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104. Guía de productos químicos

 Editores de capítulos: Jean Mager Stellman, DebraOsinsky y Pia Markkanen


 

 

Índice del contenido

Perfil general

Jean Mager Stellman, Debra Osinsky y Pia Markkanen


Ácidos Inorgánicos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


alcoholes

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Materiales alcalinos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Aminas, alifáticas

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


azidas

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Monóxido de carbono


Compuestos Epoxi

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


ésteres, acrilatos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Éteres

Tablas de éteres:

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas

Tablas de halógenos y éteres:

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Fluorocarbonos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Gliceroles y Glicoles

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Compuestos heterocíclicos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Hidrocarburos, Alifáticos y Halogenados

Tablas de Hidrocarburos Halogenados Saturados:

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas

Tablas de Hidrocarburos Insaturados Halogenados:

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Hidrocarburos Alifáticos Insaturados

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Hidrocarburos Aromáticos Halogenados

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Isocianatos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Nitrocompuestos alifáticos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Peróxidos Orgánicos e Inorgánicos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Fosfatos, Inorgánicos y Orgánicos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas

 


 


Ácidos y Anhídridos Orgánicos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Aldehídos y Cetales

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Amidas

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Compuestos amino aromáticos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Boranos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Compuestos de ciano

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


ésteres, acetatos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Ésteres, Alcanoatos (excepto Acetatos)

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Éteres de glicol

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Halógenos y sus compuestos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Hidrocarburos, Saturados y Alicíclicos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


 

Hidrocarburos Aromáticos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Hidrocarburos, Poliaromáticos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Cetonas

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Nitrocompuestos Aromáticos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Fenoles y Compuestos Fenólicos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Los ftalatos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Compuestos de silicio y organosilicio

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Compuestos de azufre, inorgánicos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


Compuestos de Azufre, Orgánicos

Identificación química

Peligros para la salud

Riesgos físicos y químicos

Propiedades físicas y químicas


 

Miércoles, agosto 03 2011 06: 11

Isocianatos

Los isocianatos también se denominan poliuretanos cuando se han combinado en los productos industriales conocidos con ese nombre. Forman un grupo de derivados neutros de aminas primarias con la fórmula general R—N=C=O. Los isocianatos más utilizados en la actualidad son el 2,4-tolueno diisocianato (TDI), el tolueno 2,6-diisocianato y el difenilmetano 4,4'-diisocianato. El diisocianato de hexametilen y el diisocianato de 1,5-naftileno se usan con menos frecuencia.

Los isocianatos reaccionan espontáneamente con compuestos que contienen átomos de hidrógeno activo, que migran al nitrógeno. Los compuestos que contienen grupos hidroxilo forman espontáneamente ésteres de dióxido de carbono o uretanos sustituidos.

Usos

Uno de los principales usos de los isocianatos es la síntesis de poliuretanos en productos industriales. Debido a su durabilidad y dureza, el bis(4-fenilisocianato) de metileno y el diisocianato de 2,4-tolueno (TDI) se utilizan en recubrimientos para aeronaves, camiones cisterna y remolques de camiones. El bis(4-fenilisocianato) de metileno se utiliza para unir caucho con rayón y nailon, y para producir recubrimientos de laca de poliuretano que se pueden aplicar a ciertos componentes de automóviles y al charol. El diisocianato de 2,4-tolueno se usa en recubrimientos de poliuretano en selladores y acabados para pisos y madera, pinturas y selladores de concreto. También se utiliza para la fabricación de espumas de poliuretano y de elastómeros de poliuretano en tejidos revestidos y juntas para tuberías de arcilla. El diisocianato de hexametileno es un agente reticulante en la preparación de materiales dentales, lentes de contacto y adsorbentes médicos. También se utiliza como ingrediente en la pintura de automóviles.

Peligros

Los isocianatos son irritantes para la piel y las mucosas, las afecciones cutáneas van desde el picor localizado hasta el eccema más o menos generalizado. Las afecciones oculares son menos comunes y, aunque a menudo se encuentran lagrimeo, la conjuntivitis es rara. Sin embargo, los problemas más comunes y graves son los que afectan al sistema respiratorio. La gran mayoría de las autoridades mencionan formas de rinitis o rinofaringitis, y también se han descrito diversas afecciones pulmonares, ocupando el primer lugar las manifestaciones asmáticas, que van desde pequeñas dificultades para respirar hasta ataques agudos, a veces acompañados de pérdida repentina del conocimiento. Las personas pueden reaccionar con síntomas graves de asma después de la exposición a niveles muy bajos de isocianatos (a veces por debajo de 0.02 ppm) si se han sensibilizado. Además, las personas sensibilizadas pueden volverse reactivas y verse afectadas por estímulos ambientales como el ejercicio y el aire frío. El asma sensibilizada suele estar mediada por IgE (con sustancias de alto peso molecular; el mecanismo aún no está claro con sustancias de bajo peso molecular), mientras que el asma inducida por irritantes suele ser secundaria a la inflamación de las vías respiratorias y efectos tóxicos locales directos con hiperreactividad inespecífica. Se desconocen los detalles del mecanismo del asma irritante. Las respuestas alérgicas se analizan con más detalle en otra parte de este Enciclopedia.

Los isocianatos suelen ser volátiles y el vapor puede detectarse por el olor a una concentración de 0.1 ppm, pero incluso este nivel tan bajo ya es peligroso para algunas personas.

Diisocianato de 2,4-tolueno (TDI). Esta es la sustancia que más se utiliza en la industria y que da lugar a un mayor número de manifestaciones patológicas, ya que es muy volátil y se suele utilizar en concentraciones considerables. La sintomatología de las molestias debidas a su inhalación son estereotipadas. Al final de un período que va desde unos pocos días hasta 2 meses, los síntomas incluyen irritación de la conjuntiva, lagrimeo e irritación de la faringe; luego hay problemas respiratorios, con tos seca desagradable al anochecer, dolores en el pecho, principalmente detrás del esternón, dificultad para respirar y angustia. Los síntomas empeoran durante la noche y desaparecen por la mañana con una ligera expectoración de mucosidad. Después de unos días de descanso disminuyen, pero la vuelta al trabajo suele ir acompañada de la reaparición de los síntomas: tos, dolores torácicos, sibilancias húmedas, dificultad para respirar (disnea) y malestar. Las pruebas radiológicas y humorales suelen ser negativas.

Las disfunciones respiratorias que se sabe que son causadas por TDI incluyen bronquitis, asma ocupacional y un empeoramiento de la función respiratoria tanto en el trabajo como de manera crónica. En otros casos puede haber un resfriado común recurrente o un eczema particularmente pruriginoso que puede ocurrir en muchas partes diferentes de la piel. Algunas víctimas pueden sufrir problemas cutáneos y respiratorios al mismo tiempo.

Además de estas consecuencias características de la intoxicación, existen efectos bastante diferentes resultantes de la exposición a concentraciones muy bajas durante un largo período de años; estos combinan asma típica con bradipnea espiratoria y eosinofilia en el esputo.

La fisiopatología de la intoxicación aún está lejos de ser completamente conocida. Algunos creen que hay una irritación primaria; otros piensan en un mecanismo de inmunidad, y es cierto que en algunos casos se ha demostrado la presencia de anticuerpos. La sensibilidad podría demostrarse con pruebas de provocación, pero se debe tener mucho cuidado para evitar una mayor sensibilización, y solo un médico experimentado debe administrar estas pruebas. Sin embargo, muchas pruebas alergológicas (con acetilcolina o los alérgenos estándar, por ejemplo) son generalmente negativas. Con respecto a las pruebas de función pulmonar, el cociente FEV/FVC parece ser la forma más conveniente de expresar la respiración defectuosa. Los exámenes funcionales habituales realizados fuera de un lugar de exposición al peligro son normales.

4,4'-diisocianato de difenilmetano (MDI). Esta sustancia es menos volátil y sus vapores se vuelven nocivos solo cuando la temperatura se acerca a los 75 °C, pero se han descrito casos similares de envenenamiento. Ocurren principalmente con aerosoles, ya que el MDI se usa a menudo en forma líquida para atomizar.

diisocianato de hexametilen. Esta sustancia, menos utilizada, es muy irritante para la piel y los ojos. Los problemas más comunes que se le atribuyen son formas de blefaroconjuntivitis. El isocianato de metilo es el pensamiento químico responsable del desastre de Bhopal.

Diisocianato de 1,5-naftileno. Este isocianato es poco utilizado en la industria. Se ha informado de envenenamiento después de la exposición al vapor calentado a más de 100 °C.

Medidas de Seguridad y Salud

Ventilación, equipo de protección y capacitación en seguridad y salud para los trabajadores, como se describe en otra parte de este Enciclopedia, son necesarios para trabajar con isocianatos. Es importante contar con ventilación local ubicada lo más cerca posible de la fuente de vapores de isocianato. La descomposición y liberación de isocianatos de las espumas y colas de poliuretano debe tenerse en cuenta en el diseño de cualquier proceso industrial.

Prevención médica. El examen médico previo al empleo debe incluir un cuestionario y un examen clínico completo para prevenir la exposición de personas con antecedentes alérgicos cutáneos o respiratorios a los isocianatos. Los trabajadores expuestos deben mantenerse bajo observación regular. Las instalaciones sanitarias a disposición de los trabajadores deben incluir duchas.

Tablas de isocianatos

Tabla 1 - Información química.

Tabla 2 - Riesgos para la salud.

Tabla 3 - Riesgos físicos y químicos.

Tabla 4 - Propiedades físicas y químicas.

 

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Miércoles, agosto 03 2011 06: 13

Cetonas

La estructura química de las cetonas se caracteriza por la presencia de un grupo carbonilo (-C=O) que está unido a dos átomos de carbono. Las cetonas están representadas por la fórmula general R-CO-R', donde R y R' suelen ser grupos alquilo o arilo. Existe una similitud considerable entre las diferentes cetonas en los métodos utilizados para su producción y también en sus propiedades, tanto biológicas como químicas.

Usos

Las cetonas se producen por deshidrogenación catalítica u oxidación de alcoholes secundarios. En la industria petroquímica se suelen obtener por hidratación de olefinas. Son ampliamente utilizados como solventes industriales para tintes, resinas, gomas, alquitranes, lacas, ceras y grasas. También actúan como intermediarios en síntesis químicas y como solventes en la extracción de aceites lubricantes. Las cetonas se utilizan como disolventes en la producción de plásticos, seda artificial, explosivos, cosméticos, perfumes y productos farmacéuticos.

El solvente acetona se utiliza en las industrias de pinturas, lacas y barnices, caucho, plásticos, colorantes, explosivos y fotografía. También se utiliza en la producción de aceites lubricantes y en la fabricación de seda artificial y cuero sintético. En la industria química, la acetona es un intermediario en la producción de muchas sustancias químicas, como la cetena, el anhídrido acético, el metacrilato de metilo, la isoforona, el cloroformo, el yodoformo y la vitamina C.

El uso principal de metil etil cetona (MEK) es para la aplicación de recubrimientos protectores y adhesivos, lo que refleja sus excelentes características como solvente. También se usa como solvente en la producción de cintas magnéticas, desparafinado de aceite lubricante y procesamiento de alimentos. Es un ingrediente común en barnices y pegamentos, y un componente de muchas mezclas de solventes orgánicos.

Óxido de mesitilo, metilbutilcetona (MBK) y metil isobutil cetona (MIBK) se utilizan como disolventes en las industrias de pinturas, barnices y lacas. 4-metil-3-penteno-2-ona es un componente de los removedores de pinturas y barnices y un solvente para lacas, tintas y esmaltes. También se utiliza como repelente de insectos, disolvente de resinas y gomas de nitrocelulosa-vinilo, intermediario en la preparación de metilisobutilcetona y agente aromatizante. La metilbutilcetona es un solvente de evaporación media para acrilatos de nitrocelulosa y recubrimientos alquídicos. La metilisobutilcetona es un desnaturalizante para el alcohol y un solvente para la nitrocelulosa, lacas y barnices y revestimientos protectores. Se utiliza en la fabricación de alcohol amílico metílico, en la extracción de uranio de productos de fisión y en el desparafinado de aceites minerales.

Las cetonas halogenadas se utilizan en gases lacrimógenos. La cloroacetona, producida por la cloración de la acetona, también se usa como pesticida y en acopladores para fotografía en color. La bromoacetona, producida mediante el tratamiento de acetona acuosa con bromo y clorato de sodio a una temperatura de 30 a 40 °C, se utiliza en síntesis orgánica. Las cetonas alicíclicas ciclohexanona y isoforona se utilizan como solventes para una variedad de compuestos que incluyen resinas y nitrocelulosa. Además, la ciclohexanona es un intermediario en la fabricación de ácido adípico para nailon. Las cetonas aromáticas acetofenona y benzoquinona son disolventes y productos químicos intermedios. La acetofenona es una fragancia en perfumes, jabones y cremas, así como un agente saborizante en alimentos, bebidas no alcohólicas y tabaco. La benzoquinona es un acelerador de caucho, un agente de curtido en la industria del cuero y un agente oxidante en la industria de la fotografía.

Peligros

Las cetonas son sustancias inflamables, y los miembros más volátiles de la serie son capaces de desarrollar vapores en cantidad suficiente a temperatura ambiente normal para formar mezclas explosivas con el aire. Aunque en exposiciones industriales típicas, las vías respiratorias son la ruta principal de absorción, varias cetonas se absorben fácilmente a través de la piel intacta. Por lo general, las cetonas se excretan rápidamente, en su mayor parte en el aire espirado. Su metabolismo implica generalmente una hidroxilación oxidativa, seguida de una reducción al alcohol secundario. Las cetonas poseen propiedades narcóticas cuando se inhalan en altas concentraciones. En concentraciones más bajas pueden provocar náuseas y vómitos, y son irritantes para los ojos y el sistema respiratorio. Los umbrales sensoriales corresponden a concentraciones aún más bajas. Estas propiedades fisiológicas tienden a mejorar en las cetonas insaturadas y en los miembros superiores de la serie.

Además de la depresión del sistema nervioso central (SNC), los efectos sobre el sistema nervioso periférico, tanto sensorial como motor, pueden resultar de una exposición excesiva a las cetonas. También son moderadamente irritantes para la piel, siendo probablemente el más irritante el metil-n-amilcetona.

Acetona es altamente volátil y puede inhalarse en grandes cantidades cuando está presente en altas concentraciones. Puede ser absorbido en la sangre a través de los pulmones y difundido por todo el cuerpo. Pequeñas cantidades pueden ser absorbidas a través de la piel.

Los síntomas típicos que siguen a niveles altos de exposición a la acetona incluyen narcosis, irritación leve de la piel e irritación más pronunciada de las membranas mucosas. La exposición a altas concentraciones produce una sensación de inquietud, seguida de un colapso progresivo acompañado de estupor y respiración periódica y, finalmente, coma. También pueden ocurrir náuseas y vómitos, y algunas veces son seguidos por vómitos con sangre. En algunos casos, la albúmina y los glóbulos rojos y blancos en la orina indican la posibilidad de daño renal, y en otros, se puede suponer daño hepático por los altos niveles de urobilina y la aparición temprana de bilirrubina informados. Cuanto más larga sea la exposición, menor será la frecuencia respiratoria y el pulso; estos cambios son aproximadamente proporcionales a la concentración de acetona. Los casos de intoxicación crónica resultantes de una exposición prolongada a bajas concentraciones de acetona son raros; sin embargo, en casos de exposición repetida a bajas concentraciones, se recibieron quejas de dolor de cabeza, somnolencia, vértigo, irritación de garganta y tos.

1-bromo-2-propanona (bromoacetona) es tóxico e intensamente irritante para la piel y las mucosas. Debe almacenarse en un área ventilada y, siempre que sea posible, usarse en sistemas cerrados. Los contenedores deben mantenerse cerrados y claramente etiquetados. El personal potencialmente expuesto a sus vapores debe usar gafas de seguridad químicas herméticas y equipo de protección respiratoria. Está clasificado en algunos países como un desecho peligroso, por lo que requiere requisitos especiales de manejo.

2-Cloroacetofenona es un fuerte irritante de los ojos, que induce el lagrimeo. La exposición aguda puede provocar daños permanentes en la córnea. Los efectos de este químico parecen ser principalmente efectos irritantes. Al calentarse se descompone en humos tóxicos.

Ciclohexanona. Altas dosis en animales de experimentación produjeron cambios degenerativos en hígado, riñón y músculo cardíaco; la administración repetida sobre la piel produjo cataratas; la ciclohexanona también demostró ser embriotóxica para los huevos de gallina; sin embargo, en personas expuestas a dosis mucho más bajas, los efectos parecen ser principalmente los de un irritante moderado.

1-cloro-2-propanona (cloroacetona) es un líquido cuyo vapor es un fuerte lacrimador e irritante para la piel y las vías respiratorias. Sus efectos como irritante ocular y lacrimador son tan grandes que se ha utilizado como gas de guerra. Una concentración de 0.018 mg/l es suficiente para producir lagrimeo, y una concentración de 0.11 mg/l normalmente no se soportará durante más de 1 min. Se deben respetar las mismas precauciones en el manejo y almacenamiento que las aplicables al cloro.

Diacetona tiene propiedades irritantes para los ojos y las vías respiratorias superiores; en concentraciones más altas causa excitación y somnolencia. La exposición prolongada puede provocar daño hepático y renal y cambios en la sangre.

Hexafluoroacetona [CAS 684-16-2] es un gas muy irritante, especialmente para los ojos. La exposición a concentraciones relativamente altas provoca insuficiencia respiratoria y hemorragias conjuntivales. Varios estudios experimentales han demostrado efectos adversos en el sistema reproductivo masculino, incluido el deterioro de la espermatogénesis. También se han observado cambios en hígado, riñones y sistema linfopoyético. Las propiedades irritantes de esta sustancia requieren que se tomen precauciones especiales de manipulación.

Isoforona. Además de una fuerte irritación de los ojos, la nariz y las membranas mucosas, este producto químico puede afectar el sistema nervioso central y hacer que una persona expuesta sufra una sensación de asfixia. Los otros signos de efectos en el SNC pueden ser mareos, fatiga y embriaguez. La exposición repetida en animales de experimentación causó efectos tóxicos en los pulmones y los riñones; la exposición única a dosis altas puede producir narcosis y parálisis del centro respiratorio.

óxido de mesitilo es un fuerte irritante tanto en contacto con el líquido como en la fase de vapor, y puede causar necrosis de la córnea. La exposición corta tiene efectos narcóticos; exposiciones prolongadas o repetidas pueden dañar el hígado, los riñones y los pulmones. Se absorbe fácilmente a través de la piel intacta.

Metil amil cetona es irritante para la piel y produce narcosis en altas concentraciones, pero no parece ser neurotóxico.

Metil butil cetona (MBK). Se han atribuido casos de neuropatía periférica a la exposición a este solvente en una planta de tela recubierta donde el metilo-n-La butilcetona había sido sustituida por metilisobutilcetona en las máquinas de impresión antes de que se detectaran casos neurológicos. Esta cetona tiene dos metabolitos (5-hidroxi-2-hexanona y 2,5-hexanodiona) en común con n-hexano, que también se ha considerado como un agente causante de neuropatías periféricas y se analiza en otra parte de este Enciclopedia. Los síntomas de la neuropatía periférica incluyeron debilidad muscular y hallazgos electromiográficos anormales. Los primeros signos de intoxicación pueden incluir hormigueo, entumecimiento y debilidad en los pies.

2-metilciclohexanona. Al contacto es un fuerte irritante para los ojos y la piel; por inhalación es irritante para las vías respiratorias superiores. La exposición repetida puede dañar los riñones, el hígado y los pulmones. La metilciclohexanona reacciona violentamente con ácido nítrico.

Metil etil cetona (MEK). La exposición breve de los trabajadores a 500 ppm de MEK en el aire ha provocado náuseas y vómitos; se experimentó irritación de garganta y dolores de cabeza en concentraciones algo más bajas. A altas concentraciones ha habido algunos reportes de compromiso neurológico, con neuropatía reportada simétrica e indolora con predominio de lesiones sensoriales; puede involucrar miembros superiores o inferiores; en algunos casos, los dedos se han visto afectados tras la inmersión de las manos desnudas en el líquido. Se ha informado de dermatitis tanto después de la inmersión en el líquido como después de la exposición a vapores concentrados.

Metilisobutilcetona (MIBK) comparte los efectos irritantes del SNC de muchas otras cetonas. En altas concentraciones, los trabajadores pueden sentirse mareados, desarrollar dolores de cabeza y fatigarse.

Medidas de Seguridad y Salud

Deben aplicarse las medidas recomendadas para las sustancias inflamables. Las prácticas de trabajo y las técnicas de higiene industrial deben minimizar la volatilización de cetonas en el aire del lugar de trabajo para garantizar que no se excedan los límites de exposición.

Además, en la medida de lo posible, las cetonas con propiedades neurotóxicas (como la metiletilcetona y la metil-n-butilcetona) deben ser reemplazados por productos que reduzcan la toxicidad. Se recomiendan exámenes médicos previos a la colocación y periódicos, con especial atención al SNC y sistema nervioso periférico, sistema respiratorio, ojos, función renal y hepática. Un examen de electrodiagnóstico con electromiografía y velocidad de conducción nerviosa es apropiado particularmente para trabajadores expuestos a metil-n-butilcetona.

Tablas de cetonas

Tabla 1 - Información química.

Tabla 2 - Riesgos para la salud.

Tabla 3 - Riesgos físicos y químicos.

Tabla 4 - Propiedades físicas y químicas.

 

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Miércoles, agosto 03 2011 06: 16

Nitrocompuestos alifáticos

Los nitrocompuestos se caracterizan por el enlace C–NO2. Incluyen las mononitroparafinas, las polinitroparafinas, las nitroolefinas y los nitritos y nitratos de alquilo.

Las mononitroparafinas siguientes se obtienen por nitración directa de las parafinas apropiadas en fase de vapor y se utilizan principalmente como disolventes para ésteres de celulosa, otras resinas y para aceites, grasas, ceras y colorantes. Entre los grupos especiales de mononitroparafinas se encuentran las cloronitroparafinas.

Usos

Los nitrocompuestos alifáticos se utilizan como solventes, explosivos, propulsores de cohetes, fumigantes y aditivos de gasolina. Varios se encuentran en las industrias del caucho, textil y de pinturas y barnices.

Tetranitrato de pentaeritritol, dinitrato de etilenglicol (EGDN), tetranitrometano, nitroglicerina y 2-nitropropano son ingredientes de explosivos. El dinitrato de etilenglicol es un alto explosivo, pero también tiene la propiedad de reducir el punto de congelación de la nitroglicerina. En la mayoría de los países con clima templado a frío, la dinamita se fabrica a partir de una mezcla de nitroglicerina y EGDN. La nitroglicerina se utiliza en explosivos de gran potencia y en la producción de dinamita y otros explosivos; sin embargo, ha sido reemplazado gradualmente por nitrato de amonio en esta aplicación. Además, la nitroglicerina se usa para combatir incendios en pozos petroleros. La nitroglicerina también se usa en medicina como vasodilatador en el espasmo de las arterias coronarias.

La nitroglicerina, el 2-nitropropano, el tetranitrometano y el nitrometano sirven como propulsores de cohetes. El 1-nitropropano y el 2-nitropropano son solventes y aditivos de gasolina, y el tetranitrometano es un refuerzo de combustible diesel. El 2-nitropropano encuentra uso como depresor de humo en el combustible diesel y como componente de los combustibles para autos de carrera y removedores de pintura y barniz.

La cloropicrina es un rodenticida y un agente de guerra química, mientras que el nitrometano y el nitroetano se utilizan como propulsores en el ejército. El ácido nitrilotriacético tiene numerosos usos en las industrias de tratamiento de agua, textiles, caucho y pulpa y papel. También funciona como aditivo de agua de alimentación de calderas y agente quelante en la limpieza y separación de metales.

