drenaje.

Residuos del Grupo IV

Los residuos del grupo IV son los medicamentos antineoplásicos sobrantes que no son aptos para uso terapéutico, así como todo el material de un solo uso que ha estado en contacto con los mismos (agujas, jeringas, catéteres, guantes, equipos intravenosos, etc.).

Dado el peligro que suponen para las personas y el medio ambiente, los residuos hospitalarios del Grupo IV deben recogerse en contenedores rígidos, estancos, precintables y de un solo uso, codificados por colores (en Cataluña, son azules) y claramente etiquetados como “Material químicamente contaminado: Agentes citostáticos”.

Otros Residuos

Guiados por las preocupaciones ambientales y la necesidad de mejorar la gestión de desechos para la comunidad, los centros médicos, con la cooperación de todo el personal, el personal y los visitantes, deben fomentar y facilitar la eliminación selectiva (es decir, en contenedores especiales designados para materiales específicos) de materiales reciclables. tal como:

  • papel y cartón
  • vaso
  • aceites usados
  • baterías y celdas de energía
  • cartuchos de toner para impresoras laser
  • contenedores de plástico.

 

Se debe seguir el protocolo establecido por el departamento de saneamiento local para la recolección, transporte y disposición de cada uno de estos tipos de materiales.

El desecho de equipos grandes, muebles y otros materiales no contemplados en estas pautas debe seguir las instrucciones recomendadas por las autoridades ambientales correspondientes.

Transporte interno y almacenamiento de residuos

El transporte interno de todos los residuos generados dentro del edificio del hospital debe ser realizado por el personal de conserjería, de acuerdo a los horarios establecidos. Es importante que se observen las siguientes recomendaciones cuando se transporten desechos dentro del hospital:

  • Los contenedores y las bolsas estarán siempre cerrados durante el transporte.
  • Los carros utilizados para este fin tendrán superficies lisas y serán fáciles de limpiar.
  • Los carros se utilizarán exclusivamente para el transporte de residuos.
  • Los carros se lavarán diariamente con agua, jabón y lejía.
  • Las bolsas o contenedores de basura nunca deben arrastrarse por el suelo.
  • Los desechos nunca deben transferirse de un receptáculo a otro.

 

El hospital debe contar con un área específica para el almacenamiento de desechos; debe ajustarse a las directrices vigentes y cumplir, en particular, las siguientes condiciones:

  • Debería estar cubierto.
  • Debe estar claramente señalizado con carteles.
  • Debe construirse con superficies lisas que sean fáciles de limpiar.
  • Debe tener agua corriente.
  • Deberá disponer de desagües para evacuar los posibles derrames de líquidos residuales y del agua utilizada para la limpieza de la zona de almacenamiento.
  • Debe estar provisto de un sistema para protegerlo contra plagas animales.
  • Debe ubicarse lejos de las ventanas y de los conductos de entrada del sistema de ventilación.
  • Debe estar provisto de sistemas de extinción de incendios.
  • Debería tener acceso restringido.
  • Debe ser utilizado exclusivamente para el almacenamiento de residuos.

 

Todas las operaciones de transporte y almacenamiento que involucren residuos hospitalarios deberán realizarse en condiciones de máxima seguridad e higiene. En particular, hay que recordar:

  • Debe evitarse el contacto directo con los residuos.
  • Las bolsas no deben sobrellenarse para que puedan cerrarse fácilmente.
  • Las bolsas no deben vaciarse en otras bolsas.

 

Residuos Líquidos: Biológicos y Químicos

Los desechos líquidos se pueden clasificar en biológicos o químicos.

Residuos biológicos líquidos

Los desechos biológicos líquidos generalmente se pueden verter directamente en el sistema de drenaje del hospital, ya que no requieren ningún tratamiento antes de su eliminación. Las excepciones son los desechos líquidos de pacientes con enfermedades infecciosas y los cultivos líquidos de laboratorios de microbiología. Estos deben ser recogidos en contenedores específicos y tratados antes de ser vertidos.

