El procesamiento de pescado en tierra incluye una variedad de actividades. La gama va desde el procesamiento de pescado pequeño y de baja tecnología, como el secado o el ahumado de la pesca local para el mercado local, hasta la gran fábrica moderna de alta tecnología, que produce productos altamente especializados que se envasan para el consumidor en un mercado internacional. En este artículo, la discusión se limita al procesamiento industrial de pescado. El nivel de tecnología es un factor importante para el entorno psicosocial en las plantas industrializadas de procesamiento de pescado. Esto influye en la organización de las tareas laborales, los sistemas de salarios, los mecanismos de control y seguimiento y las oportunidades de los empleados para influir en su trabajo y en la política empresarial. Otro aspecto importante al discutir las características psicosociales de la mano de obra en la industria de procesamiento de pescado en tierra es la división del trabajo por sexo, que está muy extendida en la industria. Esto significa que hombres y mujeres son asignados a diferentes tareas laborales de acuerdo a su sexo y no a sus habilidades.
En las plantas de procesamiento de pescado, algunos departamentos se caracterizan por una alta tecnología y un alto grado de especialización, mientras que otros pueden utilizar tecnología menos avanzada y ser más flexibles en su organización. Los departamentos que se caracterizan por un alto grado de especialización son, por regla general, aquellos con una plantilla predominantemente femenina, mientras que los departamentos donde las tareas laborales son menos especializadas son aquellos con una plantilla predominantemente masculina. Esto se basa en la idea de que ciertas tareas laborales son aptas solo para hombres o solo para mujeres. Las tareas consideradas aptas solo para hombres tendrán un estatus más alto que las tareas realizadas solo por trabajadoras. En consecuencia, los hombres no estarán dispuestos a hacer “trabajos de mujeres”, mientras que la mayoría de las mujeres están ansiosas por hacer “trabajos de hombres” si se les permite hacerlo. Por regla general, un estatus más alto también significará un salario más alto y mejores oportunidades de ascenso (Husmo y Munk-Madsen 1994; Skaptadóttir 1995).
Un departamento típico de alta tecnología es el departamento de producción, donde los trabajadores se alinean alrededor de la cinta transportadora, cortando o empacando filetes de pescado. El entorno psicosocial se caracteriza por tareas monótonas y repetitivas y un bajo grado de interacción social entre los trabajadores. El sistema de salarios se basa en el desempeño individual (sistema de bonificación), y los trabajadores individuales son monitoreados por sistemas informáticos además del supervisor. Esto provoca altos niveles de estrés, y este tipo de trabajo también aumenta el riesgo de desarrollar síndromes relacionados con la tensión entre los trabajadores. La restricción de los trabajadores a la cinta transportadora también reduce las posibilidades de comunicación informal con la gerencia para influir en la política corporativa y/o promocionarse para un aumento o promoción (Husmo y Munk-Madsen 1994). Dado que los trabajadores de los departamentos altamente especializados aprenden solo un número limitado de tareas, estas son las más probables de ser enviadas a casa cuando la producción se reduce por falta temporal de materia prima o por problemas de mercado. Estos también son los que tienen más probabilidades de ser reemplazados por máquinas o robots industriales a medida que se introduce nueva tecnología (Husmo y Søvik 1995).
Un ejemplo de un departamento de menor nivel tecnológico es el departamento de materias primas, donde los trabajadores conducen camiones y montacargas en el muelle, descargan, clasifican y lavan el pescado. Aquí encontramos a menudo una gran flexibilidad en las tareas laborales, y los trabajadores realizan diferentes tareas a lo largo del día. El sistema de salarios se basa en una tarifa por hora y el desempeño individual no se mide por computadoras, lo que reduce el estrés y contribuye a una atmósfera más relajada. La variación en las tareas laborales estimula el trabajo en equipo y mejora el entorno psicosocial de muchas maneras. Las interacciones sociales aumentan y se reduce el riesgo de síndromes relacionados con la tensión. Las posibilidades de promoción aumentan, ya que el aprendizaje de una gama más amplia de tareas laborales hace que los trabajadores estén más calificados para puestos más altos. La flexibilidad permite la comunicación informal con la gerencia/supervisor para influir en la política corporativa y la promoción individual (Husmo 1993; Husmo y Munk-Madsen 1994).
La tendencia general es que aumente el nivel de tecnología de procesamiento, lo que lleva a una mayor especialización y automatización en la industria de procesamiento de pescado. Esto tiene consecuencias para el entorno psicosocial de los trabajadores, como se ha señalado anteriormente. La división del trabajo por sexos hace que el entorno psicosocial de la mayoría de las mujeres sea peor que el de los hombres. El hecho de que las mujeres tengan las tareas laborales que tienen más probabilidades de ser reemplazadas por robots agrega una dimensión adicional a esta discusión, ya que limita las oportunidades laborales para las mujeres en general. En algunos casos, estas implicaciones podrían aplicarse no solo a las trabajadoras, sino también a las clases sociales más bajas en la fuerza laboral o incluso a diferentes razas (Husmo 1995).