Las nitroparafinas cloradas se utilizan con mayor frecuencia como disolventes e intermedios en las industrias química y del caucho sintético. Han encontrado uso como pesticidas, especialmente fumigantes, fungicidas y ovicidas de mosquitos.

Las nitroolefinas pueden producirse por deshidratación de los nitroalcoholes o por adición inmediata de óxidos de nitrógeno a las olefinas. No tienen un uso industrial amplio.

Los nitritos de alquilo se producen por la acción de los nitritos sobre los alcoholes en presencia de ácido sulfúrico diluido, y también con las mononitroparafinas por la reacción de los haluros de alquilo y los nitritos. El mayor uso de los nitritos de alquilo ha sido en explosivos industriales y militares, aunque estas sustancias también se utilizan en síntesis orgánica y como agentes terapéuticos (vasodilatadores) en medicina. Se hidrolizan fácilmente con la liberación de ácido nitroso, así como reacciones de intercambio cuando se disuelven en alcoholes. Los nitratos de alquilo se forman por la interacción de alcoholes y ácido nítrico. El nitrato de etilo y, en cierta medida, el nitrato de metilo se utilizan en la síntesis orgánica como agentes nitrantes para compuestos aromáticos. El nitrato de metilo también se utiliza como combustible para cohetes.

Peligros

Pueden producirse efectos por absorción por cualquier vía (es decir, inhalación, ingestión, absorción cutánea). Puede producirse irritación como resultado del contacto con la piel. A menudo, el riesgo industrial más importante es la inhalación de vapores, ya que las presiones de vapor suelen ser lo suficientemente altas como para producir niveles considerables de vapor en el lugar de trabajo. Cuando se exponen a altas temperaturas, llamas o impactos, ciertos nitrocompuestos alifáticos constituyen un riesgo de incendio y explosión. También pueden tener lugar reacciones químicas exotérmicas espontáneas. Los síntomas de exposición pueden incluir irritación de las mucosas, náuseas, vómitos, dolores de cabeza, dificultad para respirar (disnea) y mareos. La exposición crónica a estas sustancias puede aumentar el riesgo de carcinogenicidad (en animales), cardiopatía isquémica y muerte súbita.

nitroparafinas

Las nitroparafinas tienen un efecto depresivo sobre el sistema nervioso central y también provocan lesiones en el hígado y los riñones. Las polinitroparafinas son considerablemente más tóxicas que las mononitroparafinas. Exposición industrial a 30 ppm de nitropropano (una mononitroparafina) provocaba síntomas como dolor de cabeza, náuseas, vómitos y diarrea. No se observaron signos a concentraciones de 10 a 20 ppm. En los trabajadores, los efectos observados de tetranitrometano (una polinitroparafina) incluían irritación del sistema respiratorio, disnea, mareos y, con exposiciones repetidas, anemia, cianosis y bradicardia. El potencial cancerígeno se analiza a continuación. En condiciones ordinarias, nitrometano (una mononitroparafina) es relativamente estable, pero puede detonarse por impacto o por calor. El daño causado por dos explosiones separadas de nitrometano en carros tanque fue muy considerable y, como resultado de estas experiencias, el nitrometano ahora se almacena y transporta en tambores en lugar de a granel. La inhalación de nitrometano produce irritación leve y toxicidad antes de que ocurra la narcosis; el daño hepático puede resultar de la exposición repetida. Debe manipularse en condiciones de buena ventilación, preferiblemente ventilación por extracción local; se debe usar equipo de protección personal.

Aunque nitroetano es menos explosiva que el nitrometano, esta sustancia podría explotar en condiciones apropiadas de contaminación y confinamiento, siendo necesarios métodos de manipulación seguros. Es un irritante moderado de las vías respiratorias, pero no se han registrado lesiones industriales graves. Deben proporcionarse condiciones de buena ventilación.

Nitro-olefinas

Las nitroolefinas se consideran altamente tóxicas debido a la vigorosa irritación local que provocan al entrar en contacto con líquidos o vapores en concentraciones tan bajas como 0.1 a 1 ppm (p. ej., nitrobuteno, nitrohexeno, nitrononeno), ya la rápida absorción de estos compuestos por cualquier vía. Los efectos tóxicos aparecen inmediatamente después de la exposición e incluyen hiperexcitabilidad, convulsiones, taquicardia, hiperpnea, depresión, ataxia, cianosis y asfixia. Los cambios patológicos son más pronunciados en los pulmones, independientemente de la vía de absorción.

Nitratos y nitritos de alquilo

Los nitritos de alquilo se consideran tóxicos debido a su efecto sobre la formación de iones de nitrito, que son fuertes agentes oxidantes. Los nitratos y nitritos de alquilo pueden causar la formación de metahemoglobina en la sangre. Cuando se calientan, pueden descomponerse, liberando óxidos de nitrógeno, que son altamente tóxicos. En altas concentraciones, los nitritos de alquilo son narcóticos. Los nitratos de alquilo son altamente tóxicos y en grandes dosis pueden causar mareos, calambres abdominales, vómitos, diarrea sanguinolenta, debilidad, convulsiones y colapso. Pequeñas dosis repetidas pueden provocar debilidad, depresión general, dolor de cabeza y trastornos mentales.

Cloropicrina los vapores son altamente irritantes para los ojos, causando lagrimeo intenso, y para la piel y el tracto respiratorio. La cloropicrina provoca náuseas, vómitos, cólicos y diarrea si entra en el estómago.

Los datos sobre los efectos de la cloropicrina se derivan principalmente de la experiencia de la Primera Guerra Mundial con agentes de guerra química. Es un irritante pulmonar con una toxicidad mayor que el cloro pero menor que el fosgeno. Los datos militares indican que la exposición a 4 ppm durante unos segundos es suficiente para dejar a una persona incapacitada para la acción, y 15 ppm durante 60 segundos provoca lesiones bronquiales o pulmonares marcadas. Provoca lesiones particularmente en los bronquios pequeños y medianos, y el edema es frecuentemente la causa de la muerte. Debido a su reacción con los grupos sulfhidrilo, interfiere con el transporte de oxígeno y puede producir latidos cardíacos débiles e irregulares, ataques asmáticos recurrentes y anemia. Una concentración de alrededor de 1 ppm provoca lagrimeo severo y es una buena advertencia de exposición; a concentraciones más altas, la irritación de la piel es evidente. La ingestión puede ocurrir debido a la deglución de saliva que contiene cloropicrina disuelta y producir vómitos y diarrea. La cloropicrina no es combustible; sin embargo, cuando se calienta puede detonar y también puede detonarse por choque por encima de un volumen crítico.

Dinitrato de etilenglicol (EGDN). Cuando el dinitrato de etilenglicol se introdujo por primera vez en la industria de la dinamita, los únicos cambios observados fueron similares a los que afectaban a los trabajadores expuestos a la nitroglicerina: dolor de cabeza, sudoración, enrojecimiento facial, hipotensión arterial, palpitaciones y mareos, especialmente al comienzo del trabajo, los lunes por la mañana. y después de una ausencia. El EGDN, que se absorbe a través del tracto respiratorio y la piel, tiene una acción hipotensora aguda significativa. Cuando empezaron a darse casos de muerte súbita entre los trabajadores de la industria de explosivos, nadie sospechó de inmediato el origen laboral de estos accidentes hasta que, en 1952, Symansky atribuyó numerosos casos de fatalidad ya observados por los fabricantes de dinamita en Estados Unidos, los Estados Unidos Unido y la República Federal de Alemania a la intoxicación crónica por EGDN. Luego se observaron otros casos, o al menos se sospecharon, en varios países, como Japón, Italia, Noruega y Canadá.

Después de un período de exposición que a menudo varía entre 6 y 10 años, los trabajadores expuestos a mezclas de nitroglicerina y EGDN pueden quejarse de un dolor repentino en el pecho, parecido al de la angina de pecho, y/o morir repentinamente, generalmente entre 30 y 64 horas después de la exposición. terminación de la exposición, ya sea durante el sueño o después de los primeros esfuerzos físicos del día después de llegar al trabajo. La muerte suele ser tan repentina que normalmente no es posible evaluar a las víctimas con cuidado durante el ataque.

El tratamiento de urgencia con dilatadores coronarios y, en particular, nitroglicerina ha resultado ineficaz. En la mayoría de los casos, la autopsia resultó negativa o no parecía que las lesiones coronarias y miocárdicas fueran más prevalentes o extensas que en la población general. En general, los electrocardiogramas también han resultado engañosos. Desde el punto de vista clínico, los observadores han notado hipotensión sistólica, que es más marcada durante las horas de trabajo, acompañada de aumento de la presión diastólica, a veces con signos modestos de hiperexcitabilidad del sistema piramidal; con menos frecuencia ha habido signos de acrocianosis, junto con algunos cambios en la reacción vasomotora. Se han informado parestesias periféricas, particularmente durante la noche, y esto puede atribuirse a espasmos arteriolares y/oa neuropatía periférica. También se ha informado sensibilización de la piel.

La nitroglicerina. La nitroglicerina es una sustancia altamente explosiva que es muy sensible a los golpes mecánicos; también se detona fácilmente por calor o reacción química espontánea. En los explosivos comerciales, su sensibilidad se reduce mediante la adición de un absorbente como la pulpa de madera y productos químicos como el dinitrato de etilenglicol y el nitrato de amonio. En forma de dinamita pura o de amoníaco, la sustancia presenta un riesgo de explosión moderado.

La nitroglicerina puede ser absorbida por el cuerpo por ingestión, inhalación oa través de la piel intacta. Provoca dilatación arterial, aumento del ritmo cardíaco y reducción de la presión arterial y del pulso. Se han informado casos de muerte súbita entre trabajadores de explosivos en contacto con nitroglicerina; sin embargo, la muerte generalmente se ha atribuido a la acción del dinitrato de etilenglicol mezclado con nitroglicerina en la fabricación de dinamita.

La mayoría de los trabajadores se adaptan rápidamente a la acción hipotensora de la nitroglicerina, pero la interrupción de la exposición (incluso durante algunos días, como el fin de semana) puede interrumpir esta adaptación, y algunos trabajadores pueden incluso sufrir un período de náuseas al reanudar el trabajo el lunes. mañanas; algunos trabajadores nunca se adaptan y deben retirarse de la exposición después de un período de prueba de 2 a 3 semanas. La exposición prolongada a la nitroglicerina puede provocar trastornos neurológicos, y la ingestión de grandes cantidades suele provocar un colapso fatal.

Los síntomas iniciales de la exposición son dolor de cabeza, embotamiento y reducción de la presión arterial; estos pueden ir seguidos de náuseas, vómitos con la consiguiente fatiga y pérdida de peso, cianosis y trastornos del sistema nervioso central que pueden ser tan intensos como la manía aguda. En casos de intoxicación grave, se han observado confusión, belicosidad, alucinaciones y manifestaciones maníacas. Las bebidas alcohólicas pueden precipitar el envenenamiento y aumentar su gravedad. En el envenenamiento crónico, hay problemas digestivos, temblores y neuralgia.

La nitroglicerina puede producir irritación moderada en el sitio de aplicación; Se han observado erupciones en las palmas de las manos y espacios interdigitales y úlceras debajo de las uñas en trabajadores que manipulan nitroglicerina.

Nitroparafinas cloradas. Cuando se exponen al calor oa las llamas, las nitroparafinas cloradas se descomponen fácilmente en gases peligrosos como el fosgeno y los óxidos de nitrógeno. Estos vapores altamente tóxicos pueden provocar irritación de las membranas mucosas y daño pulmonar con diversos grados de edema agudo y muerte. Sin embargo, no se ha reportado información sobre exposiciones accidentales de humanos.

La toxicidad de algunas de las sustancias no ha sido claramente aclarada. En general, sin embargo, las exposiciones experimentales a altas concentraciones produjeron daños no solo en el sistema respiratorio sino también posiblemente en el hígado, los riñones y el sistema cardiovascular. Además, la ingestión ha causado congestión del tracto gastrointestinal y la irritación de la piel resultó del contacto con grandes cantidades. No se han registrado reportes significativos sobre casos crónicos locales o sistémicos de intoxicación en trabajadores industriales.

Las nitroparafinas cloradas incluyen cloronitrometano, dicloronitrometano, 1-cloro-1-nitroetano, 1,1-dicloro-1-nitro-etano, 1-cloro-1-nitropropano, 1-cloro-2-nitropropano, 2-cloro-1-nitropropano y 2-cloro-2-nitropropano.

2-nitropropano (2-NP)

Los estudios de humanos que fueron expuestos accidentalmente a 2-NP muestran que una breve exposición a altas concentraciones puede ser dañina. Un informe atribuye la muerte de un trabajador y el daño hepático de otro a exposiciones de alto nivel a 2-NP que ocurrieron mientras pintaban el interior de un tanque. Habían utilizado una pintura epoxi de zinc diluida con 2-NP y etilglicol (2-etoxietanol). Otro informe describe la muerte de cuatro hombres que trabajaban en espacios confinados con pintura, revestimiento de superficies y productos de resina a base de poliéster que contenían 2-NP. Los cuatro trabajadores tenían daño hepático y destrucción de hepatocitos. Los autores atribuyeron las muertes a la sobreexposición al 2-NP, pero admitieron que otros disolventes podrían haber influido, ya que el análisis toxicológico no identificó el 2-NP. La exposición continua a concentraciones de 20 a 45 ppm de 2-NP provocó náuseas, vómitos, diarrea, anorexia y fuertes dolores de cabeza en los trabajadores de una planta. En otro caso, se desarrolló hepatitis tóxica en trabajadores de la construcción que aplicaban resinas epoxi a las paredes de una planta de energía nuclear. Aunque la hepatitis se atribuyó a una hepatoxina conocida, páginas'-metilendianilina (4,4'-diaminodifenilmetano), también podría haber resultado del 2-NP que los hombres usaban para lavarse las resinas epoxi de la piel.

Es posible que los trabajadores no puedan detectar el 2-NP por su olor, incluso en presencia de concentraciones potencialmente peligrosas. Un informe afirma que los humanos no pueden detectar 2-NP a 83 ppm por su olor. Otro afirma que el 2-NP no se puede detectar por el olor hasta que la concentración es de aproximadamente 160 ppm. Sin embargo, en 1984 un estudio informó la detección de olores a 3.1 y 5 ppm.

Estudios de carcinogenicidad. 2-NP es cancerígeno en ratas. Los estudios han demostrado que la exposición a 100 ppm de 2-NP durante 18 meses (7 horas al día, 5 días a la semana) provocó cambios destructivos en el hígado y carcinoma hepatocelular en algunos hombres. El aumento de la exposición a 2-NP resultó en una mayor incidencia de cáncer de hígado y un daño hepático más rápido. En 1979 se informó un estudio epidemiológico de 1,481 trabajadores de una empresa química expuestos a 2-NP. Los autores concluyen que “el análisis de estos datos no sugiere ningún patrón inusual de mortalidad por cáncer u otra enfermedad entre este grupo de trabajadores”. Señalan apropiadamente, sin embargo, que "tanto porque la cohorte es pequeña como porque el período de latencia es, para la mayoría, relativamente corto, no se puede concluir a partir de estos datos que el 2-NP no es cancerígeno en humanos".

Hay, además, una serie de hallazgos no explicados con respecto a la mortalidad por cáncer observada entre los empleados que la empresa ha clasificado como no expuestos a 2-NP. Cuando se combinan las cifras de mortalidad de todos los hombres, independientemente de la categoría de exposición, hubo cuatro muertes por cáncer linfático donde solo se esperaba una. Entre el total de 147 empleadas hubo ocho muertes por todas las causas frente a las 2.9 muertes esperadas, y cuatro muertes por cáncer frente a las 0.8 esperadas. Finalmente, los autores informan que se observaron siete muertes por sarcomas, que es una forma relativamente rara de malignidad, en la pequeña cohorte del estudio. Este número parece inusualmente alto. Sin embargo, no fue posible generar un número esperado de muertes para comparar y determinar estadísticamente si los cánceres sarcomatosos estaban en exceso, porque como categoría no se pueden desglosar en el método estándar de notificación y clasificación de muertes. En resumen, no hay evidencia directa hasta la fecha de que el 2-NP sea cancerígeno en humanos. En 1982, la IARC había concluido que había “pruebas suficientes” de 2-NP como carcinógeno en ratas; al mismo tiempo, la ACGIH lo clasificó como un carcinógeno humano sospechoso. Actualmente está clasificado como carcinógeno A3 (cancerígeno en animales).

Medidas de Seguridad y Salud

Los métodos más importantes de control técnico para prevenir peligros son la ventilación por extracción general o local. La ventilación general implica la dilución del aire contaminado con aire fresco mediante ventiladores o sopladores en el entorno de trabajo. La ventilación de escape local generalmente significa la eliminación de los contaminantes de los ambientes donde se generan los humos nocivos. La concentración de la sala de trabajo debe mantenerse por debajo de los límites de exposición utilizando ambos métodos.

Si no es posible reducir las cantidades excesivas de contaminantes en el aire solo con los métodos de ventilación, se recomienda encerrar un proceso o segregar al personal. Los aparatos en los que se produzcan o elaboren nitrocompuestos alifáticos deberán ser del tipo sellado. Los trabajadores deben estar provistos de equipo de protección respiratoria y protección para la piel. También son necesarias medidas contra incendios y explosiones. También se recomienda la supervisión médica general, incluidos los exámenes médicos periódicos de los trabajadores.

Siempre que sea posible, la cloropicrina debe reemplazarse por una sustancia química menos tóxica. Cuando exista un riesgo de exposición (p. ej., en la fumigación del suelo), los trabajadores deberían estar adecuadamente protegidos mediante el uso de protección ocular química adecuada, equipo de protección respiratoria preferiblemente del tipo de suministro de aire y, en el caso de concentraciones elevadas, ropa protectora para evitar exposición de la piel. Se debe tener especial cuidado durante la mezcla y dilución de cloropicrina; los invernaderos en los que se ha tratado el suelo deben estar claramente etiquetados y se debe impedir la entrada de personas sin protección.

La consideración principal en la producción y uso de EGDN es la prevención de explosiones; en consecuencia, es necesario adoptar las mismas medidas de seguridad que las empleadas en la fabricación de nitroglicerina y en la industria de explosivos en su conjunto. Se ha logrado un progreso considerable en este sentido mediante el control remoto (por medios ópticos, mecánicos o electrónicos) de las operaciones más peligrosas (en particular, la molienda) y mediante la automatización de numerosos procesos como la nitración, la mezcla, el llenado de cartuchos, etc. Las disposiciones de este tipo también tienen la ventaja de reducir al mínimo tanto el número de trabajadores expuestos al contacto directo con EGDN como los tiempos de exposición relacionados.

En los casos en que los trabajadores aún estén expuestos a EGDN, es necesaria una variedad de medidas de seguridad y salud. En particular, la concentración de EGDN en la mezcla de explosivos debe reducirse en función de la temperatura ambiente y, en países de clima templado, no debe exceder del 20 al 25 % de EGDN; durante la estación cálida, puede ser apropiado excluir EGDN por completo. Sin embargo, deben evitarse cambios demasiado frecuentes en la concentración de EGDN para evitar una mayor frecuencia de retiros. Para reducir el riesgo de inhalación, es necesario controlar la concentración atmosférica en el lugar de trabajo mediante ventilación general y, si es necesario, inducción de aire, ya que la ventilación por extracción local puede implicar un riesgo de explosión.

La absorción por la piel puede reducirse mediante la adopción de métodos de trabajo adecuados y el uso de ropa protectora, incluida la protección de manos de polietileno; el neopreno, el caucho y el cuero son fácilmente penetrados por el nitroglicol y no pueden proporcionar una protección adecuada. El empleador debe asegurarse de que el equipo se lave al menos dos veces por semana. Se debe fomentar la higiene personal y los trabajadores deben ducharse al final de cada turno. Un jabón indicador de sulfito podría detectar cualquier rastro residual de mezcla de nitroglicerina/EGDN en la piel; la ropa de trabajo debe estar completamente separada de la ropa personal. El equipo de protección respiratoria puede ser necesario en determinadas circunstancias (como el trabajo en áreas confinadas).

Durante la producción de nitroglicerina es esencial aplicar las medidas necesarias para el manejo de materiales explosivos, como se discutió en otra parte del Enciclopedia. Debe prestarse especial atención al control efectivo del proceso de nitración, que implica una reacción altamente exotérmica. Los recipientes de nitración deben estar equipados con serpentines de enfriamiento o dispositivos similares, y debe ser posible ahogar la carga por completo en caso de que se desarrolle una situación peligrosa. No se debe usar vidrio o metal expuesto en la planta, y normalmente se excluye el equipo operado eléctricamente.

Siempre que sea posible, el proceso debe estar completamente automatizado, con control remoto y supervisión de circuito cerrado de televisión. Cuando se requiera que las personas trabajen con nitroglicerina, se debe instalar ventilación de extracción local respaldada por una buena ventilación general. Cada trabajador debe contar con al menos tres juegos completos de ropa de trabajo, incluido el gorro, que debe ser lavado por el empleador. Esta ropa debe cambiarse por lo menos al comienzo de cada turno; bajo ningún concepto se deben volver atrás las perneras de los pantalones o las mangas de las túnicas, y sólo se deben usar zapatos aprobados y en buenas condiciones. La nitroglicerina penetrará en la goma delgada; en consecuencia, la protección de las manos debe estar hecha de nailon o polietileno con un forro de algodón que absorba el sudor.

Cuando se sospeche de concentraciones atmosféricas indebidamente altas de nitroglicerina, los trabajadores deben usar equipo de protección respiratoria, y los trabajadores que limpian tazones de conteo, máquinas de sala y pozos de cintas de arrastre deben estar equipados con un respirador de línea de aire. Bajo ninguna circunstancia se debe permitir el ingreso de alimentos, bebidas o productos de tabaco al lugar de trabajo, y es necesario lavarse cuidadosamente antes de las comidas.

El 2-nitropropano debe manipularse en el lugar de trabajo como carcinógeno humano potencial.

Prevención médica. Esto incluye un examen previo a la colocación que trata sobre el estado general de salud, el sistema cardiovascular (el examen electrocardiográfico en reposo y durante el ejercicio es esencial), el sistema neurológico, la orina y la sangre. Las personas con una presión sistólica superior a 150 o inferior a 100 mm Hg o una presión diastólica superior a 90 o inferior a 60 mm Hg, en principio, no deben considerarse aptas para la exposición ocupacional al nitroglicol. No es aconsejable que las mujeres embarazadas estén expuestas. Además de los exámenes periódicos, es necesario examinar a los trabajadores que regresan al trabajo después de una larga ausencia por enfermedad. El electrocardiograma debe repetirse al menos una vez al año.

Todos los trabajadores que padezcan enfermedades cardíacas, hipertensión, trastornos hepáticos, anemia o trastornos neurológicos, especialmente del sistema vasomotor, no deben exponerse a las mezclas de nitroglicerina/EGDN. También es aconsejable trasladar a otros puestos de trabajo a todos los trabajadores que hayan estado empleados durante más de 5 a 6 años en trabajos peligrosos, y evitar un cambio demasiado frecuente en la intensidad de la exposición.

Tablas de nitrocompuestos alifáticos

Tabla 1 - Información química.

Tabla 2 - Riesgos para la salud.

Tabla 3 - Riesgos físicos y químicos.

Tabla 4 - Propiedades físicas y químicas.