Es importante que los residuos se viertan directamente al sistema de drenaje sin salpicaduras ni aspersiones. Si esto no es posible y los desechos se recogen en contenedores desechables que son difíciles de abrir, los contenedores no deben abrirse a la fuerza. En su lugar, se debe desechar todo el contenedor, al igual que con los desechos sólidos del Grupo III. Cuando se eliminen residuos líquidos como residuos sólidos del Grupo III, se debe tener en cuenta que las condiciones de trabajo difieren para la desinfección de residuos sólidos y líquidos. Esto debe tenerse en cuenta para garantizar la eficacia del tratamiento.

Residuos químicos líquidos

Los residuos líquidos generados en el hospital (generalmente en los laboratorios) se pueden clasificar en tres grupos:

  • Residuos líquidos que no deben ser vertidos en los desagües.
  • residuos líquidos que pueden ser vertidos en los desagües después de ser tratados
  • residuos líquidos que pueden ser vertidos a los desagües sin tratamiento previo.

 

Esta clasificación se basa en consideraciones relacionadas con la salud y la calidad de vida de toda la comunidad. Éstas incluyen:

  • protección del suministro de agua
  • protección del sistema de alcantarillado
  • protección de las estaciones depuradoras de aguas residuales.

 

Los residuos líquidos que puedan suponer una grave amenaza para las personas o el medio ambiente por ser tóxicos, nocivos, inflamables, corrosivos o cancerígenos deben separarse y recogerse para su posterior valorización o destrucción. Deben recogerse de la siguiente manera:

  • Cada tipo de desecho líquido debe ir a un contenedor separado.
  • El contenedor debe estar etiquetado con el nombre del producto o el componente mayoritario del desecho, por volumen.
  • Cada laboratorio, excepto el de anatomía patológica, deberá disponer de sus propios recipientes individuales para la recogida de residuos líquidos debidamente rotulados con el material o familia de materiales que contiene. Periódicamente (al final de cada día de trabajo sería lo más deseable), estos deben vaciarse en contenedores específicamente etiquetados que se mantienen en la sala hasta que el subcontratista de eliminación de desechos asignado los recoja a intervalos apropiados.
  • Una vez que cada recipiente esté correctamente etiquetado con el producto o la familia de productos que contiene, debe colocarse en contenedores específicos en los laboratorios.
  • El responsable del laboratorio, o persona en quien delegue directamente, firmará y sellará un ticket de control. El subcontratista será entonces el responsable de entregar el ticket de control al departamento que supervisa la seguridad, higiene y medio ambiente.

 

Mezclas de residuos líquidos químicos y biológicos

El tratamiento de desechos químicos es más agresivo que el tratamiento de desechos biológicos. Las mezclas de estos dos desechos deben tratarse siguiendo los pasos indicados para los desechos químicos líquidos. Las etiquetas de los contenedores deben indicar la presencia de desechos biológicos.

Cualquier material líquido o sólido que sea cancerígeno, mutagénico o teratogénico debe desecharse en contenedores rígidos codificados por colores específicamente diseñados y etiquetados para este tipo de residuos.

Los animales muertos que hayan sido inoculados con sustancias biopeligrosas serán dispuestos en contenedores rígidos cerrados, los cuales serán esterilizados antes de ser reutilizados.

Eliminación de instrumentos afilados y puntiagudos

Los instrumentos afilados y puntiagudos (p. ej., agujas y lancetas), una vez utilizados, deben colocarse en contenedores rígidos para "objetos punzantes" diseñados específicamente que se han colocado estratégicamente en todo el hospital. Estos desechos se eliminarán como desechos peligrosos incluso si se utilizan en pacientes no infectados. Nunca deben desecharse excepto en el contenedor rígido para objetos punzocortantes.

