Martes, mayo 03 2011 10: 31

Extractos del Prefacio a la Segunda Edición (1971)

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Los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales siguen siendo la tragedia humana más espantosa de la industria moderna y una de sus formas más graves de despilfarro económico. Las mejores estimaciones disponibles en la actualidad a nivel mundial calculan el número de lesiones mortales en el lugar de trabajo en cerca de 100,000 al año. En algunos países altamente industrializados, los accidentes laborales son responsables de la pérdida de cuatro o cinco veces más días de trabajo que los conflictos laborales. En determinados casos su coste es equiparable al de la defensa nacional. La industrialización y la mecanización de la agricultura han agudizado el problema en una gama mucho más amplia de países y ocupaciones.

La carga económica para la comunidad no puede expresarse únicamente en costos de compensación. También incluye la pérdida de producción, la interrupción de los programas de producción, el daño al equipo productivo y, en el caso de accidentes a gran escala, dislocaciones sociales importantes. Pero la carga económica no es de ninguna manera la medida total del costo humano...
Originalmente, el objetivo principal de la acción preventiva era mejorar las condiciones de trabajo más insalubres y remediar la terrible falta de protección física contra los riesgos laborales más peligrosos. Las primeras normas internacionales se diseñaron para acabar con los abusos más flagrantes que perjudican la salud, como el empleo de niños muy pequeños, horarios de trabajo demasiado largos, la ausencia de cualquier forma de protección de la maternidad y el trabajo nocturno de mujeres y niños , o para combatir los riesgos más comúnmente encontrados por los trabajadores industriales: ántrax y envenenamiento por plomo o fósforo crónico.

Cuando la OIT pasó de formular estas normas básicas a abordar el problema de la seguridad social, la primera cuestión que consideró fue la indemnización por accidentes del trabajo y enfermedades profesionales. La legislación sobre compensación laboral ya existía en muchos países; se elaboró ​​sobre la base de las normas de la OIT y sus implicaciones financieras dieron un poderoso impulso a las medidas preventivas. La OIT hizo mucho para llevar a cabo la estandarización de las estadísticas de lesiones laborales y enfermedades profesionales y la recopilación sistemática de datos sobre la frecuencia de accidentes...
Gradualmente, esta concentración de atención en los abusos más flagrantes y las tasas más altas de accidentes y enfermedades se amplió a un enfoque más integral diseñado para promover los más altos estándares de seguridad y salud en todas las industrias y ocupaciones. El monumental Código Modelo de Reglamentos de Seguridad para Establecimientos Industriales para la Orientación de los Gobiernos y la Industria, publicado por primera vez en 1949 sobre la base del trabajo iniciado durante la Segunda Guerra Mundial y revisado periódicamente desde entonces, fue un paso importante en esta dirección. Proporcionó un ímpetu que ahora ha encontrado expresión en una amplia gama de códigos de práctica y guías de práctica que lo complementan. En la década de 1950, este enfoque más amplio se reflejó en nuevas normas internacionales integrales para la protección de la salud de los trabajadores, las instalaciones de bienestar y los servicios de salud en el trabajo.

En la década de 1960, se complementaron con una nueva serie de disposiciones específicas que trataban de riesgos particulares que habían adquirido mayor importancia. En las fábricas, un accidente de cada seis lo provoca la maquinaria; de ahí la importancia de las normas internacionales sobre protección de partes móviles que regulan no solo el uso, venta y alquiler de maquinaria que tenga partes peligrosas sino también su fabricación…

La medicina industrial moderna ha superado la etapa en la que se limitaba a los primeros auxilios en caso de accidente y el diagnóstico de enfermedades profesionales; hoy en día se ocupa de todos los efectos del trabajo sobre la salud física y mental, e incluso del impacto de las discapacidades físicas o psíquicas del hombre sobre su trabajo...

El progreso tecnológico ahora avanza mucho más rápido que hace 40 años. Hay muchas razones para creer que el ritmo se acelerará aún más. Esta segunda edición de la Enciclopedia será, por lo tanto, simplemente la próxima etapa de nuestro trabajo. Pero cada etapa es la base indispensable para su sucesora. Durante los próximos años, la Enciclopedia de Seguridad y Salud en el Trabajo será una herramienta fundamental para humanizar el entorno laboral y mejorar la situación de los trabajadores en todo el mundo. Tanto en términos humanos como económicos, los estándares más altos de salud y seguridad son una responsabilidad primordial de una política social ilustrada y una gestión eficiente. Ninguno de los dos puede ser eficaz sin el cuerpo completo de conocimientos necesarios para evaluar la relevancia de la información actual para la política y la acción. La presente Enciclopedia, que fue preparada bajo la responsabilidad técnica del Dr. Luigi Parmeggiani, Jefe de la Rama de Seguridad y Salud en el Trabajo, está diseñada para hacer fácilmente accesible a todos el conocimiento integral de estos temas que ahora está disponible. Al editar la Enciclopedia, el Dr. Parmeggiani ha mantenido dignamente las tradiciones establecidas por el Dr. Luigi Carozzi, quien sentó las bases del trabajo de salud industrial de la OIT.

Wilfredo Jenks
Director general
Oficina Internacional del Trabajo
Ginebra, 1971

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