 

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Miércoles, agosto 03 2011 06: 19

Nitrocompuestos Aromáticos

Los nitrocompuestos aromáticos son un grupo de compuestos orgánicos encabezados por el nitrobenceno (C6H5NO2) y derivados del benceno y sus homólogos (tolueno y xileno), naftaleno y antraceno mediante la sustitución de uno o más átomos de hidrógeno por un grupo nitro (NO2). El grupo nitro puede reemplazarse junto con halógeno y ciertos radicales alquilo en casi cualquier posición del anillo.

Los nitrocompuestos de gran importancia industrial incluyen nitrobenceno, los mono- y dinitrotoluenos, trinitrotolueno (TNT), tetrilo, mononitroclorobencenos, nitroanilinas, nitroclorotoluenos, nitronaftaleno, dinitrofenol, ácido pícrico (trinitrofenol) y dinitrocresol. Se ha documentado suficiente experiencia sobre estos compuestos para proporcionar un resumen de sus propiedades tóxicas y las medidas de control de exposición requeridas para evitar daños a los seres humanos.

Un número mucho mayor de compuestos de este grupo corresponde a aquellos derivados que en ningún caso han sido fabricados en cantidades suficientes para permitir una evaluación completa del peligro; estos derivados incluyen los dinitroclorobencenos, dicloronitrobencenos, nitroxilenos, nitrotoluidinas, nitrocloroanilinas, nitroanisoles, nitrofenetoles y nitroanisidinas.

Usos

Los nitrocompuestos aromáticos tienen pocos usos directos distintos de la formulación de explosivos o como disolventes. El mayor consumo implica la reducción a derivados de la anilina utilizados en la fabricación de tintes, pigmentos, insecticidas, textiles (poliamida resistente al calor-”Nomex”), plásticos, resinas, elastómeros (poliuretano), productos farmacéuticos, reguladores del crecimiento vegetal, aditivos para combustibles, y aceleradores de caucho y antioxidantes.

El dinitrotoluenos se utilizan en síntesis orgánicas, tintes, explosivos y como aditivos propulsores. nitrotoluenos se emplean en la fabricación de colorantes, explosivos, toluidinas y ácidos nitrobenzoicos. También se utilizan en algunas formulaciones de detergentes, agentes de flotación y en la industria de neumáticos. Los nitrotoluenos se emplean en la síntesis de agentes de protección solar y en la producción de inhibidores de gasolina. 2,4,6-trinitrotolueno es un explosivo militar e industrial. nitrobenceno se utiliza en la fabricación de anilina. Actúa como solvente para éteres de celulosa y como ingrediente en ceras para metales, pisos y zapatos, y jabones. El nitrobenceno también se usa para refinar aceites lubricantes y en la producción de isocianatos, pesticidas, productos químicos para el caucho y productos farmacéuticos.

En la industria del cuero, m-nitrofenol es un fungicida y p-nitrofenol es un intermediario químico para conservantes de cuero. 2,4-Dinitrofenol es útil en la fabricación de reveladores fotográficos y sirve como conservante de madera e insecticida. 2-nitro-p-fenilendiamina y 4-amino-2-nitrofenol son componentes de productos de tintes permanentes para el cabello y tintes para pieles.

p-nitrosodifenilamina actúa como acelerador de la vulcanización del caucho y como inhibidor de la polimerización durante la fabricación de monómeros vinílicos. Ácido pícrico tiene numerosos usos en las industrias del cuero, textil y del vidrio. Se encuentra en explosivos, colorantes, germicidas, fungicidas, baterías eléctricas y combustible para cohetes. El ácido pícrico también se utiliza para grabar cobre y como producto químico intermedio. tetrilo se emplea como agente detonante intermediario para otros explosivos de gran potencia menos sensibles y como carga de refuerzo para dispositivos militares.

Peligros

Salud

El peligro agudo para la salud más destacado de los nitrocompuestos aromáticos es la cianosis, y la manifestación crónica es la anemia. Los nitrocompuestos liposolubles se absorben muy rápidamente a través de la piel intacta. Una cierta cantidad se excreta sin cambios a través de los riñones, pero la mayor parte se reduce a nitroso cianogénico y derivados de la hidroxilamina, que a su vez se degradan a la orto- y para -Análogos de aminofenol y excretados en la orina. Tres de cada cuatro casos de cianosis exhibirán la clásica apariencia azul o gris cenicienta, pero solo un tercio de las víctimas se quejará de síntomas de anoxia (dolor de cabeza, fatiga, náuseas, vértigo, dolor en el pecho, entumecimiento, dolor abdominal, dolor, palpitaciones, afonía, nerviosismo, falta de aire y comportamiento irracional). Se requieren análisis de sangre y orina para su confirmación. Los cuerpos de Heinz pueden detectarse en los glóbulos rojos. La metahemoglobinemia se analiza con más detalle en otra parte de este Enciclopedia.

El potencial cianogénico está profundamente alterado tanto por la naturaleza como por la posición de los grupos sustituyentes en el anillo de benceno. Además del potencial cianogénico, los nitroclorobencenos como clase también son irritantes para la piel. Los dinitroclorobencenos producen dermatitis por sensibilidad en la mayoría de las personas incluso después de un contacto leve. Los dicloronitrobencenos poseen una toxicidad intermedia.

Los efectos crónicos a largo plazo son más insidiosos y solo pueden detectarse a partir de registros médicos bien documentados. Los análisis de sangre bimensuales revelarán la aparición de anemia durante varios años, incluso en ausencia de cianosis detectable o excreción urinaria significativamente elevada.

El 2,4-dinitrotolueno afecta las enzimas metabolizadoras de fármacos en los microsomas hepáticos y se ha demostrado que es un hepatocarcinógeno en la rata. No hay datos disponibles en cuanto a su potencial cancerígeno para los humanos.

Se aislaron 1- y 2-nitronaftilamina como metabolitos urinarios de 1- y 2-nitronaftaleno, respectivamente, en ratas. Esto tiene implicaciones importantes para la posible carcinogenicidad de los nitronaftalenos.

Dinitrofenol (DNP) es un veneno agudo que interrumpe el metabolismo celular en todos los tejidos al alterar el proceso esencial de fosforilación oxidativa. Si no es fatal, los efectos son rápida y completamente reversibles. La exposición puede ocurrir por la inhalación de vapores, polvos o aerosoles de soluciones de DNP. Penetra en la piel intacta pero, como es un tinte amarillo brillante, la contaminación de la piel se reconoce fácilmente. Ha ocurrido envenenamiento sistémico tanto durante la producción como durante el uso. El DNP sólido es explosivo y también se han producido accidentes durante la producción y el uso. Se debe tener cuidado al manipularlo.

El envenenamiento resulta primero en sudoración excesiva, una sensación de calor con debilidad y fatiga. En casos severos, hay respiración rápida y taquicardia incluso en reposo, y puede haber un aumento de la temperatura corporal. La muerte, si se produce, es súbita y rigor mortis se produce casi de inmediato. El DNP ejerce sus efectos tóxicos mediante una alteración general del metabolismo celular que genera la necesidad de consumir cantidades excesivas de oxígeno para sintetizar el nucleótido de adenina esencial requerido para la supervivencia celular en el cerebro, el corazón y los músculos. Si la producción de calor es mayor que la pérdida de calor, puede resultar en una hipertermia fatal. Los efectos son más severos en los lugares de trabajo calurosos.

El DNP se reduce fácilmente a aminofenol, mucho menos tóxico, pero no inocuo, que se excreta en la orina de esta forma. Dado que el DNP se metaboliza y excreta rápidamente y que el envenenamiento no produce cambios estructurales en los tejidos, no se producen efectos crónicos o acumulativos de pequeñas dosis absorbidas durante períodos prolongados. El envenenamiento puede confirmarse al encontrar DNP o aminofenol en la orina mediante la prueba de Derrien. No se desarrolla metahemoglobinemia.

dinitrobenceno es una sustancia química potente con efectos multisistémicos (afectando mínimamente el sistema nervioso central (SNC), la sangre, el hígado, el sistema cardiovascular y los ojos). Puede causar anemia severa y es un inductor de metahemoglobinemia.

nitrobenceno puede ser absorbido por el cuerpo a través del sistema respiratorio o la piel (p. ej., de zapatos teñidos de negro con un tinte que contiene nitrobenceno, o de la contaminación de la ropa usada por los trabajadores empleados en la producción de nitrobenceno). El efecto tóxico sobresaliente del nitrobenceno es su capacidad para causar metahemoglobinemia. El inicio es insidioso y la cianosis aparece solo cuando el nivel de metahemoglobina en la sangre alcanza el 15% o más. En una etapa posterior, puede ocurrir hipotensión, dolor de cabeza, náuseas, vértigo, entumecimiento de las extremidades, debilidad general severa y alteraciones corticales si la metahemoglobinemia es severa. El nitrobenceno también es un veneno del sistema nervioso central que, en algunos casos, provoca excitación y temblores seguidos de depresión grave, inconsciencia y coma. El examen de la orina de las personas expuestas revela la presencia de nitro y aminofenoles, cuyas cantidades corren paralelas al nivel de metahemoglobinemia. La exposición repetida puede ir seguida de insuficiencia hepática hasta atrofia amarilla, ictericia hemolítica y anemia de diversos grados, con presencia de cuerpos de Heinz en los glóbulos rojos. El nitrobenceno también puede producir dermatitis debido a una irritación o sensibilización primaria.

Ácido pícrico y derivados. Los derivados del ácido pícrico de importancia industrial son los picratos metálicos (hierro, níquel, bario, cromo, plomo y potasio) y las sales de amoníaco y guanidina. Algunas de las sales metálicas (bario, plomo o potasio) se han utilizado como componentes de mezclas detonantes y de refuerzo en bombas, minas y proyectiles. Pueden producirse efectos tóxicos por contacto con la piel, inhalación o ingestión del polvo de ácido pícrico o sus sales. El contacto con la piel también puede producir enfermedades de la piel. Varias de sus sales metálicas también presentan riesgos de incendio y explosión.

Tras la ingestión de unos pocos gramos de ácido pícrico, que tiene un sabor intensamente amargo, pueden aparecer gastroenteritis aguda, hepatitis tóxica, nefritis, hematuria y otros síntomas urinarios. La piel y las conjuntivas se vuelven amarillas, principalmente debido al ácido pero en parte a la ictericia. Puede desarrollarse visión amarilla. La muerte, si se produce, se debe a lesiones renales y anuria. En raras ocasiones, la ictericia y el coma con convulsiones preceden a la muerte. Se produce dolor de cabeza y vértigo con náuseas y vómitos y erupciones en la piel después de la absorción desde la superficie del cuerpo.

En la industria, particularmente en la fabricación de explosivos, el principal problema de salud ha sido la aparición de enfermedades de la piel, siendo rara la intoxicación sistémica. Se ha informado que el ácido pícrico es un irritante de la piel distinto en forma sólida, pero en solución acuosa irrita solo la piel hipersensible; provoca una dermatitis de sensibilización similar a la que produce el picrato de amonio. La cara suele estar afectada, especialmente alrededor de la boca y los costados de la nariz. Hay edema, pápulas, vesículas y finalmente descamación. El endurecimiento ocurre como con el tetrilo y el trinitrotolueno. Los trabajadores que manipulan ácido pícrico o sus sales tienen la piel y el cabello teñidos de un color amarillento.

Los animales de experimentación severamente expuestos al polvo de picrato de amonio durante períodos de hasta 12 meses revelaron lesiones que sugerían lesiones definidas en ciertos tejidos. El polvo de ácido pícrico puede causar no sólo irritación de la piel sino también de la mucosa nasal. La inhalación de altas concentraciones de polvo ha provocado inconsciencia temporal seguida de debilidad, mialgia, anuria y posteriormente poliuria. Los efectos del ácido pícrico en los ojos incluyen irritación, lesión de la córnea, efectos visuales extraños (p. ej., apariencia amarilla de los objetos) y coloración amarilla de los tejidos.

El ácido pícrico y sus derivados inflamables y explosivos deben almacenarse en pequeñas cantidades en un área fresca y ventilada lejos de peligros agudos de incendio y materiales oxidantes potentes y, preferiblemente, en un edificio aislado o separado.

tetrilo. Los peligros de explosión encontrados en la producción de tetrilo son básicamente los mismos que los de otros productos de la industria de explosivos, aunque el tetrilo, al ser relativamente estable, no puede considerarse entre los explosivos más peligrosos.

Durante la fabricación de tetrilo, los trabajadores pueden estar expuestos a óxidos de nitrógeno y vapores ácidos en caso de que se produzcan fugas en los reactores de nitración. Puede haber exposición a cantidades apreciables de polvo de tetrilo durante la fabricación del refuerzo y las operaciones de manipulación subsiguientes, especialmente en el mezclado, pesaje, prensado de tabletas, desempolvado y en la carga y montaje de dispositivos explosivos no automatizados. Las principales manifestaciones de exposición son irritación de las mucosas, tinción y decoloración de la piel y el cabello, dermatitis y, en casos de exposición prolongada y grave, intoxicación sistémica por inhalación y absorción cutánea.

En la exposición inicial, el tetrilo produce una irritación aguda de las membranas mucosas nasal y faríngea. A los pocos días, las manos, la cara, el cuero cabelludo y el cabello de los trabajadores expuestos se tiñen de color amarillento. Bajo una exposición severa, las conjuntivas se ven afectadas y casi siempre inyectadas en sangre; El edema palpebral y periorbitario no es infrecuente. Durante las primeras 2 a 3 semanas de exposición, los trabajadores pueden desarrollar una dermatitis en forma de eritema, particularmente en la región del cuello, el pecho, la espalda y la superficie interna de los antebrazos. Después de unos días el eritema puede retroceder, dejando una descamación moderada. Los trabajadores que pueden continuar trabajando a pesar de la dermatitis desarrollan una tolerancia o se endurecen ante el tetril. Sin embargo, con exposición severa, o en sujetos con mala higiene personal o piel muy clara, la dermatitis puede extenderse a otras partes del cuerpo y volverse papular, vesicular y eccematosa.

Después de solo 3 a 4 días de exposición a altas concentraciones de polvo, los trabajadores pueden quejarse de dolores de cabeza seguidos de hemorragias nasales periódicas. La irritación de las vías respiratorias superiores no suele extenderse a los bronquios porque, debido a su gran tamaño, los cristales de tetril no suelen llegar tan lejos; sin embargo, se han observado tos seca y espasmos bronquiales. La diarrea y los trastornos menstruales pueden ocurrir ocasionalmente.

Muchos de los trastornos causados ​​por el tetrilo se deben a la acción irritante de los cristales. En algunos casos, la dermatitis es alérgica; en muchos casos se han sugerido mecanismos como la liberación local de histamina.

Después de una exposición severa y prolongada, el tetril causa envenenamiento crónico con trastornos digestivos (como pérdida de apetito, dolor abdominal, vómitos), pérdida de peso, hepatitis crónica, irritación del sistema nervioso central con insomnio, reflejos exagerados y excitación mental. Se han notificado casos de leucocitosis con ligera anemia ocasional. Ha habido informes de trastornos menstruales también. Los experimentos con animales indican daño en los túbulos renales.

El trinitrotolueno, comúnmente conocido como TNT, también es un inductor de metahemoglobina. Durante la Primera Guerra Mundial se descubrió que los trabajadores que participaban en la fabricación de municiones desarrollaron efectos hepáticos graves y anemia, con al menos el 25% de los aproximadamente 500 casos informados que terminaron en muertes. También se observaron efectos adversos durante la Segunda Guerra Mundial. Presumiblemente, las condiciones han mejorado, de modo que la exposición es mucho más limitada y entonces no debería ocurrir un envenenamiento manifiesto. También se han informado irregularidades menstruales, problemas del tracto urinario y cataratas.

Fuego y explosión

Los nitrocompuestos aromáticos son inflamables y los di- y trinitroderivados son explosivos en condiciones favorables (calor y choque). Las bombas que funcionan contra una válvula de descarga cerrada o una línea obstruida han producido suficiente calor por fricción con mononitrotolueno y nitroclorobencenos para producir explosiones. Aparte del nitrobenceno, los nitrocompuestos aromáticos no deben calentarse en condiciones alcalinas. Los dinitrocompuestos pueden formar sales de nitrolio sensibles a los golpes y se han producido incendios al calentar carbonato de potasio en
o-nitrotolueno.

Debe evitarse el contacto con agentes reductores fuertes, como sulfuro de sodio, polvo de zinc, hidrosulfito de sodio e hidruros metálicos, y agentes oxidantes fuertes, como bicromatos, peróxidos y cloratos, durante el almacenamiento y el tránsito. Aquellos derivados que contienen átomos de cloro reactivos requieren un cuidado especial en el almacenamiento y tránsito. Los procesos de reducción química deben prever la adición del compuesto nitro al sistema reductor (reducción de hierro ácido, sulfuro alcalino, etc.) en pequeños incrementos a una velocidad que evite el sobrecalentamiento o la acumulación de un exceso de compuesto nitro.

Aunque se reconocen los peligros inherentes a los ácidos nítrico y sulfúrico concentrados, se debe tener precaución al desechar el ácido mixto gastado que contiene componentes orgánicos que son muy inestables durante el almacenamiento o el calentamiento. El producto terminado debe lavarse a fondo y neutralizarse para evitar la corrosión metálica y la descomposición espontánea.

Medidas de Seguridad y Salud

Un programa de salud eficaz para prevenir el deterioro de la salud debido a la exposición a nitrocompuestos aromáticos requiere medidas de control de la exposición y supervisión médica. Los requisitos mínimos son el análisis del trabajo para garantizar los procedimientos de manipulación adecuados, el diseño adecuado del equipo tanto para la operación como para el mantenimiento, y la ventilación adecuada con control de la contaminación del aire. Se prefieren los sistemas totalmente cerrados. Cuando corresponda, el análisis del aire puede ser útil; pero, en general, los resultados han sido engañosos debido a la baja presión de vapor de los derivados del nitrobenceno y la contaminación de las superficies donde se produce el contacto con la piel. Sin embargo, la niebla de las cargas calientes, las líneas con fugas, las operaciones de vapor, las zanjas de drenaje calientes, etc., no pueden ignorarse como fuentes de exposición grave de la piel y contaminación del entorno de trabajo.

Las medidas de protección necesarias en orden ascendente de eficacia son la protección respiratoria, la rotación de puestos de trabajo, la limitación del tiempo de exposición, el uso de ropa protectora y la protección de todo el cuerpo. La protección respiratoria tiene una aplicación limitada, ya que la absorción por la piel es el principal problema. El equipo de protección debe seleccionarse cuidadosamente para asegurar la impermeabilidad a los productos químicos en uso.

Un alto nivel de higiene personal, en particular, una ducha tibia con abundante agua y jabón aplicada enérgicamente al final del turno, minimizará la exposición crónica que priva al trabajador de una tolerancia limitada a los agentes cianogénicos. Debido al potencial cancerígeno que se sospecha para los humanos del 1- y 2-nitronaftaleno, la exposición ocupacional a estos compuestos debe mantenerse en el nivel más bajo posible.

Cuando sea posible, el ácido pícrico y sus derivados peligrosos deben ser reemplazados por sustancias que sean inocuas o menos dañinas. Cuando esto no sea posible, el proceso debe modificarse, aislarse o encerrarse; deberían emplearse técnicas de manipulación automática o mecánica, ventilación por extracción local y métodos húmedos para reducir al mínimo las concentraciones atmosféricas; y debe evitarse el contacto directo con los productos químicos.

Tablas de nitrocompuestos aromáticos

Tabla 1 - Información química.

Tabla 2 - Riesgos para la salud.

Tabla 3 - Riesgos físicos y químicos.

Tabla 4 - Propiedades físicas y químicas.

 

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Miércoles, agosto 03 2011 06: 23

Peróxidos Orgánicos e Inorgánicos

La estructura química característica de los peróxidos es la presencia de dos moléculas de oxígeno que están unidas entre sí por un enlace covalente simple (compuestos de peroxi). Esta estructura es inherentemente inestable. Los peróxidos se descompondrán fácilmente en radicales libres altamente reactivos. El ion peróxido cargado negativamente sirve como iniciador de muchas reacciones químicas. Esta reactividad es clave para la utilidad de algunos peróxidos en la industria y también para los riesgos de seguridad que pueden presentar.

Usos

Los peróxidos orgánicos son los más utilizados en las industrias química, del plástico y del caucho. Actúan como iniciadores de polimerizaciones por radicales libres de monómeros a polímeros termoplásticos y como agentes para el curado de resinas de poliéster termoestables y elastómeros de reticulación y polietileno. Los peróxidos orgánicos se utilizan como fuentes de radicales libres en muchas síntesis orgánicas.

Peróxido de 2-butanona es un agente de endurecimiento para fibra de vidrio y plásticos reforzados, y un agente de curado para resinas de poliéster insaturadas. Peróxido de ciclohexanona es un catalizador para el endurecimiento de ciertas resinas de fibra de vidrio; un agente blanqueador para harina, aceites vegetales, grasas y ceras; así como agente de polimerización en la industria del plástico y agente de curado en la industria del caucho. Peróxido de dilauroilo encuentra uso en las industrias cosmética y farmacéutica y como agente de quemado para hilos de acetato. Además de servir como catalizador de polimerización, Peróxido de tert-butilo Actúa como acelerador de encendido para combustibles diésel.

Peróxido de benzoilo se utiliza principalmente en la industria de polímeros para iniciar polimerizaciones y copolimerizaciones de radicales libres de cloruro de vinilo, estireno, acetato de vinilo y acrílicos. También se utiliza para curar resinas de poliéster termoestables y cauchos de silicona y para endurecer ciertas resinas de fibra de vidrio. El peróxido de benzoilo se usa en medicina para el tratamiento del acné. Es el agente blanqueador preferido para la harina y se ha utilizado para blanquear quesos, aceites vegetales, ceras, grasas, etc. hidroperóxido de cumeno se utiliza para la fabricación de fenoles y acetona. Ácido peracético es un bactericida y un fungicida utilizado especialmente en el procesamiento de alimentos. También funciona como agente blanqueador para textiles, papel, aceite, ceras y almidón, y como catalizador de polimerización.

Peróxido de hidrógeno Tiene numerosos usos, la mayoría de los cuales se derivan de sus propiedades como fuerte agente oxidante o blanqueador. También funciona como reactivo en la síntesis de compuestos químicos. Varios grados de peróxido de hidrógeno tienen diferentes usos: las soluciones al 3% y al 6% se utilizan con fines medicinales y cosméticos; la solución al 30 % se usa como reactivo de laboratorio, las soluciones al 35 % y al 50 % para la mayoría de las aplicaciones industriales, la solución al 70 % para algunos usos de oxidación orgánica y la solución al 90 % para algunos usos industriales y como propulsor para aplicaciones militares y espaciales programas Las soluciones de más del 90% se utilizan para fines militares especializados.

El peróxido de hidrógeno se utiliza en la producción de glicerina, plastificantes, agentes blanqueadores, productos farmacéuticos, cosméticos, agentes secantes para grasas, aceites y ceras, y óxidos de amina para detergentes para lavavajillas domésticos. Se utiliza en la industria textil para el blanqueo de textiles, particularmente algodón, y en la industria de la pulpa y el papel para el blanqueo de pulpas mecánicas de madera. En la minería, el peróxido de hidrógeno se utiliza para aumentar la solubilidad del uranio en las soluciones de lixiviación. También es útil para el grabado y oxidación de metales en la industria electrónica y para el tratamiento de superficies metálicas. Además, el peróxido de hidrógeno es un agente esterilizante en la industria alimentaria y una fuente de oxígeno en los equipos de protección respiratoria.