A todos los trabajadores de la salud se les debe recordar repetidamente el peligro de cortes o pinchazos accidentales con este tipo de material, y se les debe indicar que los informen cuando ocurran, para que se puedan instituir las medidas preventivas apropiadas. Se les debe indicar específicamente que no intenten volver a tapar las agujas hipodérmicas usadas antes de dejarlas caer en el contenedor de objetos punzocortantes.

Siempre que sea posible, las agujas que vayan a colocarse en el contenedor de objetos punzocortantes sin volver a tapar pueden separarse de las jeringas que, sin la aguja, generalmente pueden eliminarse como residuos del Grupo II. Muchos recipientes para objetos punzocortantes tienen un accesorio especial para separar la jeringa sin riesgo de pinchazo para el trabajador; esto ahorra espacio en los contenedores de objetos punzocortantes para más agujas. Los contenedores de objetos punzocortantes, que nunca deben ser abiertos por el personal del hospital, deben ser retirados por el personal de limpieza designado y enviados para la eliminación adecuada de su contenido.

Si no es posible separar la aguja en condiciones de seguridad adecuadas, toda la combinación aguja-jeringa debe considerarse de riesgo biológico y debe colocarse en los contenedores rígidos para objetos punzocortantes.

Estos contenedores de objetos punzantes serán retirados por el personal de limpieza.

La formación del personal

Debe existir un programa de capacitación permanente en el manejo de residuos para todo el personal hospitalario orientado a adoctrinar al personal en todos los niveles con el imperativo de seguir siempre las pautas establecidas para la recolección, almacenamiento y disposición de residuos de todo tipo. Es particularmente importante que el personal de limpieza y conserjería esté capacitado en los detalles de los protocolos para reconocer y tratar las diversas categorías de desechos peligrosos. El personal de limpieza, seguridad y extinción de incendios también debe ser instruido en el curso de acción correcto en caso de una emergencia.

También es importante que el personal de limpieza esté informado y capacitado sobre el curso de acción correcto en caso de accidente.

En particular, cuando se lanza el programa por primera vez, se debe instruir al personal de limpieza para que informe cualquier problema que pueda obstaculizar el desempeño de las funciones asignadas. Es posible que se les entreguen tarjetas o formularios especiales para registrar tales hallazgos.

Comité de Gestión de Residuos

Para monitorear el desempeño del programa de gestión de residuos y resolver cualquier problema que pueda surgir a medida que se implementa, se debe crear un comité permanente de gestión de residuos que se reúna periódicamente, como mínimo trimestralmente. El comité debe ser accesible para cualquier miembro del personal del hospital que tenga un problema o inquietud sobre la eliminación de desechos y debe tener acceso, según sea necesario, a la alta dirección.

Implementando el Plan

La forma en que se implemente el programa de gestión de desechos bien puede determinar si tiene éxito o no.

Dado que el apoyo y la cooperación de los diversos comités y departamentos del hospital son esenciales, los detalles del programa deben presentarse a grupos como los equipos administrativos del hospital, el comité de salud y seguridad y el comité de control de infecciones. También es necesario obtener la validación del programa de agencias comunitarias como los departamentos de salud, protección ambiental y saneamiento. Cada uno de estos puede tener modificaciones útiles para sugerir, particularmente con respecto a la forma en que el programa incide en sus áreas de responsabilidad.

Una vez finalizado el diseño del programa, una prueba piloto en un área o departamento seleccionado debería permitir pulir las asperezas y resolver cualquier problema imprevisto. Una vez finalizado y analizados sus resultados, el programa podrá implantarse progresivamente en todo el centro médico. En cada unidad o departamento se puede realizar una presentación, con soportes audiovisuales y distribución de literatura descriptiva, seguida de la entrega de bolsas y/o contenedores según se requiera. Después de la puesta en marcha del programa, se debe visitar el departamento o unidad para que se puedan instituir las revisiones necesarias. De esta manera, se puede ganar la participación y el apoyo de todo el personal del hospital, sin el cual el programa nunca tendría éxito.

 

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Leer 13430 veces Última modificación el sábado 13 de agosto de 2011 17:57