Peligros

Los principales peligros son los de incendio y explosión. Los peróxidos orgánicos son compuestos ricos en combustible que generalmente se encienden fácilmente y se queman vigorosamente. El enlace oxígeno-oxígeno es térmicamente inestable y se descompone exotérmicamente a un ritmo creciente a medida que aumenta la temperatura. La inestabilidad térmica varía ampliamente. Las temperaturas de vida media de 10 horas de los peróxidos orgánicos oscilan entre aproximadamente 25 °C y aproximadamente 172 °C. Los productos de descomposición generalmente son vapores inflamables que pueden formar mezclas explosivas en el aire; pueden estar lo suficientemente calientes como para autoencenderse al contacto con el aire si la descomposición es rápida. La descomposición puede iniciarse por calor, fricción, choque mecánico o contaminación, aunque la sensibilidad a estos estímulos varía mucho. Si el calor de la descomposición no se elimina con la suficiente rapidez, puede producirse una reacción que va desde una leve emisión de gases hasta una violenta descomposición espontánea, deflagración o explosión. Los peróxidos formados espontáneamente en varios éteres y aldehídos de bajo peso molecular son extremadamente sensibles a la fricción y al impacto. El peróxido de metiletilcetona y el ácido peroxiacético son extremadamente sensibles a los golpes y requieren diluyentes para una manipulación segura. El peróxido de benzoilo seco es sensible a los golpes. El peróxido de dicumilo es insensible a los golpes y la fricción. La sensibilidad a los golpes puede aumentar a temperaturas elevadas. La descomposición vigorosa puede ser estimulada incluso por pequeñas cantidades de una amplia variedad de contaminantes, como ácidos fuertes, bases, metales, aleaciones y sales de metales, compuestos de azufre, aminas, aceleradores o agentes reductores. Esto es particularmente cierto en el caso de la metiletilcetona y los peróxidos de benzoílo, que se estimulan intencionalmente para que se descompongan a temperatura ambiente utilizando pequeñas cantidades de aceleradores. La violencia de la descomposición se ve muy afectada por la cantidad y el tipo de peróxido, la tasa de aumento de la temperatura, la cantidad y el tipo de contaminación y el grado de confinamiento.

La seguridad de muchos peróxidos orgánicos mejora enormemente dispersándolos en diluyentes solventes o no solventes que absorben el calor de descomposición (p. ej., agua o plastificante) o reducen la sensibilidad a los golpes (p. ej., ftalato de dimetilo). Estas formulaciones son generalmente mucho menos inflamables que el peróxido puro. Algunos son resistentes al fuego. Sin embargo, la toxicidad del diluyente puede aumentar notablemente la toxicidad de la solución de peróxido.

El principal efecto tóxico de la mayoría de los peróxidos es la irritación de la piel, las mucosas y los ojos. El contacto prolongado o intenso con la piel o las salpicaduras en los ojos pueden causar lesiones graves. Algunos vapores de peróxido orgánico son irritantes y también pueden causar dolores de cabeza, intoxicación similar al alcohol y edema pulmonar si se inhalan en altas concentraciones. Algunos, como los hidroperóxidos de cumeno, son sensibilizantes cutáneos conocidos. Los peróxidos de dialquilo generalmente no son tan fuertemente irritantes, y los peróxidos de diacilo son los menos irritantes de los peróxidos. Los hidroperóxidos, los peroxiácidos y, en particular, el peróxido de metiletilcetona son mucho más graves. Son extremadamente irritantes y corrosivos para los ojos, con riesgo de ceguera, y pueden causar lesiones graves o la muerte si se ingieren en cantidad suficiente.

Se ha investigado la carcinogenicidad de los peróxidos, pero los resultados hasta la fecha no son concluyentes. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha asignado una calificación de Grupo 3 (no clasificable en cuanto a carcinogenicidad) al peróxido de benzoilo, el cloruro de benzoilo y el peróxido de hidrógeno

Peróxido de benzoilo. Los peligros del peróxido de benzoílo seco se reducen en gran medida al dispersarlo en diluyentes no solventes que absorben el calor de descomposición y brindan otros beneficios. El peróxido de benzoílo se produce comúnmente en forma granular hidratada con 20 o 30 % de agua y en varias pastas, que generalmente contienen alrededor del 50 % de un plastificante u otros diluyentes. Estas formulaciones tienen una inflamabilidad y una sensibilidad a los golpes muy reducidas en comparación con el peróxido de benzoílo seco. Algunos son resistentes al fuego. Los endurecedores utilizados con rellenos de resina plástica, como la masilla para carrocerías de automóviles, normalmente contienen un 50 % de peróxido de benzoílo en una formulación de pasta. El blanqueador de harina contiene un 32 % de peróxido de benzoílo con un 68 % de almidón de grano y sulfato de calcio dihidratado o fosfato dicálcico dihidratado, y se considera no inflamable. Las cremas para el acné, también no inflamables, contienen un 5 o un 10 % de peróxido de benzoílo.

Peróxido de hidrógeno está disponible comercialmente en soluciones acuosas, generalmente al 35 %, 50 % (fuerza industrial), 70 % y 90 % (alta resistencia) en peso, pero también está disponible en soluciones al 3 %, 6 %, 27.5 % y 30 %. También se vende por "fuerza de volumen" (es decir, la cantidad de oxígeno gaseoso que se liberará por ml de solución). El peróxido de hidrógeno se estabiliza durante la fabricación para evitar la contaminación por metales y otras impurezas; sin embargo, si ocurre una contaminación excesiva, el aditivo no puede inhibir la descomposición.

La exposición humana por inhalación puede provocar una irritación e inflamación extremas de la nariz, la garganta y las vías respiratorias; edema pulmonar, dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, diarrea, irritabilidad, insomnio, hiperreflexia; y temblores y entumecimiento de las extremidades, convulsiones, inconsciencia y shock. Estos últimos síntomas son el resultado de una intoxicación sistémica grave. La exposición a la niebla o al aerosol puede causar escozor y lagrimeo en los ojos. Si se salpica peróxido de hidrógeno en el ojo, se pueden producir daños graves, como ulceración de la córnea; a veces, aunque raramente, esto puede aparecer hasta una semana después de la exposición.

El contacto de la piel con líquido de peróxido de hidrógeno resultará en un blanqueamiento temporal de la piel; si no se elimina la contaminación, puede producirse eritema y formación de vesículas.

Aunque es poco probable que ocurra la ingestión, si lo hace, el peróxido de hidrógeno causará irritación del tracto gastrointestinal superior. La descomposición da como resultado una rápida liberación de O2, lo que lleva a la distensión del esófago o del estómago, y posiblemente a un daño severo y hemorragia interna.

La descomposición ocurre continuamente incluso a un ritmo lento cuando el compuesto está inhibido y, por lo tanto, debe almacenarse adecuadamente y en recipientes ventilados. El peróxido de hidrógeno de alta resistencia es un material de muy alta energía. Cuando se descompone en oxígeno y agua, se liberan grandes cantidades de calor, lo que aumenta la velocidad de descomposición, ya que la descomposición se acelera con los aumentos de temperatura. Esta tasa aumenta unas 2.2 veces por cada 10 °C de aumento de temperatura entre 20 y 100 °C. Aunque las soluciones de peróxido de hidrógeno puro no suelen ser explosivas a presión atmosférica, las concentraciones de equilibrio de vapor de peróxido de hidrógeno por encima del 26 por ciento en moles (40 por ciento en peso) se vuelven explosivas en un rango de temperatura por debajo del punto de ebullición del líquido.

Dado que el compuesto es un oxidante tan fuerte, cuando se derrama sobre materiales combustibles puede prenderles fuego. La detonación puede ocurrir si el peróxido se mezcla con compuestos orgánicos incompatibles (la mayoría). Las soluciones de menos del 45% de concentración se expanden durante la congelación; los mayores al 65% se contraen. Si se produce una descomposición rápida cerca de materiales combustibles, puede producirse una detonación con exposiciones que provoquen una irritación grave de la piel, los ojos y las membranas mucosas. Las soluciones de peróxido de hidrógeno en concentraciones superiores al 8% se clasifican como líquidos corrosivos.

El peróxido de hidrógeno en sí mismo no es inflamable, pero puede provocar la combustión espontánea de materiales inflamables y el apoyo continuo de la combustión porque libera oxígeno a medida que se descompone. No se considera un explosivo; sin embargo, cuando se mezcla con productos químicos orgánicos, pueden resultar compuestos peligrosos sensibles al impacto. Los materiales con catalizadores metálicos pueden causar una descomposición explosiva.

La contaminación del peróxido de hidrógeno por metales como cobre, cobalto, manganeso, cromo, níquel, hierro y plomo, y sus sales, o por polvo, suciedad, aceites, diversas enzimas, óxido y agua sin destilar da como resultado una mayor tasa de descomposición. La descomposición da como resultado la liberación de oxígeno y calor. Si la solución está diluida, el agua presente absorbe fácilmente el calor. En soluciones más concentradas, el calor aumenta la temperatura de la solución y su tasa de descomposición. Esto puede conducir a una explosión. La contaminación con materiales que contengan catalizadores metálicos puede provocar la descomposición inmediata y la ruptura explosiva del contenedor si no se ventila correctamente. Cuando se utiliza una ruta de peroxidisulfato de amonio en la producción de peróxido de hidrógeno, puede existir un riesgo de sensibilización bronquial y cutánea.

Precauciones de Seguridad

Los derrames deben limpiarse de inmediato con herramientas que no produzcan chispas y un diluyente húmedo e inerte, como vermiculita o arena. La basura se puede colocar en recipientes abiertos o bolsas de polietileno y lavar el área con agua y detergente. Los peróxidos derramados, contaminados, de desecho o dudosos deben destruirse. La mayoría de los peróxidos se pueden hidrolizar añadiéndolos lentamente con agitación a aproximadamente diez veces su peso de solución fría de hidróxido de sodio al 10%. La reacción puede requerir varias horas. Los contenedores rígidos de edad o condición incierta no deben abrirse, sino quemarse con cuidado desde una distancia segura.

Las personas que manipulan peróxidos deben usar anteojos de seguridad con protectores laterales, goggles o protectores faciales para proteger los ojos. Se deben proporcionar instalaciones de lavado de ojos de emergencia. Se deben usar guantes, delantales y otra ropa protectora, según sea necesario, para evitar el contacto con la piel. Debe evitarse la ropa y los equipos que generen electricidad estática. Se debe prohibir fumar. Los peróxidos no deben almacenarse en refrigeradores que contengan alimentos o bebidas. Las reacciones de laboratorio deben llevarse a cabo detrás de un escudo de seguridad.

Las áreas de almacenamiento y manipulación deben protegerse contra incendios mediante un sistema de diluvio o rociadores. (Se puede usar un sistema de diluvio de nitrógeno líquido para proteger los peróxidos que son estables solo por debajo del punto de congelación del agua). boquilla. En su lugar, puede ser necesaria la espuma si el peróxido se diluye en un solvente inflamable de baja densidad. No se deben usar extintores portátiles excepto para incendios muy pequeños. Los peróxidos amenazados por el fuego deben humedecerse desde una distancia segura para que se enfríen.

Los peróxidos deben lavarse rápidamente de la piel para evitar la irritación. En caso de contacto con los ojos, se deben enjuagar los ojos inmediatamente con abundante agua y se debe obtener atención médica. La demora en el caso de irritantes corrosivos como el peróxido de metiletilcetona puede provocar ceguera. También se debe obtener atención médica en caso de ingestión accidental. Si se produce sensibilización, debe evitarse un contacto posterior.

Tablas de peróxidos orgánicos e inorgánicos

Tabla 1 - Información química.

Tabla 2 - Riesgos para la salud.

Tabla 3 - Riesgos físicos y químicos.

Tabla 4 - Propiedades físicas y químicas.

 

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Miércoles, agosto 03 2011 06: 27

Fenoles y Compuestos Fenólicos

Los fenoles son derivados del benceno y tienen un grupo hidroxilo (-OH) unido al anillo de benceno.

Usos

Los fenoles encuentran uso en la industria como antioxidantes, productos químicos intermedios, desinfectantes, agentes de bronceado, reveladores fotográficos y aditivos para lubricantes y gasolina. Son ampliamente utilizados en las industrias de fotografía, petróleo, pintura, explosivos, caucho, plásticos, farmacéutica y agrícola. Los tres usos principales de los fenoles se encuentran en la fabricación de resinas fenólicas, bisfenol A y caprolactama.

El fenol se utiliza en la fabricación de una variedad de compuestos, incluidos medicamentos, tintes y resinas artificiales incoloras o de colores claros. Es un desinfectante general para inodoros, establos, pozos negros, pisos y desagües, así como un solvente extractivo para la refinación del petróleo. El fenol se encuentra en pinturas germicidas, slimicidas y pegamentos. El catecol se usa particularmente como antioxidante en las industrias del caucho, química, fotografía, colorantes, grasas y aceites. También se emplea en cosmética y en algunos productos farmacéuticos.

El resorcinol se utiliza en las industrias de curtidos, cosméticos, caucho, farmacéutica y fotografía, y en la fabricación de explosivos, tintes, productos químicos orgánicos y antisépticos. Se encuentra en adhesivos para neumáticos, caucho y madera. El resorcinol también es un polímero de aditivo alimentario indirecto para uso como componente básico de superficies en contacto con alimentos de uso único y repetido. La hidroquinona es un agente reductor y se usa ampliamente como revelador fotográfico, antioxidante y estabilizador en pinturas, barnices, combustibles para motores y aceites. Muchos derivados de la hidroquinona se han utilizado como agentes bacteriostáticos. El ácido pirogálico también sirve como revelador en fotografía, así como mordiente para la lana, agente colorante para pieles y cabello, antioxidante en aceites lubricantes y agente reductor para sales de oro, plata y mercurio. Se utiliza para teñir cuero, preparar drogas sintéticas y mantener condiciones anaeróbicas para el crecimiento bacteriano. Su uso se basa principalmente en su propiedad de oxidarse fácilmente en soluciones alcalinas (incluso por el oxígeno atmosférico).

El 2,4-dimetilfenol se utiliza para fabricar productos farmacéuticos, plásticos, insecticidas, fungicidas, productos químicos para el caucho, agentes humectantes y colorantes. Actúa como solvente, desinfectante, germicida y sanitizante en mezclas comerciales utilizadas en todas las áreas, instrumentos y equipos hospitalarios. o-El fenilfenol tiene numerosas funciones como fungicida, germicida y desinfectante doméstico. Se utiliza en las industrias del caucho y del almacenamiento de alimentos y sirve como portador de colorantes para fibras de poliéster y desinfectante para aceites de corte, madera y papel.

Los cresoles tienen amplias aplicaciones en las industrias de resinas fenólicas, explosivos, petroleras, fotográficas, de pinturas y agrícola. Son ingredientes de muchas soluciones desinfectantes para el hogar. Cresol también es un aditivo para aceites lubricantes y un componente de compuestos desengrasantes y limpiadores de pinceles. m-Cresol es un desengrasante textil; o-el cresol se utiliza en el curtido, tratamiento de fibras y desengrasado de metales; p-cresol es un solvente para esmaltes de alambre y un agente utilizado en la limpieza de metales, flotación de minerales, saborizantes sintéticos y perfumes.

Los clorofenoles son intermediarios en la síntesis de colorantes, pigmentos y resinas fenólicas. Ciertos clorofenoles se usan directamente como inhibidores de moho, antisépticos, desinfectantes y agentes antigomosos para gasolina. 

Pentaclorofenol y su sal de sodio se utilizan para proteger diversos productos industriales del ataque microbiológico. Estos incluyen madera y otros productos celulósicos, almidones, adhesivos, proteínas, cuero, hilados y telas acabados, soluciones fotográficas, aceites, pinturas, látex y caucho. El pentaclorofenol se utiliza en la construcción de barcos y edificios, para el control de moho en la perforación y producción de petróleo y como agente antibacteriano en desinfectantes y limpiadores. También es útil en el tratamiento de cubiertas de cables, lonas, redes, postes y agua de torres de enfriamiento. El pentaclorofenol es igualmente importante en el control de termitas en madera y tableros aislantes, escarabajos de postes de polvo y otros insectos perforadores de madera, y limo y algas. También se utiliza en la fabricación de herbicidas y como agente para inhibir la fermentación en varios materiales.

Algunos clorofenoles se utilizan como productos intermedios y conservantes en las industrias de pinturas, textiles, cosméticos y cuero. 2-Clorofenol y 2,4-diclorofenol se utilizan en síntesis orgánica. 2-Clorofenol se utiliza en la fabricación de colorantes y en el proceso de extracción de compuestos de azufre y nitrógeno del carbón. 2,4,5-Triclorofenol es un conservante para adhesivos, textiles sintéticos, caucho, madera, pinturas y papel; y 2,4,6-triclorofenol es un conservante de madera y pegamento. Los tetraclorofenoles (y sus sales de sodio) se han utilizado como fungicidas y conservantes de la madera.

Peligros

Fenol

El fenol se absorbe fácilmente a través de la piel y del tracto gastroentérico, mientras que los vapores de fenol se absorben fácilmente en la circulación pulmonar. Después de la absorción de una dosis subletal, la mayor parte del fenol se oxida o conjuga con ácidos sulfúrico, glucurónico y otros, y se excreta con la orina como fenol “conjugado”. Una pequeña porción se excreta como fenol “libre”. Los efectos tóxicos del fenol están directamente relacionados con la concentración de fenol libre en la sangre.

En humanos, la intoxicación aguda por fenol produce vasodilatación, depresión cardíaca, hipotermia, coma y paro respiratorio. El fenol ingerido causa dolor abdominal intenso y se produce ardor en la boca. También puede resultar en insuficiencia renal aguda. En los animales, los signos de una intoxicación aguda son muy similares, independientemente del sitio o modo de administración de este compuesto. Los efectos predominantes se ejercen sobre los centros motores de la médula espinal, lo que provoca temblores y convulsiones intensas. El envenenamiento crónico por fenol se informa comparativamente con poca frecuencia en la actualidad. Los casos graves se caracterizan por trastornos sistémicos como trastornos digestivos, incluidos vómitos, dificultad para tragar, ptialismo, diarrea y anorexia; por trastornos nerviosos, con cefalea, desmayo, vértigo y trastornos mentales; y posiblemente por ocronosis y una erupción en la piel. El pronóstico es grave cuando hay un daño extenso en el hígado y los riñones. La ingestión de una dosis de 1 g de fenol ha sido letal para los humanos. Aproximadamente uno de cada dos casos notificados de intoxicación aguda por fenol ha resultado en la muerte.

En términos generales, los signos y síntomas de intoxicación por di- y trihidroxifenoles (resorcinol, hidroquinona, pirogalol) se asemejan a la de la toxicidad del fenol. La acción antipirética del resorcinol es más marcada que la del fenol. La aplicación cutánea de soluciones o pomadas que contienen del 3 al 5% de resorcinol ha producido hiperemia local, dermatitis pruriginosa, edema y pérdida de las capas superficiales de la piel. La dosis letal aproximada de resorcinol, en solución acuosa, para conejos es de 0.75 g/kg, y para ratas y cobayos, de 0.37 g/kg. La hidroquinona es más tóxica que el fenol. Se han informado dosis letales de 0.2 g/kg (conejo) y 0.08 g/kg (gato). Se ha informado de ruptura e irritación de la piel con la aplicación dérmica de pirogalol. Eventualmente, con el contacto repetido, puede ocurrir sensibilización de la piel. Los síntomas observados en intoxicaciones agudas en humanos se parecen mucho a los signos que muestran los animales de experimentación. Estos pueden incluir vómitos, hipotermia, temblores leves, debilidad, falta de coordinación muscular, diarrea, pérdida de reflejos, coma, asfixia y muerte por insuficiencia respiratoria. Las dosis letales estimadas de pirogalol acuoso son 1.1 g/kg (por vía oral) para el conejo, 0.35 g/kg (por vía subcutánea) para un gato o perro y 0.09 g/kg (por vía intravenosa) en perros.

Pentaclorofenol y su sal sódica son capaces de inducir molestias y efectos locales o sistémicos. Es probable que la irritación de la piel resulte de una sola exposición relativamente breve a una solución que contiene aproximadamente el 10% del material. Una solución al 1% puede causar irritación si se repite el contacto. Una solución que contenga 0.1 % o menos puede provocar efectos adversos después de un contacto prolongado. Los síntomas de intoxicación sistémica grave incluyen pérdida de apetito, dificultades respiratorias, anestesia, hiperpirexia, sudoración, disnea y coma rápidamente progresivo.

Los polvos finos y los aerosoles de pentaclorofenol o pentaclorofenato de sodio causarán una irritación dolorosa en los ojos y las vías respiratorias superiores, las vías respiratorias y la nariz. Concentraciones atmosféricas apreciablemente superiores a 1 mg/m3 de aire causará este dolor en la persona no iniciada. El pentaclorofenol está clasificado por la IARC como posible carcinógeno humano del Grupo 2B.

Otros clorofenoles. Se han informado dermatosis en humanos causadas por tetraclorofenol y su sal de sodio; estos incluyeron lesiones papulofoliculares, quistes sebáceos e hiperqueratosis marcada. La exposición ocupacional a los clorofenoles aumenta el riesgo de sarcomas de tejidos blandos. Los derivados clorofenoxi, incluidos el ácido 2,4-diclorofenoxiacético, el ácido 2,4,5-triclorofenoxiacético, el ácido 2,4,5-triclorofenoxipropiónico y las sales y ésteres de 2,4-D, se analizan en otras partes de este capítulo y Enciclopedia.

Signos de intoxicación por o-, m- y p-clorofenol en ratas incluyen inquietud, aumento de la frecuencia respiratoria, debilidad motora que se desarrolla rápidamente, temblores, convulsiones clónicas, disnea y coma. Él 2,4- y 2,6-diclorofenoles y 2,4,6- y 2,4,5-triclorofenoles también producen estos signos, pero la disminución de la actividad y la debilidad motora no aparecen tan rápidamente. Los temblores son mucho menos severos, pero, también en este caso, continúan hasta unos minutos antes de la muerte. tetraclorofenoles ocupar un lugar intermedio entre los homólogos inferiores y el pentaclorofenol. Estos compuestos también producen signos similares a los causados ​​por la mono-, di- y triclorofenoles; sin embargo, por regla general no causan hiperpirexia.

Se han notificado dermatosis, incluida la dermatitis de contacto fotoalérgica, en humanos después de la exposición a 2,4,5-triclorofenol, cloro-2-fenilfenol y tetraclorofenoles; estos incluyeron lesiones papulofoliculares, comedones, quistes sebáceos e hiperqueratosis marcada (cloracné).

bromo- y yodofenoles. Los bromo y yodofenoles se absorben rápidamente en el tracto gastroentérico. La dosis oral letal aproximada de pentabromofenol es 200 mg/kg rata; de 2,4,6-tribromofenol, 2.0 g/kg rata; y de 2,4,6-triyodofenol, de 2.0 a 2.5 g/kg rata. En ratas y cobayas, la LD subcutánea50 of o-bromofenol son 1.5 y 1.8 g/kg, respectivamente. Generalmente, los síntomas son similares a los del pentaclorofenol. El pentabromofenol también provocó temblores y convulsiones.

Sobre la base de los resultados de los experimentos con animales, los fenoles halogenados, el pentabromofenol y el pentaclorofenato de sodio y cobre se consideran seguros para su uso como molusquicidas en el campo, si se toman precauciones razonables en su aplicación.

Catecol (pirocatecol). Se sabe que el contacto con la piel causa una dermatitis eczematosa, mientras que en algunos casos la absorción a través de la piel ha resultado en síntomas de enfermedad muy parecidos a los inducidos por el fenol, con la excepción de ciertos efectos centrales marcados (convulsiones). Las dosis tóxicas o letales indujeron signos de enfermedad similares a los del fenol en animales de experimentación. Sin embargo, a diferencia del fenol, grandes dosis de pirocatecol provocan una depresión predominante del sistema nervioso central y un aumento prolongado de la presión arterial. El aumento de la presión arterial parece deberse a la vasoconstricción periférica.

La absorción repetida de dosis subletales por parte de los animales ha inducido metahemoglobinemia, leucopenia y anemia. Aparentemente, la muerte se inicia por insuficiencia respiratoria.

Pirocatecol es más agudamente tóxico que el fenol. La dosis oral letal aproximada es de 0.3 g/kg para el perro y de 0.16 g/kg para el cobayo. El pirocatecol se absorbe rápidamente en el tracto gastroentérico ya través de la piel intacta. Después de la absorción, parte del catecol se oxida con polifenol oxidasa a o-benzoquinona. Otra fracción se conjuga en el cuerpo con hexurónico, sulfúrico y otros ácidos, mientras que una pequeña cantidad se excreta en la orina como pirocatecol libre. La fracción conjugada se hidroliza en la orina con liberación del compuesto libre; éste se oxida con la formación de sustancias de color oscuro que son las responsables del aspecto ahumado de la orina. Aparentemente, el pirocatecol actúa por mecanismos similares a los informados para el fenol.

Quinona. Grandes dosis de quinona que han sido absorbidas de los tejidos subcutáneos o del tracto gastroentérico de los animales, inducen cambios locales, llanto, convulsiones clónicas, dificultades respiratorias, descenso de la presión arterial y muerte por parálisis de los centros medulares. La asfixia parece desempeñar un papel importante en la muerte debido al daño pulmonar resultante de la excreción de quinona en los alvéolos y debido a ciertos efectos no muy bien definidos de la quinona sobre la hemoglobina. La orina de animales gravemente envenenados puede contener proteínas, sangre, cilindros e hidroquinona libre y conjugada.

En los seres humanos, el contacto con el material cristalino, las soluciones de quinona y el vapor de quinona que se condensa en las partes expuestas del cuerpo (particularmente las superficies húmedas), puede causar daños locales graves en la piel y las membranas mucosas. Los cambios locales pueden incluir decoloración, irritación severa con eritema, hinchazón y formación de pápulas y vesículas. El contacto prolongado con la piel puede provocar necrosis. Los vapores que se condensan sobre los ojos son capaces de inducir graves alteraciones de la visión. Se informó que la lesión suele extenderse por toda la capa de la conjuntiva y se caracteriza por un depósito de pigmento. La tinción, que varía de marrón difuso a glóbulos de color negro pardusco, se localiza principalmente en las zonas que se extienden desde los cantos medialmente hasta los bordes de la córnea. Todas las capas de la córnea están involucradas en la lesión, con una decoloración resultante que puede ser blanca y opaca o marrón verdosa y translúcida. La alteración de la córnea puede ocurrir después de que el pigmento haya desaparecido. La ulceración de la córnea ha resultado de una breve exposición a una alta concentración de vapor de quinona, así como de exposiciones repetidas a concentraciones moderadamente altas.

Cresoles y derivados. El cresol puro es una mezcla de orto- (o-) meta- (m-) y para  (p-), mientras que el ácido cresílico, a veces utilizado como sinónimo de una mezcla de cresoles, se define como una mezcla de cresoles, xilenoles y fenol en la que el 50 % del material hierve por encima de los 204 °C. La concentración relativa de los isómeros en cresol puro está determinada por la fuente. Los efectos tóxicos del cresol son similares a los del fenol. Se puede absorber a través de la piel, del sistema respiratorio y del sistema digestivo. La tasa de penetración a través de la piel depende más del área superficial que de la concentración.

Como el fenol, es un veneno protoplásmico general y es tóxico para todas las células. Las soluciones concentradas son localmente corrosivas para la piel y las mucosas, mientras que las soluciones diluidas provocan enrojecimiento, formación de vesículas y ulceración de la piel. El contacto con la piel también ha resultado en neuritis periférica facial, deterioro de la función renal e incluso necrosis del hígado y los riñones. Una dermatitis de sensibilidad puede ocurrir en personas susceptibles a soluciones de menos del 0.1%. Sistémicamente, es un depresor severo de los sistemas cardiovascular y nervioso central, particularmente de la médula espinal y la médula. La administración oral provoca una sensación de ardor en la boca y el esófago, y puede provocar vómitos. Las concentraciones de vapor que se pueden producir a temperaturas relativamente altas pueden causar irritación de las vías respiratorias superiores y la mucosa nasal. La absorción sistémica va seguida de colapso vascular, shock, baja temperatura corporal, inconsciencia, insuficiencia respiratoria y muerte. Se han descrito complicaciones pancreáticas. La dosis tóxica oral para pequeños animales promedia alrededor de 1 mg/kg, y específicamente 0.6 mg/kg para
p-cresol, 0.9 mg/kg para o-, y 1.0 mg/kg para m-cresol. Sobre la base de su similitud con el fenol, la dosis mortal para humanos se puede estimar en unos 10 g. En el cuerpo, una parte se oxida a hidroquinona y pirocatequina, y el resto y la mayor proporción se excreta sin cambios o conjugado con ácidos glicurónico y sulfúrico. Si se pasa la orina, contiene glóbulos, cilindros y albúmina. Cresol es también un peligro de incendio moderado.

Medidas de Seguridad y Salud

Estas sustancias deben manipularse con precaución. Debe evitarse la inhalación de los vapores y el contacto del polvo y la piel con soluciones de estos materiales para evitar efectos locales y absorción. Debe evitarse la ingestión incluso de trazas. Si la exposición al polvo no puede evitarse por completo, la nariz y la boca deben protegerse con un respirador o una gasa doblada y los ojos con gafas ajustadas. Se debe usar ropa protectora, incluidos guantes de goma (no de algodón). La ropa debe quitarse inmediatamente si se contamina por un derrame. Toda la ropa usada durante una operación de rociado debe lavarse antes de volver a usarla. Las precauciones de rutina incluyen lavarse las manos, los brazos y la cara con agua y jabón antes de comer, beber o fumar. Al final de cada día, un trabajador debe ducharse y ponerse ropa limpia.

Las medidas que se aplican al fenol y sus derivados incluyen:

  • instrucción cuidadosa de las personas involucradas en la fabricación, manipulación, almacenamiento y transporte de fenol
  • ventilación efectiva
  • disposición adecuada de los residuos fenólicos con precauciones contra la posible contaminación del aire, arroyos y aguas subterráneas, ya que las especies acuáticas son particularmente susceptibles a los efectos de los productos químicos de esta familia
  • precauciones especiales en la limpieza del tanque, que no debe intentarse sin el equipo adecuado, suministro de aire forzado, un arnés de rescate y línea de vida, máscara de manguera, botas, delantal y guantes de goma, y ​​un "observador" estacionado en la entrada del tanque
  • Vigilancia continua por parte del higienista o médico para detectar signos y síntomas de intoxicación aguda o crónica (local o sistémica).
  • Precauciones de prevención de incendios.

 

Primeros auxilios. En el caso de una exposición aguda, la rapidez en el tratamiento es esencial. El agente agresor debe eliminarse de la piel, lo que se hace de manera más eficiente inundando el área afectada con agua. Después de varios minutos bajo la ducha, continúe la descontaminación con frotamientos repetidos o rociados con polietilenglicol-300 hasta que haya pasado el peligro de colapso. Si el área expuesta está cubierta por ropa, quítesela debajo de la ducha. Cubra las quemaduras de fenol ligeramente con un paño blanco limpio. No utilice grasas, polvos o ungüentos en el tratamiento de primeros auxilios de este tipo de quemaduras. El tratamiento hospitalario puede incluir sedación, extracción de tejido muerto, fluidoterapia y administración de antibióticos y vitaminas. Si se salpica fenol en los ojos, es necesaria una abundante irrigación con agua durante al menos 15 minutos. Todas las lesiones oculares, excepto las más triviales, deben derivarse a un oftalmólogo.

La velocidad es igualmente esencial si se ha ingerido un fenol. Deben estar disponibles los primeros auxilios apropiados, y las instalaciones médicas locales deben estar completamente informadas de la posibilidad de accidentes y estar preparadas para el tratamiento médico de emergencia. El tratamiento de la intoxicación crónica por fenol es sintomático después de que el individuo ha sido retirado del sitio de exposición.

Tablas de fenoles y compuestos fenólicos

Tabla 1 - Información química.

Tabla 2 - Riesgos para la salud.

Tabla 3 - Riesgos físicos y químicos.

Tabla 4 - Propiedades físicas y químicas.

 

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Miércoles, agosto 03 2011 06: 30

Fosfatos, Inorgánicos y Orgánicos

Ocurrencia y usos

El fósforo no se encuentra en estado libre en la naturaleza, pero se encuentra combinado en muchos compuestos de plantas y animales. Además, se encuentra en formaciones rocosas de fosfato como la apatita (una forma de fosfato de calcio). Grandes depósitos de rocas de fosfato se encuentran en los Estados Unidos (Tennessee y Florida), en partes del norte de África y en algunas islas del Pacífico.

Los fosfatos inorgánicos y orgánicos se utilizan ampliamente en la industria como aditivos para lubricantes, retardadores de fuego, plastificantes e intermedios químicos. Se encuentran en las industrias del caucho, plásticos, papel, barnices y metales, y como ingredientes en pesticidas y compuestos de limpieza.

Fosfato de dibutilfenilo y fosfato de tributilo son componentes del fluido hidráulico en motores de aeronaves, y hexametilfosforamida es un aditivo descongelante para combustibles para aviones. Dibutil fosfato se utiliza en la separación y extracción de metales, y como catalizador en la fabricación de resinas de fenol y urea. Fosfato de trimetilo se encuentra en la industria automotriz como antiincrustante para bujías y como aditivo de gasolina para el control de la ignición superficial y ruidos.

El ácido fosfórico se encuentra en el cemento dental, el látex de caucho, los agentes de control de incendios y los lodos de perforación para operaciones de pozos petroleros. Se utiliza para dar sabor a bebidas no alcohólicas, teñir algodón, tratamiento de agua, ladrillos refractarios, en la fabricación de fertilizantes superfosfatados, limpieza de metales antes de pintar, y como aditivo en gasolina y aglutinante en cerámica.

Fosfato de tricresilo (TCP) se utiliza como disolvente para ésteres de nitrocelulosa y numerosas resinas naturales. Es un plastificante para caucho clorado, plásticos vinílicos, poliestireno y ésteres poliacrílicos y polimetacrílicos. El fosfato de tricresilo también actúa como aglutinante de resinas y nitrocelulosa para mejorar la tenacidad, la elasticidad y las propiedades de pulido de los recubrimientos. Solo o asociado a hidrocarburos, se utiliza como aditivo antidesgaste y antifricción en numerosos lubricantes sintéticos, incorrectamente denominados “aceites” por su apariencia. También se emplea como fluido hidráulico. Cuando se incorpora a la gasolina, el fosfato de tricresilo contrarresta los efectos nocivos de los depósitos de plomo. Además, es un excelente retardante de fuego en muchas industrias.

Pirofosfato tetrasódico tiene una amplia gama de aplicaciones en las industrias papelera, alimentaria, textil y del caucho. También se utiliza en la perforación de pozos de petróleo, tratamiento de agua, emulsificación de queso, detergentes para ropa y en la electrodeposición de metales. El pirofosfato de tetrasodio es útil para el teñido de textiles, el lavado de lana y el procesamiento de arcilla y papel. Fosfato de tributilo funciona como plastificante para ésteres de celulosa, lacas, plásticos y resinas vinílicas. También es un agente complejante en la extracción de metales pesados ​​y un agente antiespumante en procesos de separación de minerales. Fosfato de trifenilo es un plastificante ignífugo para celulósicos y un plastificante para adhesivos termofusibles. Es útil en las industrias de tapicería y papel para techos.

Varios de los fosfatos orgánicos se utilizan para la producción de pirotecnia, explosivos y pesticidas. Fosfuro de calcio se utiliza para señales de fuego, torpedos, pirotecnia y como rodenticida. sulfuro de fósforo encuentra uso en la fabricación de fósforos de seguridad, compuestos de ignición, aditivos de aceite lubricante y pesticidas. Fosfina se utiliza para el control de roedores y como insecticida aplicado para la fumigación de alimentos para animales, tabaco almacenado en hojas y vagones.

Fósforo blanco se utiliza para la fabricación de venenos para ratas; fósforo rojo se utiliza en pirotecnia, fósforos de seguridad, síntesis química, pesticidas, proyectiles incendiarios, balas trazadoras y bombas de humo. Trisulfuro de tetrafósforo se utiliza para fabricar cabezas de fósforos y tiras de fricción para cajas de fósforos de "seguridad".

Pentóxido de fósforo se agrega al asfalto en el proceso de soplado de aire para aumentar el punto de fusión y se usa en el desarrollo de vidrios especiales para tubos de vacío. Tricloruro de fósforo es un componente de los agentes de acabado de textiles y un intermediario o reactivo en la fabricación de muchos productos químicos industriales, incluidos insecticidas, tensioactivos sintéticos e ingredientes para pulir plata. Oxicloruro de fósforo y pentacloruro de fósforo sirven como agentes de cloración para compuestos orgánicos.

Fósforo

El fósforo (P) existe en tres formas alotrópicas: blanca (o amarilla), roja y negra, esta última sin importancia industrial. El fósforo blanco es un sólido incoloro o ceroso que se oscurece cuando se expone a la luz y brilla en la oscuridad (fosforescencia). Se enciende espontáneamente en presencia de aire y arde con una llama azul, produciendo un olor desagradable característico que recuerda un poco al ajo. La forma roja es más estable.

Importancia histórica

El fósforo elemental se extrajo por primera vez de la materia animal, especialmente de los huesos, a principios del siglo XIX. Su utilidad en partidas de "ataque en cualquier lugar" se vio rápidamente y, como resultado, se desarrolló una gran demanda de este elemento. Poco tiempo después apareció una grave enfermedad en las personas que lo manipulaban; los primeros casos se reconocieron en 1845, cuando se produjo necrosis de los huesos de la mandíbula en trabajadores del procesamiento de fósforo. Esta grave enfermedad que desfigura la cara, que terminó fatalmente en aproximadamente el 20% de los casos durante el siglo XIX, pronto fue reconocida y se buscaron medidas para aliviarla. Esto se hizo posible con el desarrollo de sustitutos efectivos en forma de fósforo rojo y el sesquisulfuro de fósforo relativamente seguro. Los países europeos también firmaron un acuerdo (el Convenio de Berna de 1906) en el que se estipulaba que los signatarios no fabricarían ni importarían fósforos fabricados con fósforo blanco.

Sin embargo, siguió existiendo un peligro importante de fósforo en algunos países debido al uso de fósforo blanco en la industria pirotécnica hasta que se llegó a un acuerdo para su exclusión con estos fabricantes. En la actualidad, los peligros para la salud del fósforo blanco siguen poniendo en peligro a las personas que participan en las diversas etapas de producción y en la fabricación de sus compuestos.

El mecanismo involucrado en este daño al hueso de la mandíbula no se ha explicado completamente. Algunos creen que la acción se debe al efecto local del fósforo en la cavidad oral, y que la infección ocurre en presencia constante de organismos infecciosos en la boca y alrededor de los dientes. De hecho, se encuentra que las personas expuestas con dientes cariados tienen más probabilidades de verse afectadas por la afección, aunque es difícil explicar la enfermedad en trabajadores sin ningún tipo de dientes.

Una segunda explicación, posiblemente más plausible, es que la necrosis por fósforo de la mandíbula es una manifestación de una enfermedad sistémica, que afecta a muchos órganos y tejidos y, principalmente, a los huesos. Apoyando este concepto están los siguientes hechos significativos:

  • Como se mencionó anteriormente, se sabe que las personas desdentadas desarrollan necrosis mandibular cuando se exponen al fósforo en su trabajo, a pesar de que se puede decir que su "higiene dental" es buena.
  • Los animales de experimentación jóvenes y en crecimiento, a los que se les administran las dosis apropiadas de fósforo blanco, desarrollan cambios óseos en las áreas de “crecimiento” de sus huesos, las metáfisis.
  • En ocasiones, se ha descubierto que los huesos lesionados en adultos expuestos al fósforo sanan con mucha lentitud.

 

Peligros

Riesgos para la salud. La exposición aguda al vapor de fósforo amarillo liberado por la combustión espontánea causa irritación ocular grave, con fotofobia, lagrimeo y blefaroespasmo; irritación severa del tracto respiratorio; y quemaduras profundas y penetrantes de la piel. El contacto directo de la piel con el fósforo, que ocurre tanto en la producción como durante la guerra, provoca quemaduras de segundo y tercer grado profundamente penetrantes, similares a las quemaduras con fluoruro de hidrógeno. Se ha descrito hemólisis masiva con hematuria, oliguria e insuficiencia renal subsiguientes, aunque lo más probable es que esta constelación de acontecimientos se deba al tratamiento recomendado anteriormente con sulfato de cobre.

Tras la ingestión, el fósforo induce quemaduras en la boca y el tracto gastrointestinal (GI), con sensaciones orales de ardor, vómitos, diarrea y dolor abdominal intenso. Las quemaduras progresan a segundo y tercer grado. La oliguria puede ocurrir como consecuencia de la pérdida de líquidos y la mala perfusión del riñón; en casos menos graves, el túbulo renal proximal sufre un daño transitorio. Según los informes, la ausencia de azúcar en el líquido cefalorraquídeo (LCR) normal es patognomónica.

Después de la absorción en el tracto gastrointestinal, el fósforo amarillo tiene efectos directos sobre el miocardio, el sistema circulatorio en las extremidades (vasculatura periférica), el hígado, los riñones y el cerebro. Se han notificado casos de hipotensión y miocardiopatía dilatada; En la autopsia se ha observado edema miocárdico intersticial sin infiltración celular. La síntesis de proteínas intracelulares parece estar deprimida en el corazón y el hígado.

Se han descrito tres etapas clínicas después de la ingestión. En la Etapa I, inmediatamente después de la ingestión, hay náuseas y vómitos, dolor abdominal, ictericia y aliento con olor a ajo. El vómito fosforescente puede ser peligroso para el personal médico que lo atiende. El estadio II se caracteriza por un período de latencia de 2 a 3 días en el que el paciente está asintomático. Durante este tiempo, puede ocurrir dilatación cardíaca e infiltración grasa del hígado y el riñón. Vómitos severos con sangre, sangrado en muchos tejidos, uremia y anemia marcada preceden a la muerte, definida como Etapa III.

La ingesta prolongada (10 meses a 18 años) puede causar necrosis de la mandíbula y el maxilar superior con secuestro de hueso; la liberación de secuestro conduce a la deformidad facial ("mandíbula fósil"). El dolor de muelas y la salivación excesiva pueden ser los primeros síntomas. Además, puede ocurrir anemia, caquexia y toxicidad hepática. Con la exposición crónica, la necrosis de la mandíbula con deformidad facial se describió con frecuencia en la literatura hasta principios del siglo XX. Hay informes raros de este fenómeno entre los trabajadores de producción y los fabricantes de rodenticidas.

No se han informado efectos reproductivos y cancerígenos.

Fosfina (PH3) el gas se genera por la reacción del ácido fosfórico calentado con metales que están siendo tratados para su limpieza (similar al fosgeno), por el calentamiento del tricloruro de fósforo, por la humectación del fosfato de aluminio, por la fabricación de antorchas con fosfuro de calcio y por la producción de gas acetileno. La inhalación causa irritación grave de la membrana mucosa, lo que provoca tos, dificultad para respirar y edema pulmonar hasta 3 días después de la exposición. El efecto fisiopatológico implica la inhibición de la respiración mitocondrial así como la citotoxicidad directa.

La fosfina también se libera del fosfuro de aluminio ingerido accidental o intencionalmente por interacción química con el ácido clorhídrico en el estómago. Hay una gran cantidad de literatura de la India que describe casos de ingestión suicida de este rodenticida. La fosfina también se usa como fumigante, y hay muchos informes de casos que describen muertes accidentales por inhalación cuando se encuentran cerca de granos fumigados durante el almacenamiento. Los efectos sistémicos tóxicos que se han descrito incluyen náuseas, vómitos, dolor abdominal, excitación del sistema nervioso central (inquietud), edema pulmonar, shock cardiogénico, pericarditis aguda, infarto auricular, daño renal, insuficiencia hepática e hipoglucemia. El test de nitrato de plata fue positivo en aspirado gástrico y en aliento (este último con menor sensibilidad). La medición del aluminio en sangre puede servir como sustituto para la identificación de toxinas. El tratamiento incluye lavado gástrico, agentes vasopresores, soporte respiratorio, administración de antiarrítmicos e infusión de sulfato de magnesio en dosis altas.

Fosfuro de zinc, un rodenticida de uso común, se ha asociado con intoxicación grave de animales que ingieren cebos tratados o cadáveres de animales envenenados. El gas fosfina se libera en el estómago por el ácido estomacal.

Compuestos organofosforados

Los fosfatos de tricresilo (TCP) forman parte de una serie de compuestos organofosforados que han demostrado causar neurotoxicidad retardada. El brote de parálisis del “jake de jengibre” de 1930 fue causado por la contaminación del extracto de jengibre con fosfatos de cresilo, utilizados en el procesamiento de la especia. Desde entonces, se han informado varios incidentes de envenenamiento accidental de alimentos por fosfato de tri-o-cresilo (TOC). Hay pocos informes de series de casos de exposición ocupacional en la literatura. Se ha descrito que las exposiciones ocupacionales agudas causan síntomas gastrointestinales seguidos de un período de latencia de días a 4 semanas, después del cual el dolor y el hormigueo en las extremidades progresan a parálisis motora de las extremidades inferiores hasta los muslos y de las extremidades superiores hasta el codo. Rara vez hay pérdida sensorial. La recuperación parcial o total puede llevar años. Se han producido muertes en la ingestión de dosis altas. Las células del asta anterior y los tractos piramidales están afectados, con hallazgos de autopsia de desmielinización y daño de las células del asta anterior. En humanos, la dosis letal oral es de 1.0 g/kg; 6 a 7 mg/kg produce parálisis severa. No se ha informado irritación de la piel ni de los ojos, aunque el TOCP se absorbe a través de la piel. La inhibición de las actividades de la colinesterasa no parece estar correlacionada con los síntomas o la cantidad de exposición. Los gatos y las gallinas expuestos desarrollaron daños en la médula espinal y los nervios ciáticos, con daños en las células de Schwann y la vaina de mielina como resultado de la muerte de los axones más largos. No hubo evidencia de teratogenicidad en ratas que recibieron dosis de hasta 350 mg/kg/día.

Tres moléculas de o-, m- o p-cresol esterificar una molécula de ácido fosfórico y, dado que el cresol comercial normalmente es una mezcla de los tres isómeros con una orto contenido de isómeros que varía entre 25 y 40% según la fuente, el TCP resultante es una mezcla de los tres isómeros simétricos, que son muy difíciles de separar. Sin embargo, dado que la toxicidad del TCP comercial deriva de la presencia del orto isómero, muchos países estipulan que la fracción fenólica esterificada no debe contener más del 3% o-cresol. En consecuencia, la dificultad radica en la selección de un cresol libre de la orto isómero Un TCP preparado a partir de m- o p-cresol tiene las mismas propiedades que el producto técnico, pero el costo de separar y purificar estos isómeros es prohibitivo.

Dos ésteres que contienen fosfato relacionados, fosfato de cresildifenilo y fosfato de o-isopropilfenildifenilo, también son neurotóxicos para varias especies, incluidos humanos, pollos y gatos. Los animales adultos son generalmente más susceptibles que los jóvenes. Después de una sola exposición prolongada a estos compuestos organofosforados neurotóxicos, el daño axonal se hace evidente después de 8 a 10 días. Las exposiciones crónicas de bajo nivel también pueden provocar neurotoxicidad. Los axones de los nervios periféricos y los tractos ascendentes y descendentes de la médula espinal se ven afectados por un mecanismo distinto a la inhibición de la colinesterasa. Mientras que algunos de los insecticidas anticolinesterásicos organofosforados causan este efecto (fluorofosfato de diisopropilo, leptofos y mipafox), la neuropatía retardada aparentemente ocurre a través de un mecanismo distinto a la inhibición de la colinesterasa. Existe una pobre correlación entre la inhibición de la seudocolinesterasa o la verdadera colinesterasa y el efecto neurotóxico.

Fosfato de trifenilo puede causar una ligera reducción en la actividad de la colinesterasa, pero por lo demás es de baja toxicidad en humanos. Este compuesto a veces se presenta en combinación con fosfato de tri-o-cresilo (TOC). No se encontró teratogenicidad en ratas alimentadas con hasta un 1% en su dieta. La inyección intraperitoneal de 0.1 a 0.5 g/kg en gatos provocó parálisis después de 16 a 18 días. No se ha demostrado irritación de la piel y no se han informado efectos en los ojos.

Fosfito de trifenilo (TPP) ha demostrado causar neurotoxicidad en animales de laboratorio similar a la descrita para TOCP. Los estudios de ratas mostraron hiperexcitabilidad temprana y temblores seguidos de parálisis flácida, con las extremidades inferiores más afectadas que las extremidades superiores. La lesión patológica mostró daño de la médula espinal con leve inhibición de la colinesterasa. Un estudio de gatos que recibieron inyecciones mostró prácticamente los mismos hallazgos clínicos. También se ha demostrado que el TPP es un irritante y sensibilizador de la piel.

Fosfato de tributilo causa irritación de ojos, piel y membranas mucosas, así como edema pulmonar en animales de laboratorio. Las ratas expuestas a una formulación comercial (bapros) de 123 ppm durante 6 horas desarrollaron irritación respiratoria. Cuando se ingiere, el LD50 fue de 3 g/kg, observándose debilidad, disnea, edema pulmonar y fasciculaciones musculares. Inhibe débilmente la colinesterasa plasmática y de glóbulos rojos.

Hexametilfosforamida se ha demostrado que causa cáncer de la cavidad nasal cuando se administra a ratas en niveles entre 50 y 4,000 ppb durante 6 a 24 meses. Se observó metaplasia escamosa en la cavidad nasal y la tráquea, esta última a la dosis más alta. Otros hallazgos incluyeron aumentos dependientes de la dosis en la inflamación y descamación traqueal, hiperplasia eritropoyética de la médula ósea, atrofia testicular y degeneración de los túbulos contorneados del riñón.

Otros compuestos inorgánicos de fósforo

Pentóxido de fósforo (anhídrido de fósforo), pentacloruro de fósforo, oxicloruro de fósforoy tricloruro de fósforo tienen propiedades irritantes, causando un espectro de efectos leves como corrosión ocular, quemaduras en la piel y las membranas mucosas y edema pulmonar. La exposición crónica o sistémica generalmente no es tan importante debido a la baja tolerancia al contacto directo con estos químicos.

la niebla de ácido fosfórico es levemente irritante para la piel, los ojos y el tracto respiratorio superior. En grupos de trabajadores, pentóxido de fósforo (el anhídrido del ácido fosfórico) se demostró que los vapores son perceptibles pero no incómodos en concentraciones de 0.8 a 5.4 mg/m3, para producir tos a concentraciones entre 3.6 y 11.3 mg/m3, y ser intolerable para los trabajadores no aclimatados a una concentración de 100 mg/m3. Existe un pequeño riesgo de edema pulmonar con la inhalación de la niebla. El contacto de la piel con la niebla provoca una irritación leve, pero no una toxicidad sistémica. Una solución al 75% de ácido fosfórico que cae sobre la piel provoca quemaduras graves. Un estudio de una cohorte de trabajadores de fosfato que estuvieron expuestos ocupacionalmente al ácido fosfórico no mostró un aumento en la mortalidad por causas específicas.

Se encontró que la concentración letal mediana para el oxicloruro de fósforo y sus productos de neutralización de amoníaco era de 48.4 y 44.4 micromoles por mol de aire para ratas y de 52.5 y 41.3 para cobayos. Se hidrolizó el quince por ciento del oxicloruro de fósforo. La mayoría de los informes de series de casos sobre los efectos del oxicloruro de fósforo en la salud también incluyen la exposición a otros compuestos que contienen fósforo. Solo, se describe que causa necrosis estomacal cuando se ingiere, necrosis del tracto respiratorio por inhalación, ulceración de la piel por aplicación directa y ulceración ocular con pérdida de visión en conejos. La exposición crónica de animales mostró anormalidades en el metabolismo mineral y osteoporosis con eliminación de cantidades excesivas de fósforo inorgánico, sales de calcio y cloruros del cuerpo. En combinación con otros compuestos de fósforo, se ha demostrado que el oxicloruro de fósforo causa asma y bronquitis en informes de series de casos.

Pentasulfuro de fósforo se hidroliza a gas de sulfuro de hidrógeno y ácido fosfórico, ejerciendo los efectos de estas sustancias al entrar en contacto con las membranas mucosas (ver ácido fosfórico, arriba, y también sulfuro de hidrógeno en otras partes de este Enciclopedia). El LD oral50 fue de 389 mg/kg en ratas. Veinte miligramos instilados en los ojos de los conejos fueron muy irritantes después de 24 horas. Después de 24 horas, se encontró que 500 mg aplicados a la piel de conejo eran moderadamente irritantes.

El vapor de tricloruro de fósforo es un irritante severo de las membranas mucosas, los ojos y la piel. Similar al pentasulfuro de fósforo, la hidrólisis a ácido clorhídrico y ácido fosfórico en contacto con las membranas mucosas explica gran parte de este efecto. La inhalación del vapor puede causar irritación de la garganta, broncoespasmo y/o edema pulmonar hasta 24 horas después de la exposición, dependiendo de la dosis. El síndrome de enfermedad reactiva de las vías respiratorias (RADS), con síntomas prolongados de sibilancias y tos, puede ocurrir por exposición aguda o repetida al vapor. Por contacto, el tricloruro de fósforo provoca quemaduras graves en los ojos, la piel y las mucosas. La ingestión, involuntaria o suicida, provoca quemaduras en el tracto gastrointestinal. Diecisiete personas que estuvieron expuestas al tricloruro de fósforo y sus productos de hidrólisis después de un accidente de camión cisterna fueron evaluadas médicamente. Las personas más cercanas al derrame experimentaron disnea, tos, náuseas, vómitos, ardor en los ojos y lagrimeo. La lactato deshidrogenasa se elevó transitoriamente en seis. Si bien las radiografías de tórax fueron normales, las pruebas de función pulmonar mostraron una caída significativa en la capacidad vital forzada y FEVXNUMX.1. Se observó una mejoría en estos parámetros en los 17 pacientes que volvieron a realizar la prueba después de 1 mes. el LC50 fue de 104 ppm durante 4 horas en ratas. La nefrosis fue el hallazgo principal en la autopsia, con daño pulmonar insignificante.

La inhalación de vapores de pentacloruro de fósforo provoca una irritación grave de las vías respiratorias, lo que lleva a una bronquitis documentada. Puede ocurrir un inicio tardío de edema pulmonar, aunque no se ha informado. La exposición de los ojos a los vapores también provoca irritación grave y se esperaría que el contacto con la piel provoque dermatitis de contacto. el LC50 durante 4 horas de inhalación es de 205 mg/m3..

Fosfatos y superfosfatos. El principal problema con los fosfatos en el medio ambiente es la causa de la eutrofización de lagos y estanques. Los fosfatos ingresan a los cuerpos de agua de la escorrentía de la agricultura (las fuentes incluyen compuestos que contienen fósforo que se usan como fertilizantes y pesticidas, y la descomposición de plantas y animales) y de los detergentes que se usan en los hogares y la industria. El crecimiento excesivo de algas verdeazuladas ocurre porque el fósforo es generalmente el nutriente limitante esencial para el crecimiento. El rápido crecimiento de algas afecta el uso de los lagos para la pesca y actividades recreativas. También complica la purificación del agua potable.

Toxicidad de los fosfatos

La extracción de fosfato se ha asociado con traumas físicos. La neumoconiosis no es motivo de preocupación en este entorno debido a la pequeña cantidad de polvo que se genera. El polvo de fosfato se crea en el proceso de secado y es motivo de preocupación en la causa de la neumoconiosis en el manejo y transporte del material. Los fluoruros pueden estar presentes en el polvo y provocar toxicidad.

Además, el polvo de fosfato se crea en la creación de superfosfatos, que se utilizan para la fertilización. Un estudio de mujeres empleadas en la fabricación de superfosfatos encontró anomalías en la función menstrual. Se han descrito daños oculares graves y ceguera en humanos y animales por contacto directo con superfosfatos.

Medidas de Seguridad y Salud

Peligro de incendio. El fósforo puede encenderse espontáneamente cuando se expone al aire y provocar incendios y explosiones. Se pueden causar quemaduras graves cuando las astillas y los pedacitos de fósforo blanco entran en contacto con la piel y se encienden después de secarse.

Debido a su inflamabilidad en el aire, el fósforo blanco debe mantenerse cubierto con agua en todo momento. Además, las piezas esparcidas deben rociarse con agua, incluso antes de que se sequen y comiencen a arder; Los incendios de fósforo pueden controlarse con agua (niebla o rociado), cubriéndolos con arena o tierra, o con extintores de dióxido de carbono. La sustancia debe almacenarse en un área fresca, ventilada y aislada y alejada de agentes oxidantes potentes, riesgos agudos de incendio y los rayos directos del sol.

En caso de contacto con la piel al quemar astillas de fósforo, rociarlas con una solución acuosa de sulfato de cobre del 1 al 5% apagará el fuego y al mismo tiempo formará un compuesto no inflamable en la superficie del fósforo. Después de este tratamiento, las astillas se pueden quitar con cantidades más grandes de agua. Una solución de jabón suave que contenga una concentración similar de sulfato de cobre puede ser más eficaz que la solución acuosa simple.

Tablas de fosfatos orgánicos e inorgánicos

Tabla 1 - Información química.

Tabla 2 - Riesgos para la salud.

Tabla 3 - Riesgos físicos y químicos.

Tabla 4 - Propiedades físicas y químicas.

 

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Miércoles, agosto 03 2011 06: 36

Los ftalatos

Los ftalatos son ésteres de ácido ftálico y varios alcoholes. Varios diésteres son de especial importancia práctica. Estos son principalmente los diésteres de metanol, etanol, butanol, isobutanol, iso-octanol, 2-etilhexanol, isononanol, isodecanol y alfoles con cadenas lineales. La síntesis de los ftalatos se realiza generalmente combinando anhídrido ftálico y dos moléculas del alcohol correspondiente.

Usos

Los ésteres de ftalatos se utilizan en productos no plastificantes, como perfumes y cosméticos, y productos plastificados, como piscinas de vinilo, asientos de vinilo plastificado en muebles y automóviles, y ropa, incluidas chaquetas, impermeables y botas. Los principales usos de estos compuestos se encuentran en la industria del plástico, que consume alrededor del 87 % de todos los ésteres de ftalato para producir “PVC blando”. El 13% restante se utiliza para la producción de lacas, dispersión, celulosa, poliestirol, colores, caucho sintético y natural, lubricantes, poliamidas, repelentes de insectos, fijadores de perfumes, coagulantes para explosivos y fluidos de trabajo para bombas de alto vacío. Entre los ftalatos, ftalato de di-sec-octilo (DOP) y diisononilftalato son los suavizantes estándar más importantes.

Ftalato de dimetilo y Ftalato de dibutilo (DBP) tienen usos adicionales en numerosas industrias, incluidas las textiles, los colorantes, los cosméticos y el vidrio. El ftalato de dimetilo es un portador de tinte y un plastificante en spray para el cabello y en vidrios de seguridad. El ftalato de dibutilo es útil como repelente de insectos para la impregnación de ropa y como plastificante en lacas de nitrocelulosa, elastómeros, explosivos, esmaltes de uñas y propulsores sólidos de cohetes. Funciona como solvente para aceites de perfume, fijador de perfume y agente lubricante textil. Además, el ftalato de dibutilo se utiliza en vidrios de seguridad, tintas de impresión, revestimientos de papel, materiales de impresión dental y como componente del plastisol de PVC para el revestimiento posterior de alfombras.

Muchos compuestos de ftalato de dialilo se venden bajo especificaciones militares y se utilizan para aplicaciones eléctricas y electrónicas confiables en condiciones ambientales adversas a largo plazo. Estos compuestos se utilizan en conectores electrónicos para sistemas de comunicaciones, informáticos y aeroespaciales, así como en placas de circuitos, aisladores y potenciómetros.

Peligros

El primer paso de la biotransformación de los ésteres de ácido ftálico es su escisión a monoésteres. El siguiente paso en los mamíferos es la oxidación del alcohol restante del monoéster. Los productos de excreción correspondientes se detectan en la orina.

Los ftalatos, especialmente aquellos con una cadena de alcohol corta, pueden absorberse a través de la piel. Veinticuatro horas después de la aplicación dérmica de radioactivo ftalato de dietilo (DEP), el 9% de la radiactividad se encontró en la orina, y después de 3 días el material radiactivo se evidenció en varios órganos. Parece haber una cierta conexión entre el metabolismo y la toxicidad de los ftalatos, porque los ftalatos con una cadena de alcohol corta, que tienen una toxicidad más alta, se dividen particularmente rápido en monoésteres, y muchos de los efectos tóxicos de los ftalatos son provocados por los monoésteres. en los experimentos con animales.

Toxicidad aguda. La toxicidad aguda de los ftalatos es muy leve y generalmente disminuye al aumentar el peso molecular. En la literatura la LD oral50 (rata) para DBP se indica como 8 a 23 g/kg, y para DOP como 30.6 a 34 g/kg. Los ftalatos no causan inflamación de la piel ni de los ojos en los conejos. No se han descrito casos de sensibilización de la piel, pero se dice que los ftalatos provocan una ligera irritación de la mucosa de las vías respiratorias. La combinación de baja toxicidad y baja presión de vapor implica en general solo un ligero riesgo de inhalación.

Toxicidad crónica. En experimentos de alimentación crónica y subcrónica, los ftalatos tenían en general una toxicidad relativamente baja. La alimentación diaria de DOP a ratas a 65 mg/kg de peso corporal no mostró efectos adversos después de 2 años. No se informan niveles de efectos adversos para otros ftalatos después de experimentos de alimentación durante 1 o 2 años en ratas o perros, con una dosis que oscila entre 14 y 1,250 mg/kg de peso/día. Sin embargo, los cambios testiculares observados recientemente y los aumentos de peso en el hígado de ratas después de la aplicación de DOP al 0.2% con alimentos durante 17 semanas pueden requerir una corrección del "nivel sin efectos adversos".

DOP y DBP que excedieron los "niveles sin efectos adversos" provocaron un retraso en el aumento de peso, cambios hepáticos y renales, cambios en las actividades enzimáticas en el tejido hepático y degeneración de los testículos. El último efecto puede atribuirse a una interferencia con el metabolismo del zinc. Sin embargo, podría ser provocada no solo por DBP sino también por el monoéster y por DOP. Tanto DOP como el monoéster provocaron cambios similares en el tejido hepático.

Según este estudio, el DOP y el isómero de cadena lineal di-n-octilftalato son los compuestos con mayor toxicidad acumulada entre las ocho sustancias analizadas. Otros dos ésteres de ácido ftálico, bis(2-metoxietilo)ftalato y butilcarbutoximetilftalato, tenían una toxicidad acumulativa relativamente baja (factor 2.53 y 2.06 respectivamente). Sin embargo, no está claro si los efectos acumulativos observados son importantes incluso para dosis bajas o simplemente bajo la condición de que las capacidades de las enzimas involucradas en la biotransformación sean insuficientes para proporcionar una tasa de eliminación adecuada después de la administración parenteral de dosis altas.

Irritación local. La DOP sin diluir no produjo inflamación de la piel ni del ojo del conejo, ni necrosis de la córnea. Calley y colaboradores encontraron una inflamación distinta después de la inyección intradérmica. Estos resultados no fueron confirmados por otros autores y probablemente se deban al uso de solventes inadecuados. Sin embargo, se reprodujo la ausencia de irritación del ojo del conejo. Los experimentos con humanos (23 voluntarios) no dieron ningún indicio de irritación de la piel de la espalda después del contacto durante 7 días, ni respaldaron la suposición de sensibilización después de la aplicación repetida en el mismo sitio. Tanto la absorción del compuesto a través de la piel intacta como la irritación local son obviamente leves.

Toxicidad por inhalación. En experimentos de inhalación, las ratas toleraron aire saturado con vapor de DOP durante 2 h sin muertes. Cuando se prolongó el tiempo de exposición, todos los animales murieron dentro de las siguientes 2 h. En otro experimento, se condujo aire a 50 °C a través de una solución de DOP y el vapor se enfrió y se envió a una cámara de inhalación. En esta cámara, los ratones se expusieron al vapor tres veces por semana durante 1 hora durante 12 semanas. Todos los animales sobrevivieron. La evidencia histológica de neumonía crónica difusa en estos animales, sacrificados después de 12 semanas, no pudo afirmarse cuando se examinaron 20 animales en un chequeo detallado.

Embriotoxicidad y teratogenicidad. Varios ftalatos son embriotóxicos y teratogénicos para embriones de pollo y ratas preñadas en dosis altas (una décima parte de la LD aguda).50 o 10 ml/kg de DOP intraperitoneal). El efecto nocivo para el embrión aumenta con la solubilidad de los ftalatos. DEP y DOP pueden llegar al embrión a través de la placenta de la rata hembra. A diferencia de otros seis ftalatos, el DOP y el di-n-octilftalato con cadenas lineales no produjeron anomalías en el esqueleto de las crías de ratas Sprague-Dawley.

Mutagenicidad. DOP superó la mutagenicidad del ftalato de dimetoxietilo en la prueba letal dominante con el ratón y mostró un claro efecto mutagénico cuando un tercio, la mitad y dos tercios de la LD aguda50 se le dio. Los experimentos teratogénicos habían mostrado un rango contrario de efectos adversos. Aunque las pruebas de Ames que indican actividad mutagénica in vitro mostraron resultados diferentes, se puede suponer que este procedimiento de prueba demuestra una actividad mutagénica débil. Este efecto podría depender, entre otras cosas, de la extensión de la división del éster in vitro.

Carcinogenicidad. Los experimentos de alimentación animal con ratas y ratones han producido aumentos en las tasas de cambios hepatocelulares en ambos sexos. Los datos humanos son insuficientes para evaluar el riesgo; sin embargo, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) ha clasificado a la DOP como probable carcinógeno humano.

Datos humanos. Después de una ingestión oral de 10 g de DOP, aparecieron trastornos gástricos leves y diarrea en un voluntario. Un segundo voluntario toleró la ingesta de 5 g sin ningún síntoma. Algunos autores informan ausencia de irritación o solo una ligera irritación de la piel después de la aplicación local de DOP en voluntarios. Una segunda aplicación en el sitio de la aplicación anterior no dio indicios de sensibilización.

Un tiempo de exposición promedio de 12 años (rango de 4 meses a 35 años) a concentraciones de trabajo entre 0.0006 y 0.001 ppm DOP no provocó trastornos de salud ni aumento de la tasa de aberraciones cromosómicas en el personal expuesto. Los plásticos que contienen ésteres de ácido ftálico, especialmente DOP como suavizante, se utilizan ampliamente como equipo médico, por ejemplo, como contenedores de sangre para hemodiálisis. El problema de la posible captación intravenosa directa de ftalatos en humanos se ha estudiado a fondo. Las reservas de sangre almacenadas en recipientes de plástico a 4 °C mostraron una concentración de DOP de 5 a 20 mg/100 ml de sangre después de 21 días. Esto podría conducir a una captación de DOP de 300 mg o 4.3 mg/kg después de una transfusión de sangre de cuerpo entero en un ser humano de 70 kg. Las consideraciones teóricas muestran una posible captación de 150 mg de DOP durante una hemodiálisis de 5 h.

Tablas de ftalatos

Tabla 1 - Información química.

Tabla 2 - Riesgos para la salud.

Tabla 3 - Riesgos físicos y químicos.

Tabla 4 - Propiedades físicas y químicas.

 

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Jueves, 04 Agosto 2011 23: 11

Monóxido de carbono

El monóxido de carbono (CO) es un gas inodoro e incoloro que reduce la capacidad de la hemoglobina para transportar y suministrar oxígeno.

Ocurrencia. El monóxido de carbono se produce cuando se quema material orgánico, como carbón, madera, papel, aceite, gasolina, gas, explosivos o cualquier otro material carbonoso, en un suministro limitado de aire u oxígeno. Cuando el proceso de combustión tiene lugar en un suministro abundante de aire sin que la llama entre en contacto con ninguna superficie, es poco probable que se produzca una emisión de monóxido de carbono. El CO se produce si la llama entra en contacto con una superficie que está más fría que la temperatura de ignición de la parte gaseosa de la llama. Las fuentes naturales producen el 90% del CO atmosférico y la actividad alrededor del 10%. Los vehículos de motor representan del 55 al 60 % de la carga mundial de CO generada por el hombre. El gas de escape del motor de combustión alimentado con gasolina (encendido por chispa) es una fuente común de CO ambiental. El gas de escape del motor diésel (encendido por compresión) contiene alrededor del 0.1 % de CO cuando el motor está funcionando correctamente, pero mal ajustado, sobrecargado o mal mantenido. Los motores diesel pueden emitir cantidades considerables de CO. Los postquemadores térmicos o catalíticos en los tubos de escape reducen considerablemente la cantidad de CO emitida. Otras fuentes importantes de CO son los cubilotes de las fundiciones, las unidades de craqueo catalítico de las refinerías de petróleo, la destilación de carbón y madera, los hornos de cal y los hornos de recuperación kraft de las fábricas de papel kraft, la fabricación de metanol sintético y otros compuestos orgánicos a partir del monóxido de carbono, la sinterización de alimentación de altos hornos, fabricación de carburo, fabricación de formaldehído, plantas de negro de carbón, plantas de coque, plantas de gas y plantas de desechos.

Cualquier proceso en el que pueda ocurrir una quema incompleta de material orgánico es una fuente potencial de emisión de monóxido de carbono.

El monóxido de carbono se produce a escala industrial por oxidación parcial de gases de hidrocarburo a partir de gas natural o por gasificación de carbón o coque. Se utiliza como agente reductor en metalurgia, en síntesis orgánicas y en la fabricación de carbonilos metálicos. Varios gases industriales que se utilizan para calentar calderas y hornos y para impulsar motores de gas contienen monóxido de carbono.

Se cree que el monóxido de carbono es, con mucho, la causa individual más común de envenenamiento tanto en la industria como en los hogares. Miles de personas mueren anualmente como resultado de la intoxicación por CO. Se puede estimar que el número de víctimas de envenenamiento no mortal que sufren daños permanentes en el sistema nervioso central es aún mayor. La magnitud del peligro para la salud debido al monóxido de carbono, tanto fatal como no fatal, es enorme, y los envenenamientos probablemente sean más frecuentes de lo que generalmente se reconoce.

Una proporción considerable de la fuerza laboral en cualquier país tiene una exposición ocupacional significativa al CO. El CO es un peligro siempre presente en la industria automotriz, talleres y estaciones de servicio. Los conductores de transporte por carretera pueden correr peligro si se produce una fuga de gases de escape del motor en la cabina de conducción. Las ocupaciones con exposición potencial al CO son numerosas, por ejemplo, mecánicos de garaje, quemadores de carbón, trabajadores de hornos de coque, trabajadores de cúpulas, trabajadores de altos hornos, herreros, mineros, trabajadores de túneles, trabajadores de procesos Mond, trabajadores de gas, trabajadores de calderas, trabajadores de hornos de cerámica, destiladores de madera, cocineros, panaderos, bomberos, formaldehídos y muchos otros. La soldadura en cubas, tanques u otros recintos puede resultar en la producción de cantidades peligrosas de CO si la ventilación no es eficiente. Las explosiones de metano y polvo de carbón en las minas de carbón producen “humedad residual”, que contiene cantidades considerables de CO y dióxido de carbono. Si se reduce la ventilación o aumentan las emisiones de CO debido a fugas o alteraciones en el proceso, pueden ocurrir envenenamientos inesperados por CO en operaciones industriales que generalmente no crean problemas de CO.

Acción tóxica

El cuerpo humano produce pequeñas cantidades de CO a partir del catabolismo de la hemoglobina y otros pigmentos que contienen hemo, lo que lleva a una saturación de carboxihemoglobina endógena (COHb) de aproximadamente 0.3 a 0.8 % en la sangre. La concentración de COHb endógena aumenta en las anemias hemolíticas y después de hematomas o contusiones importantes, lo que provoca un aumento del catabolismo de la hemoglobina.

El CO se absorbe fácilmente a través de los pulmones hacia la sangre. El efecto biológico mejor comprendido del CO es su combinación con la hemoglobina para formar carboxihemoglobina. El monóxido de carbono compite con el oxígeno por los sitios de unión de las moléculas de hemoglobina. La afinidad de la hemoglobina humana por el CO es unas 240 veces mayor que su afinidad por el oxígeno. La formación de COHb tiene dos efectos indeseables: bloquea el transporte de oxígeno al inactivar la hemoglobina, y su presencia en la sangre desplaza la curva de disociación de la oxihemoglobina hacia la izquierda, lo que dificulta la liberación del oxígeno restante a los tejidos. Debido a este último efecto, la presencia de COHb en la sangre interfiere con la oxigenación de los tejidos considerablemente más que una reducción equivalente de la concentración de hemoglobina, por ejemplo, por sangrado. El monóxido de carbono también se une a la mioglobina para formar carboximioglobina, que puede alterar el metabolismo muscular, especialmente en el corazón.

La relación aproximada de carboxihemoglobina (COHb) y oxihemoglobina (O2Hb) en sangre se puede calcular a partir de la ecuación de Haldane. La relación de COHb y O2La Hb es proporcional a la relación de las presiones parciales de CO y oxígeno en el aire alveolar:

Inglés

La ecuación es aplicable para la mayoría de los propósitos prácticos para aproximar la relación real en el estado de equilibrio. Para cualquier concentración de CO dada en el aire ambiente, la concentración de COHb aumenta o disminuye hacia el estado de equilibrio según la ecuación. La dirección del cambio en COHb depende de su nivel inicial. Por ejemplo, la exposición continua al aire ambiente que contiene 35 ppm de CO daría como resultado un estado de equilibrio de alrededor del 5 % de COHb en la sangre. Después de eso, si la concentración en el aire permanece sin cambios, no habrá cambios en el nivel de COHb. Si la concentración de aire aumenta o disminuye, la COHb también cambia hacia el nuevo equilibrio. Un fumador empedernido puede tener una concentración de COHb del 8 % en la sangre al comienzo de un turno de trabajo. Si él o ella está continuamente expuesto a una concentración de CO de 35 ppm durante el turno, pero no se le permite fumar, su nivel de COHb disminuye gradualmente hacia el equilibrio de 5% de COHb. Al mismo tiempo, el nivel de COHb de los trabajadores que no fuman aumenta gradualmente desde el nivel inicial de aproximadamente 0.8 % de COHb endógeno hasta el nivel del 5 %. Por lo tanto, la absorción de CO y la acumulación de COHb están determinadas por las leyes de los gases, y la solución de la ecuación de Haldane dará el valor máximo aproximado de COHb para cualquier concentración de CO en el aire ambiente. Debe recordarse, sin embargo, que el tiempo de equilibrio para los seres humanos es de varias horas para las concentraciones de CO en el aire que normalmente se encuentran en los lugares de trabajo. Por lo tanto, al juzgar el riesgo potencial para la salud de la exposición al CO, es importante tener en cuenta el tiempo de exposición además de la concentración de CO en el aire. La ventilación alveolar también es una variable importante en la tasa de absorción de CO. Cuando aumenta la ventilación alveolar, por ejemplo, durante un trabajo físico pesado, el estado de equilibrio se acerca más rápidamente que en una situación con ventilación normal.

La vida media biológica de la concentración de COHb en la sangre de adultos sedentarios es de unas 3 a 4 h. La eliminación de CO se vuelve más lenta con el tiempo y cuanto más bajo es el nivel inicial de COHb, más lenta es la tasa de excreción.

Envenenamiento agudo

La aparición de los síntomas depende de la concentración de CO en el aire, el tiempo de exposición, el grado de esfuerzo y la susceptibilidad individual. Si la exposición es masiva, la pérdida del conocimiento puede ocurrir casi instantáneamente con pocos o ningún signo y síntoma premonitorio. La exposición a concentraciones de 10,000 a 40,000 ppm provoca la muerte en pocos minutos. Los niveles entre 1,000 y 10,000 ppm causan síntomas de dolor de cabeza, mareos y náuseas en 13 a 15 min e inconsciencia y muerte si la exposición continúa durante 10 a 45 min, la rapidez de inicio depende de las concentraciones. Por debajo de estos niveles, el tiempo antes de la aparición de los síntomas es mayor: niveles de 500 ppm causan dolor de cabeza después de 20 min y niveles de 200 ppm después de unos 50 min. La relación entre las concentraciones de carboxihemoglobina y los principales signos y síntomas se muestra en la tabla 1.

Tabla 1. Principales signos y síntomas con distintas concentraciones de carboxihemoglobina.

Carboxihemoglobina1 concentración (%)

Principales signos y síntomas

0.3-0.7

Sin signos ni síntomas. Nivel endógeno normal.

2.5-5

Sin síntomas Aumento compensatorio del flujo sanguíneo a ciertos órganos vitales. Los pacientes con enfermedad cardiovascular grave pueden carecer de reserva compensatoria. El dolor de pecho de los pacientes con angina de pecho es provocado por un menor esfuerzo.

5-10

Umbral de luz visual ligeramente aumentado.

10-20

Opresión en la frente. Ligero dolor de cabeza. Respuesta visual evocada anormal. Posiblemente leve dificultad para respirar con el esfuerzo. Puede ser letal para el feto. Puede ser letal para pacientes con enfermedades cardíacas graves.

20-30

Cefalea leve o moderada y pulsátil en las sienes. enrojecimiento Náuseas. Destreza manual fina anormal.

30-40

Dolor de cabeza intenso, vértigo, náuseas y vómitos. Debilidad. Irritabilidad y deterioro del juicio. Síncope de esfuerzo.

40-50

Igual que el anterior, pero más grave con mayor posibilidad de colapso y síncope.

50-60

Posiblemente coma con convulsiones intermitentes y respiración de Cheyne-Stokes.

60-70

Coma con convulsiones intermitentes. Respiración deprimida y acción del corazón. Posiblemente la muerte.

70-80

Pulso débil y respiración lenta. Depresión del centro respiratorio que conduce a la muerte.

1 Existe una variación individual considerable en la aparición de los síntomas.

La víctima del envenenamiento se describe clásicamente como de color rojo cereza. En las primeras etapas de la intoxicación, el paciente puede parecer pálido. Más tarde, la piel, el lecho de las uñas y las membranas mucosas pueden volverse de color rojo cereza debido a una alta concentración de carboxihemoglobina y una baja concentración de hemoglobina reducida en la sangre. Este signo puede detectarse por encima del 30 % de la concentración de COHb, pero no es un signo fiable y regular de intoxicación por CO. El pulso del paciente es rápido y saltón. Se nota poca o ninguna hiperpnea a menos que el nivel de COHb sea muy alto.

Cuando los síntomas o signos descritos anteriormente se presenten en una persona cuyo trabajo pueda exponerla al monóxido de carbono, se debe sospechar inmediatamente de intoxicación por este gas. El diagnóstico diferencial de intoxicación por drogas, intoxicación aguda por alcohol, accidente cerebral o cardíaco, o coma diabético o urémico puede ser difícil, y la posibilidad de exposición al monóxido de carbono a menudo no se reconoce o simplemente se pasa por alto. El diagnóstico de envenenamiento por monóxido de carbono no debe considerarse establecido hasta que se determine que el cuerpo contiene cantidades anormales de CO. El monóxido de carbono es fácilmente detectable a partir de muestras de sangre o, si una persona tiene pulmones sanos, se puede hacer rápidamente una estimación de la concentración de COHb en la sangre. de muestras de aire alveolar final exhalado que está en equilibrio con la concentración de COHb en sangre.

Los órganos críticos con respecto a la acción del CO son el cerebro y el corazón, los cuales dependen de un suministro ininterrumpido de oxígeno. El monóxido de carbono sobrecarga al corazón por dos mecanismos: el trabajo del corazón aumenta para satisfacer la demanda periférica de oxígeno, mientras que su propio suministro de oxígeno se reduce por el CO. El monóxido de carbono puede desencadenar un infarto de miocardio.

El envenenamiento agudo puede resultar en complicaciones neurológicas o cardiovasculares que son evidentes tan pronto como el paciente se recupera del coma inicial. En intoxicaciones graves, puede surgir edema pulmonar (exceso de líquido en los tejidos pulmonares). La neumonía, a veces debido a la aspiración, puede desarrollarse después de algunas horas o días. También puede ocurrir glucosuria o albuminuria temporal. En casos raros, la insuficiencia renal aguda complica la recuperación del envenenamiento. Ocasionalmente se encuentran diversas manifestaciones cutáneas.

Después de una intoxicación grave por CO, el paciente puede sufrir edema cerebral con daño cerebral irreversible de grado variable. La recuperación primaria puede ir seguida de una recaída neuropsiquiátrica posterior, días o incluso semanas después de la intoxicación. Los estudios anatomopatológicos de los casos mortales muestran que la lesión del sistema nervioso predomina en la sustancia blanca más que en las neuronas de las víctimas que sobreviven unos días después del envenenamiento real. El grado de daño cerebral después del envenenamiento por CO está determinado por la intensidad y la duración de la exposición. Al recobrar el conocimiento después de una intoxicación grave por CO, se ha informado que el 50% de las víctimas presentan un estado mental anormal que se manifiesta como irritabilidad, inquietud, delirio prolongado, depresión o ansiedad. Un seguimiento de tres años de estos pacientes reveló que el 33% tenía deterioro de la personalidad y el 43% tenía un deterioro persistente de la memoria.

Exposiciones repetidas. El monóxido de carbono no se acumula en el cuerpo. Se excreta por completo después de cada exposición si se permite suficiente tiempo al aire libre. Sin embargo, es posible que los envenenamientos leves o moderados repetidos que no den lugar a la pérdida del conocimiento provoquen la muerte de las células cerebrales y, en última instancia, provoquen daños en el sistema nervioso central con una multitud de síntomas posibles, como dolor de cabeza, mareos, irritabilidad, deterioro de la memoria, cambios de personalidad y un estado de debilidad de las extremidades.

Los individuos expuestos repetidamente a concentraciones moderadas de CO posiblemente estén adaptados hasta cierto punto contra la acción del CO. Se cree que los mecanismos de adaptación son similares al desarrollo de tolerancia contra la hipoxia en altitudes elevadas. Se ha encontrado que ocurre un aumento en la concentración de hemoglobina y en el hematocrito en animales expuestos, pero no se ha cuantificado con precisión ni el curso temporal ni el umbral de cambios similares en humanos expuestos.

Altitud. A gran altura aumenta la posibilidad de quema incompleta y mayor producción de CO porque hay menos oxígeno por unidad de aire que a nivel del mar. Las respuestas corporales adversas también aumentan debido a la reducción de las presiones parciales de oxígeno en el aire respirado. La deficiencia de oxígeno presente en altitudes elevadas y los efectos del CO aparentemente son aditivos.

Hidrocarburos halogenados derivados del metano. El diclorometano (cloruro de metileno), que es un componente principal de muchos decapantes y otros disolventes de este grupo, se metaboliza en el hígado con la producción de CO. La concentración de carboxihemoglobina puede aumentar hasta un nivel de envenenamiento moderado por este mecanismo.

Efectos de la exposición de bajo nivel al monóxido de carbono. En los últimos años se han centrado considerables esfuerzos de investigación en los efectos biológicos de concentraciones de COHb por debajo del 10% tanto en personas sanas como en pacientes con enfermedades cardiovasculares. Los pacientes con enfermedad cardiovascular grave pueden carecer de reserva compensatoria a un nivel de COHb de aproximadamente el 3%, por lo que el dolor torácico de los pacientes con angina de pecho es provocado por un menor esfuerzo. El monóxido de carbono atraviesa fácilmente la placenta para exponer al feto, que es sensible a cualquier carga hipóxica adicional de tal manera que su desarrollo normal puede verse amenazado.

Grupos susceptibles. Particularmente sensibles a la acción del CO son las personas cuya capacidad de transporte de oxígeno está disminuida debido a anemia o hemoglobinopatías; aquellos con mayores necesidades de oxígeno debido a fiebre, hipertiroidismo o embarazo; pacientes con hipoxia sistémica por insuficiencia respiratoria; y pacientes con cardiopatía isquémica y arterioesclerosis cerebral o generalizada. Los niños y jóvenes cuya ventilación es más rápida que la de los adultos alcanzan el nivel de intoxicación de COHb antes que los adultos sanos. Además, los fumadores cuyo nivel inicial de COHb es más alto que el de los no fumadores se acercarían más rápidamente a concentraciones peligrosas de COHb en exposiciones altas.

 

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Jueves, 04 Agosto 2011 23: 15

Compuestos de azufre, inorgánicos

El azufre se encuentra en estado nativo en ciertas regiones volcánicas, o en estado combinado como sulfuros metálicos (piritas, galena, blenda, cinabrio), sulfatos (anglesita, yeso) o en forma de sulfuro de hidrógeno en ciertas fuentes de agua o naturales. gas. En una época, la roca que contenía azufre extraída se calentaba hasta el punto de fusión en hornos primitivos excavados en el suelo o en hornos de mampostería abiertos en la parte superior (calcarrones sicilianos), la roca que contiene azufre se cubre con una capa de retardo para evitar el contacto con el aire. En ambos casos, parte del azufre natural se consume como combustible.

El azufre elemental se extrae en gran medida de la refinación del petróleo. En algunos países, el azufre se recupera como subproducto en la producción de cobre, plomo y zinc, a partir de sus minerales sulfurosos; también se obtiene tostando piritas de hierro para la producción de ácido sulfúrico.

Usos

Azufre se utiliza para la producción de ácido sulfúrico, sulfatos, hiposulfitos, disulfuro de carbono, etc., en la fabricación de fósforos, vulcanización de caucho, fusión de electrones y fabricación de bombas incendiarias; se utiliza en agricultura para combatir los parásitos de las plantas y en el tratamiento del vino. También se utiliza como agente blanqueador para pulpa y papel, textiles y frutos secos. El azufre es un componente de los champús anticaspa, un aglutinante y un extensor de asfalto para la pavimentación de carreteras, un aislante eléctrico y un agente nucleante en películas fotográficas.

dióxido de azufre sirve principalmente como intermediario en la producción de ácido sulfúrico, pero también se encuentra en la producción de pulpa de papel, almidón, sulfitos y tiosulfatos. Se utiliza como blanqueador de azúcar, fibras, cuero, colas y licores de azúcar; en síntesis orgánica se utiliza como punto de partida de numerosas sustancias como el disulfuro de carbono, el tiofeno, las sulfonas y los sulfonatos; se emplea como conservante en las industrias vitivinícola y alimentaria. En combinación con el amoníaco y la humedad atmosférica, forma neblinas artificiales de sulfito de amonio que se utilizan para proteger los cultivos contra las heladas nocturnas. El dióxido de azufre se usa como desinfectante en cervecerías, depresor en la flotación de minerales sulfurados, solvente extractivo en la refinación de petróleo, agente de limpieza para desagües de azulejos y agente curtiente en la industria del cuero.

Trióxido de azufre se utiliza como producto intermedio en la fabricación de ácido sulfúrico y óleum para la sulfonación, en particular, de tintes y materias colorantes, y para la producción de ácido nítrico anhidro y explosivos. El trióxido de azufre sólido se comercializa con nombres como Sulphan y Triosul, y se utiliza principalmente para la sulfonación de ácidos orgánicos. tetrafluoruro de azufre es un agente fluorante. hexafluoruro de azufre sirve como aislante gaseoso en instalaciones eléctricas de alta tensión. fluoruro de sulfirilo se utiliza como insecticida y fumigante.

hexafluoruro de azufre y trioxiclorofluoruro Se utilizan en material aislante para sistemas de alta tensión.

Muchos de estos compuestos se utilizan en las industrias de tintes, química, cuero, fotografía, caucho y metalurgia. Metabisulfito de sodio, trisulfito de sodio, hidrosulfito de sodio, sulfato de amonio, tiosulfato de sodio, sulfato de calcio, dióxido de azufre, sulfito de sodio y metabisulfito de potasio son aditivos, conservantes y agentes blanqueadores en la industria alimentaria. En la industria textil, el trisulfito de sodio y el sulfito de sodio son agentes blanqueadores; el sulfato de amonio y el sulfamato de amonio se utilizan para la protección contra incendios; y el sulfito de sodio se usa para estampar algodón. sulfato de amonio y disulfuro de carbono se utilizan en la industria de la seda viscosa, y el tiosulfato de sodio y el hidrosulfito de sodio son agentes blanqueadores para la pulpa y el papel. Además, el sulfato de amonio y el tiosulfato de sodio son agentes curtientes en la industria del cuero, y el sulfamato de amonio se usa para ignifugar la madera y tratar el papel de fumar.

El disulfuro de carbono es un solvente para ceras, lacas, aceites y resinas, así como un lubricante de llama para cortar vidrio. Se utiliza para la vulcanización en frío del caucho y para generar catalizadores de petróleo. Sulfuro de hidrógeno es un aditivo en lubricantes de extrema presión y aceites de corte, y un subproducto de la refinación de petróleo. Se utiliza en la reducción de minerales y para la purificación de ácido clorhídrico y ácido sulfúrico.

Peligros

Sulfuro de hidrógeno

El sulfuro de hidrógeno es un gas inflamable que arde con una llama azul, dando lugar al dióxido de azufre, un gas muy irritante y de olor característico. Las mezclas de sulfuro de hidrógeno y aire en el rango explosivo pueden explotar violentamente; dado que los vapores son más pesados ​​que el aire, pueden acumularse en depresiones o esparcirse por el suelo hasta convertirse en una fuente de ignición y provocar un retorno de llama. Cuando se expone al calor, se descompone en hidrógeno y azufre, y cuando entra en contacto con agentes oxidantes como ácido nítrico, trifluoruro de cloro, etc., puede reaccionar violentamente y encenderse espontáneamente. Los agentes extintores recomendados para combatir incendios de sulfuro de hidrógeno incluyen dióxido de carbono, polvo químico seco y agua pulverizada.

Riesgos para la salud. Incluso en bajas concentraciones, el sulfuro de hidrógeno tiene una acción irritante en los ojos y el tracto respiratorio. La intoxicación puede ser hiperaguda, aguda, subaguda o crónica. Las bajas concentraciones se detectan fácilmente por el olor característico a huevo podrido; sin embargo, la exposición prolongada embota el sentido del olfato y hace que el olor sea un medio de advertencia muy poco confiable. Altas concentraciones pueden amortiguar rápidamente el sentido del olfato. El sulfuro de hidrógeno ingresa al cuerpo a través del sistema respiratorio y se oxida rápidamente para formar compuestos de baja toxicidad; no hay fenómenos de acumulación y la eliminación se produce a través del intestino, la orina y el aire espirado.

En casos de envenenamiento leve, después de una exposición de 10 a 500 ppm, el dolor de cabeza puede durar varias horas, se pueden sentir dolores en las piernas y rara vez puede haber pérdida del conocimiento. En intoxicaciones moderadas (de 500 a 700 ppm) habrá pérdida de conciencia de unos minutos, pero sin dificultad respiratoria. En casos de intoxicación grave, el sujeto cae en un coma profundo con disnea, polipnea y una cianosis azul pizarra hasta que se recupera la respiración; hay taquicardia y espasmos tónico-clónicos.

La inhalación de cantidades masivas de sulfuro de hidrógeno producirá rápidamente anoxia que provocará la muerte por asfixia; pueden ocurrir convulsiones epileptiformes y el individuo cae aparentemente inconsciente y puede morir sin volver a moverse. Este es un síndrome característico de la intoxicación por sulfuro de hidrógeno en trabajadores de alcantarillado; sin embargo, en tales casos, la exposición a menudo se debe a una mezcla de gases que incluyen metano, nitrógeno, dióxido de carbono y amoníaco.

En la intoxicación subaguda, los signos pueden ser náuseas, malestar estomacal, eructos fétidos, aliento característico a "huevos podridos" y diarrea. Estos trastornos del aparato digestivo pueden ir acompañados de trastornos del equilibrio, vértigo, sequedad e irritación de nariz y garganta con expectoración viscosa y mucopurulenta y estertores y ronquidos difusos.

Ha habido informes de dolor retroesternal similar al encontrado en angina de pecho, y el electrocardiograma puede mostrar el rastro característico del infarto de miocardio, que, sin embargo, desaparece con bastante rapidez. Los ojos se ven afectados por edema palpebral, conjuntivitis bulbar y secreción mucopurulenta con, quizás, disminución de la agudeza visual, siendo todas estas lesiones generalmente bilaterales. Este síndrome es conocido por los trabajadores azucareros y cloacales como “ojo de gas”. Se han informado una variedad de otros efectos sistémicos, que incluyen dolores de cabeza, astenia, trastornos oculares, bronquitis crónica y una línea gris verdosa en las encías; al igual que en las intoxicaciones agudas, se dice que predominan las lesiones oculares, con parálisis, meningitis, polineuritis e incluso problemas de conducta.

En ratas, la exposición al sulfuro de hidrógeno ha dado lugar a efectos teratogénicos.

Metabolismo y patología. El sulfuro de hidrógeno tiene una acción tóxica general. Inhibe la enzima respiratoria de Warburg (citocromo oxidasa) al unirse al hierro y también bloquea los procesos de oxidorreducción. Esta inhibición de enzimas esenciales para la respiración celular puede ser fatal. La sustancia tiene una acción irritante local sobre las membranas mucosas ya que, en contacto con la humedad, forma sulfuros cáusticos; esto también puede ocurrir en el parénquima pulmonar como resultado de la combinación con álcalis tisulares. Investigaciones experimentales han demostrado que estos sulfuros pueden entrar en la circulación, produciendo efectos respiratorios como polipnea, bradicardia e hipertensión, por su acción sobre las zonas vasosensibles, reflexogénicas de los nervios carotídeos y del nervio de Hering.

El examen post mortem en varios casos de intoxicación hiperaguda ha revelado edema pulmonar y congestión de varios órganos. Un rasgo característico de la autopsia es el olor a sulfuro de hidrógeno que emana del cadáver disecado. Otras características a destacar son las hemorragias de las mucosas gástricas, y la coloración verdosa de las regiones superiores del intestino e incluso del cerebro.

Disulfuro de carbono

Los primeros casos de intoxicación por disulfuro de carbono se observaron durante el siglo XIX en Francia y Alemania en relación con la vulcanización del caucho. Después de la Primera Guerra Mundial, se expandió la producción de rayón viscosa, y con ella la incidencia de intoxicaciones agudas y crónicas por disulfuro de carbono, que sigue siendo un problema grave en algunos países. Todavía se producen intoxicaciones agudas y, más a menudo, crónicas, aunque las mejoras en la tecnología y las condiciones higiénicas de las plantas han eliminado virtualmente tales problemas en varios países.

El disulfuro de carbono es principalmente un veneno neurotóxico; por lo tanto, aquellos síntomas que indican daño del sistema nervioso central y periférico son los más importantes. Se reportó que concentraciones de 0.5 a 0.7 mg/l (160 a 230 ppm) no causaron síntomas agudos en humanos, 1 a 1.2 mg/l (320 a 390 ppm) fueron soportables por varias horas, con aparición de dolores de cabeza y molestias desagradables. sentimientos después de 8 horas de exposición; a 3.6 mg/l (1,150 ppm) aparece el vértigo; a 6.4 a 10 mg/l (2,000 a 3,000 ppm) se produjo una ligera intoxicación, parestesia y respiración irregular en 1/2 a 1 hora. A concentraciones de 15 mg/l (4,800 ppm), la dosis fue letal después de 30 minutos; y en concentraciones aún más altas, se produjo la pérdida del conocimiento después de varias inhalaciones.

Envenenamiento agudo ocurre principalmente después de exposiciones accidentales a concentraciones muy altas. La inconsciencia, con frecuencia bastante profunda, con extinción de los reflejos corneales y tendinosos, ocurre después de un breve período de tiempo. La muerte sobreviene por un bloqueo del centro respiratorio. Si el paciente recupera la conciencia, se produce agitación motora y desorientación. Si él o ella se recupera, con frecuencia las secuelas tardías incluyen trastornos psíquicos, así como daños permanentes en los sistemas nerviosos central y periférico. Los casos subagudos de intoxicación suelen producirse por exposición a concentraciones superiores a 2 mg/l. Se manifiestan principalmente en trastornos mentales de tipo maníaco-depresivo; sin embargo, a concentraciones más bajas son más frecuentes los casos de polineuritis.

Envenenamiento crónico comienza con debilidad, fatiga, dolor de cabeza, trastornos del sueño, a menudo con sueños aterradores, parestesia y debilidad en las extremidades inferiores, pérdida de apetito y malestar estomacal. También se observan síntomas neurológicos, y la impotencia es bastante frecuente. La exposición continua puede dar lugar a polineuritis, que se dice que aparece después de trabajar en concentraciones de 0.3 a 0.5 mg/l durante varios años; un signo temprano es la disociación de los reflejos tendinosos en las extremidades inferiores. El daño a los nervios cerebrales es menos frecuente, pero neuritis nm. optica y se han observado alteraciones vestibulares y del sentido del olfato.

En los trabajadores expuestos, ocurren trastornos en el sistema reproductivo masculino (hipo y astenospermia), y la excreción de 17-cetosteroides, 17-hidroxicorticosteroides y androsterona disminuye durante la exposición. En mujeres se han descrito alteraciones menstruales, metrorragia y abortos más frecuentes. El disulfuro de carbono atraviesa la placenta. Los animales han demostrado efectos fetotóxicos y teratogénicos a niveles de 32 ppm y superiores.

La relación entre el disulfuro de carbono y la aterosclerosis es un tema de especial interés. Antes de la Segunda Guerra Mundial, no se prestó mucha atención a este patrón, pero a partir de entonces, cuando el envenenamiento clásico por disulfuro de carbono dejó de ocurrir en muchos países, varios autores notaron el desarrollo de aterosclerosis de los vasos cerebrales en trabajadores más jóvenes en plantas de rayón viscosa.

Estudios oftalmodinamográficos en trabajadores jóvenes que estuvieron expuestos a concentraciones de disulfuro de carbono de 0.2 a 0.5 mg/l durante varios años, mostraron que la presión arterial sistólica y diastólica retiniana era mayor que la de la arteria braquial. Este aumento se debió a la hipertensión arterial en el cerebro, y se informó que los espasmos arteriales aparecían antes que las quejas subjetivas. Se ha recomendado la reoencefalografía para evaluar la función de los vasos cerebrales. Los cambios en la resistencia son causados ​​por la pulsación arterial, especialmente de los vasos intracraneales, y por lo tanto podrían conducir al descubrimiento de un posible aumento de la rigidez o espasmos de los vasos craneales. En trabajadores japoneses se observó una mayor incidencia de hemorragias retinianas pequeñas y redondas y microaneurismas.

En hombres expuestos crónicamente, se encontró hialinosis arteriolocapilar, que representa un tipo especial de arteriosclerosis por disulfuro de carbono. Por lo tanto, se puede suponer que el disulfuro de carbono es un factor que contribuye al origen de esta esclerosis, pero no una causa directa. Esta hipótesis, así como los resultados de los exámenes bioquímicos, parece estar respaldada por informes sobre el aumento significativo de la aterosclerosis, frecuentemente en personas más jóvenes que estuvieron expuestas al disulfuro de carbono. En cuanto a los riñones, parece que la glomeruloesclerosis del tipo Kimmelstiel-Wilson es más frecuente en personas expuestas al bisulfuro de carbono que en otras. Investigadores británicos, finlandeses y otros han demostrado que existe un aumento de la mortalidad por cardiopatía coronaria en trabajadores varones expuestos durante muchos años a concentraciones de disulfuro de carbono relativamente bajas.

La absorción de disulfuro de carbono a través de las vías respiratorias es bastante alta y se retiene alrededor del 30% de la cantidad inhalada cuando se alcanza un estado constante de inhalación. El tiempo requerido para el establecimiento de este estado varía desde bastante corto hasta varias horas si se realiza un trabajo físico ligero. Una vez finalizada la exposición, parte del disulfuro de carbono se excreta rápidamente a través de las vías respiratorias. La duración del período de desaturación depende del grado de exposición. Aproximadamente del 80 al 90% del disulfuro de carbono absorbido se metaboliza en el cuerpo con la formación de ditiocarbamatos y una posible ciclación adicional a tiazolidano. Debido al carácter nucleofílico del disulfuro de carbono, que reacciona especialmente con -SH, -CH y -NH2 grupos, quizás también se formen otros metabolitos.

El disulfuro de carbono también se absorbe a través de la piel en cantidades considerables, pero menos que a través del tracto respiratorio. Los ditiocarbamatos quelan fácilmente muchos metales como el cobre, el zinc, el manganeso, el cobalto y el hierro. Se ha demostrado un mayor contenido de zinc en la orina de animales y humanos expuestos al disulfuro de carbono. También se cree que tiene lugar una reacción directa con algunos de los metales contenidos en las metaloenzimas.

Las pruebas de microsomas hepáticos han demostrado la formación de oxisulfuro de carbono (COS) y azufre atómico que se une covalentemente a las membranas microsomales. Otros autores han encontrado en ratas que el disulfuro de carbono después de la descomposición oxidativa se une principalmente a la proteína P-450. En la orina se excreta en una fracción del 1% como disulfuro de carbono; de la cantidad retenida se excreta aproximadamente el 30% como sulfatos inorgánicos, el resto como sulfatos orgánicos y algunos metabolitos desconocidos, uno de los cuales es la tiourea.

Se supone que la reacción del disulfuro de carbono con la vitamina B6 es muy importante. B6 el metabolismo está alterado, lo que se manifiesta por una excreción aumentada de ácido xanturénico y una excreción disminuida de ácido 4-piridoxina, y además en un nivel reducido de piridoxina sérica. Parece que la utilización del cobre está alterada, como lo indica el nivel reducido de ceruloplasmina en animales y humanos expuestos. El disulfuro de carbono interfiere con el metabolismo de la serotonina en el cerebro al inhibir ciertas enzimas. Además, se ha informado que inhibe el factor de limpieza (lipasa activada por heparina en presencia de -lipoproteínas), interfiriendo así en la limpieza de grasa del plasma sanguíneo. Esto puede resultar en la acumulación de colesterol y sustancias lipoides en las paredes de los vasos y estimular el proceso aterosclerótico. Sin embargo, no todos los informes sobre la inhibición del factor de compensación son tan convincentes. Hay muchos informes, aunque a menudo contradictorios, sobre el comportamiento de las lipoproteínas y el colesterol en la sangre y los órganos de animales y humanos expuestos al disulfuro de carbono durante mucho tiempo o intoxicados por él.

También se ha observado tolerancia alterada a la glucosa del tipo de diabetes química. Es provocada por el nivel elevado de ácido xanturénico en el suero que, como se demostró en los experimentos, forma un complejo con la insulina y reduce su actividad biológica. Los estudios neuroquímicos han demostrado cambios en los niveles de catecolaminas en el cerebro, así como en otros tejidos nerviosos. Estos hallazgos muestran que el disulfuro de carbono cambia la biosíntesis de las catecolaminas, probablemente al inhibir la dopamina hidroxilasa al quelar el cobre enzimático.

El examen de animales envenenados con disulfuro de carbono reveló una variedad de cambios neurológicos. En los seres humanos, los cambios incluyeron una grave degeneración de la materia gris del cerebro y el cerebelo, cambios en el sistema piramidal de la protuberancia y la médula espinal, cambios degenerativos de los nervios periféricos y desintegración de sus vainas. También se describieron atrofia, hipertrofia y degeneración hialina de las fibras musculares.

Azufre y dióxido de azufre

La extracción de roca que contiene azufre puede provocar la inhalación de altas concentraciones de polvo de azufre en las minas de azufre y puede tener efectos nocivos en el sistema respiratorio. En la minería del azufre, al comienzo de la exposición, el minero sufre de catarro de las vías respiratorias superiores, con tos y expectoración mucoide que puede incluso contener granos de azufre. El asma es una complicación frecuente.

Los efectos agudos de la inhalación de azufre y sus compuestos inorgánicos incluyen efectos en el sistema respiratorio superior (inflamación catarral de las mucosas nasales, que puede conducir a hiperplasia con abundante secreción nasal). La traqueobronquitis es una ocurrencia frecuente, con dificultad para respirar (disnea), tos persistente y expectoración que a veces puede estar manchada de sangre. También puede haber irritación de los ojos, con lagrimeo, fotofobia, conjuntivitis y blefaroconjuntivitis; también se han descrito casos de daño en el cristalino, con formación de opacidades e incluso cataratas y coriorretinitis focal.

La piel puede estar sujeta a lesiones eritematosas, eczematosas y signos de ulceración, especialmente en el caso de trabajadores cuyas manos están en contacto prolongado o repetido con azufre en polvo o compuestos de azufre, como por ejemplo en los procesos de blanqueo y decoloración en la industria textil.

dióxido de azufre es uno de los contaminantes más comunes en el entorno laboral. Se libera en cantidades considerables en la fabricación de ácido sulfúrico, dióxido de azufre líquido y hierro fundido, en el refinado de minerales ricos en azufre (cobre, plomo, zinc, etc.) y en la combustión de carbón rico en azufre. También se encuentra como contaminante en la producción de celulosa, azúcar y superfosfatos, en la conservación de alimentos, refinación de petróleo, blanqueo, desinfección, etc.

El anhídrido sulfuroso es un gas irritante, y su efecto se debe a la formación de ácidos sulfuroso y sulfúrico en contacto con las mucosas húmedas. Puede entrar en el cuerpo a través de las vías respiratorias o, después de diluirse en la saliva, puede tragarse y entrar en el tracto gastrointestinal en forma de ácido sulfuroso. Ciertos autores creen que puede entrar en el organismo a través de la piel. Debido a su alta solubilidad, el dióxido de azufre se distribuye rápidamente por todo el organismo, produciendo acidosis metabólica con reducción de la reserva de álcalis en sangre y eliminación compensatoria de amoníaco en la orina y álcali en la saliva. La acción tóxica general se demuestra por trastornos del metabolismo de proteínas y carbohidratos, deficiencia de vitamina B y C e inhibición de la oxidasa. En la sangre, el ácido sulfúrico se metaboliza a sulfatos que se excretan en la orina. Es probable que la absorción de grandes cantidades de dióxido de azufre tenga un efecto patológico sobre el sistema hemopoyético y pueda producir metahemoglobina.

La intoxicación aguda resulta de la inhalación de concentraciones muy altas de dióxido de azufre y se caracteriza por una intensa irritación de las conjuntivas y mucosas de las vías respiratorias superiores con disnea y cianosis seguidas rápidamente por trastornos de la conciencia. La muerte puede sobrevenir como resultado de asfixia debido a espasmo reflejo de la laringe, paro circulatorio repentino en los pulmones o shock.

En la industria, la intoxicación por dióxido de azufre suele ser crónica. La acción irritante local de la sustancia sobre las mucosas produce sensación de quemazón, sequedad y dolor en nariz y garganta, alteración del olfato y provoca secreción (que puede ser sanguinolenta), hemorragia nasal y tos seca o productiva, tal vez con esputo sanguinolento. También se han informado problemas gástricos. Los signos y síntomas objetivos incluyen hiperemia pronunciada acompañada de edema de las membranas mucosas de la nariz, las paredes faríngeas, las amígdalas y, en algunos casos, también la laringe. Puede observarse conjuntivitis crónica. En las etapas más avanzadas, el proceso se vuelve atrófico, con dilatación de los vasos sanguíneos en ciertas regiones. También se puede observar ulceración del tabique nasal, que sangra con facilidad. Las personas que tienen un largo historial de exposición a altas concentraciones de dióxido de azufre pueden sufrir bronquitis crónica acompañada de enfisema. Los síntomas iniciales son una reducción de la capacidad vital en detrimento del volumen residual, hiperventilación compensatoria y reducción del consumo de oxígeno.

Estas manifestaciones suelen preceder a la etapa radiológica, que se presenta con sombras hiliares densas y agrandadas, gran reticulación producida por peribronquitis y, en algunos casos, bronquiectasias e incluso apariencia nodular. Estos cambios son bilaterales y más evidentes en las regiones mediana y basal.

Pueden ocurrir trastornos del comportamiento y del sistema nervioso, probablemente debido al efecto tóxico general del dióxido de azufre en el cuerpo.

La boca puede verse afectada, con caries dental, trastornos periodontales y gingivales presentes. Los pacientes pueden quejarse de destrucción dental rápida e indolora, pérdida de empastes y aumento de la sensibilidad dental a los cambios de temperatura. Los síntomas objetivos incluyen pérdida de brillo y estriación y coloración amarillenta del esmalte.

El dióxido de azufre causa irritación de la piel que se agrava con la transpiración, y esto puede atribuirse a la conversión del dióxido de azufre en ácido sulfuroso por el contacto con el sudor.

Los síntomas iniciales de las vías respiratorias superiores e inferiores pueden retroceder con el tratamiento adecuado y la eliminación de la exposición a todas las fuentes de inflamación de las vías respiratorias; sin embargo, el pronóstico es malo para las formas avanzadas, especialmente cuando se acompañan de bronquiectasias y deficiencia del hemicardio derecho.

Los efectos crónicos consisten principalmente en enfermedad broncopulmonar que, después de varios años, puede complicarse con enfisema y bronquiectasias. Los senos maxilares y frontales pueden verse afectados; la afectación suele ser bilateral y en algunos casos puede observarse pansinusitis. El examen de rayos X del sistema respiratorio revela opacidades irregulares, especialmente en la región basal medial; las regiones apicales no suelen verse afectadas. En ciertos casos, se ha observado nodulación. La estratigrafía muestra que la acentuación del patrón pulmonar depende de la reposición vascular pulmonar.

El examen de la función pulmonar ha mostrado cambios en la ventilación pulmonar, aumento del consumo de oxígeno, reducción del volumen espiratorio por segundo y aumento del volumen residual. La capacidad de difusión de dióxido de carbono pulmonar también se vio afectada. Los trastornos son a menudo de naturaleza espasmódica. Los niveles de azufre en la sangre pueden ser más altos de lo normal; hay una mayor excreción urinaria de sulfatos y un aumento en la proporción de azufre total a orgánico.

El polvo de azufre y el dióxido de azufre son definitivamente el origen de la bronquitis crónica. Irrita las mucosas y produce reacciones obstructivas. La posibilidad de esclerosis pulmonar inducida por azufre se ha discutido mucho, y la neumoconiosis por azufre (“tioneumoconiosis”) se describió por primera vez hace un siglo. Sin embargo, la investigación experimental y los hallazgos de la autopsia han demostrado que el azufre produce enfermedad broncopulmonar crónica sin la formación de una verdadera fibrosis nodular y sin ningún rasgo característico de la silicosis.

Otros compuestos de azufre

Trióxido de azufre. La presión de vapor del trióxido de azufre aumenta rápidamente con el aumento de la temperatura y, cuando la forma a se funde, el aumento de presión es explosivo; en consecuencia, los contenedores de transporte y almacenamiento deben soportar presiones de 10 a 15 atm. El trióxido de azufre reacciona de forma vigorosa y altamente exotérmica con el agua para producir ácido sulfúrico. Cuando se expone al aire húmedo, emite vapores y forma una neblina de ácido sulfúrico que eventualmente llena todo el espacio disponible; también corroe los metales. Es un poderoso agente oxidante y, en la fase líquida, carboniza los materiales orgánicos.

Siempre que se utilice en forma gaseosa, líquida o sólida, o cuando se emplee óleum o ácido sulfúrico caliente, el trióxido de azufre contaminará el entorno de trabajo. El dióxido de azufre en el aire será oxidado por el oxígeno atmosférico para producir trióxido de azufre.

Entra en el cuerpo a través de las vías respiratorias y actúa tanto como irritante local como agente tóxico general de manera similar al dióxido de azufre, aunque su acción irritante es más pronunciada. Provoca daño crónico de las vías respiratorias y puede degradar las reservas alcalinas y el metabolismo de carbohidratos y proteínas; se metaboliza a sulfato en la sangre y se elimina en la orina de la misma manera que el dióxido de azufre.

La acción tóxica del oleum sobre el cuerpo es similar a la del ácido sulfúrico, pero los signos y síntomas objetivos son más pronunciados. Las medidas de seguridad y salud para el trióxido de azufre son similares a las descritas para el dióxido de azufre.

sulfuro de carbonilo (COS). El sulfuro de carbonilo se encuentra en estado nativo en gases volcánicos y aguas sulfurosas. Se produce por la reacción de ácido sulfúrico diluido sobre tiocianato de amonio. El sulfuro de carbonilo es conocido por su alta toxicidad. Se ha comprobado que produce graves alteraciones del sistema nervioso con efectos narcóticos en altas concentraciones y tiene acción irritante.

Es una sustancia oxidante potente y debe manipularse adecuadamente.

tetrafluoruro de azufre, pentafluoruro de azufre (S2F10), decafluoruro de disulfuro, fluoruro de sulfurilo
(SO2F2), oxifluoruro sulfúrico y fluoruro de tionilo (SOF2) son todas las sustancias irritantes capaces de causar edema pulmonar en concentraciones superiores a los límites de exposición, debido a su ausencia de solubilidad en agua. El más peligroso es el pentafluoruro de azufre, que en presencia de humedad se hidroliza en fluoruro de hidrógeno y dióxido de azufre; su acción irritante se considera más severa que la del fosgeno, no sólo en cuanto a la dosis, sino también porque las hemorragias pulmonares pueden estar asociadas a edema pulmonar. El fluoruro de sulfurilo parece actuar principalmente como agente convulsivo en animales de laboratorio.

Las medidas de seguridad y salud a tomar en caso de exposición al pentafluoruro de azufre son las mismas que las recomendadas para los compuestos irritantes más severos. Los otros compuestos de azufre fluorados deben tratarse como dióxido de azufre.

Cloruro de azufre es un líquido inflamable que da lugar a un riesgo de incendio moderado asociado con la evolución de los productos de descomposición peligrosos dióxido de azufre y cloruro de hidrógeno. Es un líquido humeante y corrosivo que es peligroso para los ojos; el vapor es irritante para los pulmones y la membrana mucosa. En contacto con la piel, el líquido puede causar quemaduras químicas. Debe manipularse bajo el grado máximo de encierro y los trabajadores deben contar con equipo de protección personal, incluido equipo de protección para los ojos y equipo de protección respiratoria.

Cloruro de sulfurilo se forma por la combinación directa de anhídrido sulfuroso y cloro en presencia de un catalizador que puede ser carbón vegetal, alcanfor o anhídrido acético. También se obtiene calentando ácido clorosulfónico, con sulfato de mercurio, antimonio o estaño como catalizador. Se utiliza en la fabricación de productos farmacéuticos y colorantes, y generalmente en síntesis orgánica como agente clorante, deshidratante o acilante.

El cloruro de sulfurilo es un líquido corrosivo que, en contacto con el cuerpo, puede causar quemaduras; el vapor es un irritante respiratorio. Las precauciones son similares a las recomendadas para el cloruro de azufre.

Gestión de Seguridad y Salud

El polvo de azufre en el aire es un peligro de incendio y explosión; también existe el peligro de una liberación insidiosa de dióxido de azufre que provoque la inhalación de vapores irritantes. Los vapores que se desprenden durante la fusión del azufre pueden contener suficiente sulfuro de hidrógeno y disulfuro de carbono para permitir la ignición de la mezcla aire/vapor al contacto con una superficie caliente; tal ignición puede resultar en la transmisión de llamas al azufre fundido.

Los principales peligros en la manipulación, transporte y almacenamiento del azufre fundido están relacionados con la inflamabilidad de la sustancia y el posible desprendimiento, durante el enfriamiento, de sulfuro de hidrógeno, que es aún más fácilmente inflamable y explosivo en el aire en concentraciones que oscilan entre 4.3 y y 45%. Los trabajadores empleados en la extracción de azufre deberían tener a su disposición aparatos de protección respiratoria autónomos adecuados, en particular para las operaciones de rescate. Debería prohibirse fumar durante el transporte y la manipulación de azufre y en las áreas de almacenamiento de azufre. Debe evitarse el contacto del azufre líquido o floreado con una fuente de ignición, y los depósitos de azufre no deben ubicarse cerca de agentes oxidantes. La carga y descarga de azufre líquido requiere medidas especiales de prevención y protección contra incendios. El transporte y el almacenamiento de azufre requieren procedimientos adecuados de conexión a tierra, escape de sulfuro de hidrógeno y monitoreo regular de su concentración, y protección de los tanques contra la corrosión por sulfuro de hidrógeno.

El azufre es un mal conductor de la electricidad y tiende a desarrollar cargas de electricidad estática durante el transporte o el procesamiento; las descargas estáticas pueden provocar la ignición del polvo de azufre. Los depósitos pirofóricos de azufre ferroso que se forman en la pared del tanque también son un peligro. Los incendios en montones de azufre son frecuentes e insidiosos, ya que pueden estallar nuevamente incluso después de que la conflagración original aparentemente se haya extinguido.

El disulfuro de carbono también es altamente inflamable y explosivo.

Los esfuerzos de gestión del dióxido de azufre deben dirigirse principalmente a reducir la emisión de gases y garantizar una ventilación suficiente para mantener las concentraciones de dióxido de azufre en el lugar de trabajo por debajo de los niveles máximos permitidos. El cierre total de los procesos es una técnica eficaz y deseable. Debería proporcionarse equipo de protección respiratoria cuando los trabajadores puedan, en circunstancias excepcionales, estar expuestos a concentraciones peligrosas.

Se deben tomar precauciones para evitar la emisión de polvo de azufre a la atmósfera y se recomienda el uso de respiradores si la concentración de polvo atmosférico excede el nivel de exposición.

El examen previo al empleo debe garantizar que las personas que padecen bronquitis o asma no estén expuestas al azufre. En el examen periódico, el examen clínico debe complementarse con una radiografía de tórax. Estas contraindicaciones también deben tenerse en cuenta durante los exámenes médicos periódicos, que deben realizarse a intervalos adecuados.

Tablas de compuestos inorgánicos de azufre

Tabla 1 - Información química.

Tabla 2 - Riesgos para la salud.

Tabla 3 - Riesgos físicos y químicos.

Tabla 4 - Propiedades físicas y químicas.

 

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